Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Carlos Pérez Aguirre

Cinismo, demagogia  y doble discurso

 

A dos meses de los cruentos hechos acaecidos en Iguala y Cocula, aún no se saben los motivos ciertos que desencadenaron tan viles e indignantes crímenes y la desapariciones de jóvenes estudiantes guerrerenses.
Lo declarado por el señor Murillo Karam carecen de veracidad desde diversas ópticas, por ello los padres de las víctimas y la mayoría ciudadana las ha rechazado. Por ello, nuestra demanda al igual que la de miles de mexicanos y pueblos del mundo es esclarecer los hechos, castigar a los responsables y encontrar a los secuestrados.
En tanto, por estos eventos se ha levantado una poderosa movilización e indignación ciudadana que ha cimbrado no sólo al gobierno estatal sino también, y sobre todo, al federal, sobre el que pesan altas sospechas de posible involucramiento.
Todo ello ha hecho que, en una concordancia sospechosa, el nuevo gobierno estatal personificado en Rogelio Ortega y el federal, en el presidente Enrique Peña Nieto, establezcan estrategias para atender la demanda de justicia, casi el mismo día y con líneas generales muy parecidas. Ahora sí y tardíamente, después de dos años de gestión el gobierno federal dice que tomará en serio su papel para atacar la delincuencia y sobre todo la colusión con la autoridad municipal –cuando todos sabemos que esta colaboración mafiosa toca a todos los niveles y muy fundamentalmente aquellos que corresponden al ámbito federal.
“Después de Iguala México debe cambiar”, señaló Peña Nieto en la presentación de sus 10 puntos por la justicia, como les llamó, pero resulta que la mayoría de ellos son un refrito de algunos ya llevados a cabo y otros que cuestionan su mismo actuar, luego entonces se entiende que son recursos retóricos de mentira para convencer al ciudadano que ahora sí se actuará contra la delincuencia y contra las autoridades que se involucren o corrompan con ella. El levantamiento ciudadano por justicia y contra las actuales circunstancias, donde la población es rehén de la delincuencia solapada por las autoridades gubernamentales, empezó a dar frutos, lo importante es que los ciudadanos no disminuyamos la presión para que esta intención se cumpla en la realidad, de manera urgente.
Por otra parte, los 27 puntos del documento presentado por el gobierno del estado de Guerrero también se antojan poco creíble, sobre todo por la ecléctica actuación del gobernador interino: en su toma de protesta dijo un discurso, en su ejercicio inmediato aplicó otro, estigmatizando con tintes de lo más atrasado a los muchachos normalistas y grupos sociales de todo tipo que les apoyan. Pero ahora su discurso de nuevo cambia y en su programa en apariencia privilegia el diálogo, Pero después de su escasa actuación nadie le cree.
Tal vez lo único rescatable es lo dicho por su secretario de Gobierno respecto a los desfalcos encontrados en el gobierno estatal, que de inmediato generó respuesta del júnior pariente, homónimo del señalado en diversas ocasiones como corrupto ex secretario de Finanzas. Este personaje, el diputado júnior, es la mejor muestra de la crisis de valores y desprecio por la democracia y transparencia en que ha caído el desprestigiado PRD, ahora muy parecido al PRI, por ello la actitud congruente y valiente de Cuauhtémoc Cárdenas, de abandonar ese corrompido cascarón chucho.

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