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Menguada protesta en la llegada del navío chileno señalado de símbolo de la dictadura

López Rosas hizo un recorrido de cortesía, pero no fue a la cena a bordo del Esmeralda

 La represión en Chile “es historia antigua”, dice el embajador Molina. Protestan una docena de chilenos y los perredistas Francisco Saucedo y Guillermo Sánchez Nava. Cuauhtémoc Sandoval critica la tortura y asiste a la ceremonia nocturna con la diputada Irma Figueroa. Ausentes, representantes de los gobiernos estatal y federal, del Ejército y la Armada

 En medio de una controversia por su llegada a Acapulco, en la que están divididos representantes y dirigentes del PRD, el buque escuela de la Armada de Chile Esmeralda atracó este sábado en este puerto. El alcalde perredista Alberto López Rosas hizo un recorrido de cortesía por las instalaciones, aunque envió a la cena protocolaria a bordo a su flamante secretario general de Gobierno, Francisco Javir Larequi.

A la recepción ofrecida a sus visitantes asistió la diputada federal del PRD Irma Figueroa, mientras afuera del acto protestaba el también diputado federal perredista Francisco Saucedo Pérez, con los dirigentes de este partido, los guerrerenses Cuauhtémoc Sandoval Ramírez y Guillermo Sánchez Nava, acompañando a una docena de chilenos que denunciaron una vez más el uso de ese navío como centro de tortura durante la dictadura de Augusto Pinochet.

No hay una denuncia judicial en Chile, dice el embajador

La nave –denunciada por Amnistía Internacional como un espacio en el cual se torturó a ciudadanos de ese país, durante el golpe de Estado encabezado por el general Augusto Pinochet, el 11 de septiembre de 1973–, fue recibida en la mañana por el embajador de Chile en México, Fernando Molina Vallejo.

Durante su discurso de recepción, en un acto al cual no asistieron representantes del gobierno mexicano, el diplomático chileno aseguró que nunca ha habido una denuncia judicial en Chile de que el barco haya sido usado para torturar, y pidió no abusar de rumores, “porque eso daña al país, es antipatriótico”. Afirmó que la represión “es historia antigua. Estamos mirando hacia el futuro y nos da pena la gente que vive anclada y prisionera del pasado”.

Por la noche, antes de un coctel de bienvenida que se ofreció en la nave a invitados, el diputado federal por el PRD, Francisco Saucedo Pérez, y el ex senador del mismo partido, Cuauhtemoc Sandoval Ramírez, integrantes de la Comisión de Relaciones Internacionales del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PRD, realizaron un breve acto de protesta en la entrada a la terminal marítima, acompañados de una docena de ciudadanos chilenos radicados en México: “Esmeralda, navío de la muerte. Por la verdad, justicia y castigo”, se leía en una cartulina que desplegaron.

Cuauhtémoc Sandoval, después de participar en la protesta, antró a la recepción oficial en el buque.

Al coctel asistieron los diputados federales Angel Pasta Muñúzuri, del PAN, e Irma Figueroa Romero, del PRD, quien fue una de las pocas invitadas que entró en su camioneta al estacionamiento privado de la terminal. Pasando sin saludar a sus compañeros, que ofrecían una conferencia de prensa en el lugar. Ambos legisladores pertenecen a la Comisión de Marina de la Cámara de Diputados, lo mismo que el perredista Juan García Costilla, quien como lo había anunciado, no asistió a la recepción.

“El símbolo de Chile”, como se le dijo al buque escuela, no fue recibido de manera oficial por alguna autoridad municipal o estatal, aunque el embajador Molina fue atendido una hora y media después, en las oficinas de la Presidencia, ubicadas en el parque Papagayo, por el alcalde Alberto López Rosas.

Alrededor de la una de la tarde, el alcalde devolvió la cortesía al hacer un recorrido por el buque, señalado como uno de los centros de tortura del gobierno militar de Chile, encabezado por Augusto Pinochet, de 1973 a 1990, ahora convertido en escuela de la armada.

Llegó el jueves

El buque Esmeralda llegó el jueves 8 a Acapulco –y no el sábado 10, como estaba programado–, anclando en la bahía de Puerto Marqués desde ese día hasta el sábado. Incluso, se alojó a algunos periodistas para que pasaran la noche allí. En la Octava Zona Naval, se informó que el buque Esmeralda llegó el viernes al puerto.

El embajador de Chile en México, Fernando Molina Vallejo, salió al paso de las críticas contra el buque escuela de la Armada de Chile, el cual efectúa una travesía de instrucción por varios puertos del mundo desde el 14 de marzo que zarpó de Valparaíso, Chile.

Molina Vallejo dijo que el buque es una tradición histórica en ese país y agregó “nosotros vivimos en la democracia, existe el Estado de derecho y no hay nada qué hablar sobre eso”.

Señaló que el Esmeralda es un barco que tiene una historia que se remonta a 1879, siendo el símbolo de la marina chilena y del país. Es como si se hablara de un monumento”, dijo el diplomático.

“Ahora, si hay problemas, en Chile existe el Estado de derecho, existen tribunales independientes, la democracia se estableció en 1990 y funciona”, manifestó en entrevista al finalizar la ceremonia de bienvenida a la tripulación del buque escuela.

El diplomático concedió una entrevista, en donde a pregunta de si está olvidado lo que ocurrió en ese barco en los tiempos de la dictadura de Pinochet, dijo: “No está olvidado. Si ha habido cosas, para eso existen los tribunales de justicia, y de hecho en Chile ha habido gente procesada y condenada. Lo que no hay que hacer es abusar de rumores porque eso daña al país, es antipatriótico. Eso es lo que no hay que hacer. Si usted tiene una denuncia hágala en los tribunales, para eso están. Se acabó la dictadura con la democracia”.

Agregó: “nos ha costado mucho la democracia a los chilenos y nosotros tenemos un profundo respeto por las fuerzas armadas. Tenemos excelente relación civiles y militares”. Molina Vallejo dijo que ningún país puede progresar así, y ejemplificó al señalar que después de la segunda guerra mundial Alemania y Francia “que han sido enemigos durante 300 o mil años, durante tres guerras, se juntan y de ahí viene la Unión Europea.

Manifestó que los latinoamericanos no pueden seguir mirando para atrás, sino para adelante y construir. Somos países ricos,           México es un país rico, que también tiene que mirar para adelante. Chile es un país que no es tan rico, pero de gente muy esforzada y está muy bien”.

Manifestó que la relación de México con Chile es muy buena, excelente, que el comercio entre ambos países ha crecido desde 1990 cuando se reinstaló un gobierno democrático en Chile, y recordó que el presidente Ricardo Lagos es socialista.

Por la tarde, el           comandante del Esmeralda, Antonio Idiaquez Bengoechea, invitó a un recorrido por el buque. El Esmeralda trae 328 tripulantes de diferentes cargos y zarpó el 14 de marzo de Valparaíso y regresará a su país el 26 de septiembre. El viaje de instrucción durará 196 días y visitará 7 países, entre los que están, México, Perú, Estados Unidos, Japón, Corea, China y Francia. La nave es más grande que el buque escuela mexicano Cuauhtémoc, mide 113 metros de largo.

Recepción de López Rosas

A mediodía del sábado, el alcalde Alberto López Rosas recibió al embajador Molina Vallejo y al capitán de Navío, Antonio Idiaquez Bengoechea. Manifestó, como representante de los acapulqueños, su admiración y respeto al pueblo chileno y a su           gobierno: “Sabemos cómo han sido las elecciones en Chile, en los 15 últimos años y creemos que han recuperado el tiempo en materia electoral, en materia democrática y eso tiene satisfechos a los que tienen convicciones democráticas en el mundo”.

El alcalde contó que vio “con tristeza los acontecimientos negativos en Chile”, con relación al golpe de Estado de 1973, y dijo que estuvo al pendiente del plebiscito del país y que vio con beneplácito cómo se anunciaba la vuelta a la democracia en Chile. “Para nosotros es muy satisfactorio que Chile progrese dentro del marco democrático, algo que queremos para todos los países”, dijo.

El alcalde de Acapulco confesó admirar a los poetas chilenos Pablo Neruda y a Gabriela Mistral.

A su vez, el embajador de Chile en México, Fernando Molina Vallejo, admitió que su país vivió un periodo de dictadura muy duro, pero acotó que “hubo una transición muy fuerte en donde hubo una reconciliación con el país de México, y Chile estuvo dividido; ahora es un consenso, que tiene todas las opiniones. Hay un acuerdo fundamental respecto al país, todos los partidos están de acuerdo en que llegaron a un Estado de derecho, en donde inspira la ley”. Molina Vallejo dijo que el interés del país no está en mirar al pasado porque consideran que todo está saldado; “existe la justicia que funciona y opera el Estado de derecho”.

Protesta: acto de coherencia

Por la noche, el diputado federal Francisco Saucedo Pérez, el ex diputado y ex senador Cuauhtémoc Sandoval Ramírez y el secretario de Organización del Comité Ejecutivo Estatal del PRD, Guillermo Sánchez Nava, acompañaron a ciudadanos chilenos que protestaron contra “el símbolo de la represión y la tortura durante el golpe de Estado pinochetista”.

Saucedo Pérez contó que la negativa de los diputados del PRD a participar en la recepción oficial al buque, “es un asunto de coherencia” y un compromiso “con la memoria del pueblo chileno, porque el Esmeralda fue un centro de tortura.

Durante la entrevista, se le comentó que la diputada federal por el PRD, Irma Figueroa, ingresaba en esos momentos, en su camioneta, al estacionamiento privado de la terminal: “Allá ellos, yo no soy tan incoherente”, dijo.

Sin consignas, en silencio, la movilización apenas fue notada por los paseantes e incluso algunos jóvenes marinos del buque, de regreso de compras de recuerdos, apenas la voltearon a ver. La protesta duró unos 15 minutos. En ese lapso, llegaron además de Irma Figueroa, el diputado panista Angel Pasta; el secretario General del Ayuntamiento, Francisco Javer Larequi Radilla; el director del Instituto Guerrerense de la Cultura (IGC), Huber de la Vega; la directora de la Casa de la Cultura en Acapulco, Blanca Reyna, y el director del Museo Naval, Marcelo Adano.

Ausentes en la ceremonia nocturna, representantes de los gobiernos estatal y federal, del Ejército y la Armada.

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