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Espacios y oportunidades para todos, sin vetos ni bloqueos, ofrece Astudillo a los priístas

“No es la división la ruta para conservar el poder”, dice

 Propone un nuevo pacto interno y habla de unidad y de inclusión para ganar la elección de febrero de 2005

 La “unidad” y la “inclusión” entre los priístas, son fundamentales para el triunfo en la elección constitucional de febrero del 2005, afirmó ayer el senador Héctor Astudillo Flores al ser elegido como candidato a gobernador por el Consejo Político Estatal por 640 de un total de 650 consejeros y ante unos 10 mil asistentes al acto realizado en la explanada de la sede estatal del PRI, y advirtió al priísmo guerrerense que ahora “no son tiempos de confrontación, porque las circunstancias políticas electorales” establecen que “no es la división la ruta para conservar el poder”.

En su discurso, ofreció a los priístas “un nuevo pacto interno, que abra espacios y oportunidades para todos, sin vetos ni bloqueos para nadie”.

Mientras que el representante del presidente nacional del PRI, Roberto Madrazo Pintado, el secretario de Organización del CEN, José Ramón Martell López luego de tomarle la protesta como candidato al senador Héctor Astudillo, coincidió en que “la marcha al triunfo” por la gubernatura sólo es a través de la “unidad por encima de todo” y “un partido cercano a la gente”.

Al acto de toma de protesta asistieron los  dirigentes nacionales de los sectores de la CTM, CNC, FJR, ONMP y Fundación Colosio, así como miembros del CEN, senadores y diputados federales y locales y alcaldes.

A ellos el candidato a gobernador, Héctor Astudillo, les recordó que vivieron meses de una “intensa” jornada política en la que se presentaron aspiraciones legítimas de parte de “compañeros” priístas que “provocaron entusiasmo y definiciones”.

Nombró a cada uno de ellos dando breves referencias de reconocimiento y la gente les reconoció sus declinaciones con aplausos como en el caso de Manuel Añorve Baños, Efrén Leyva Acevedo, Netzahualcóyotl de la Vega, Nabor Ojeda y al ex gobernador, Angel Aguirre Rivero (de quien las encuestas daban como el que tenía las mayores preferencias electorales).

Luego tocó el turno al ausente y aún en rebeldía que se niega a reconocerlo como candidato, Carlos Sánchez Barrios, Héctor Astudillo le reconoció “su tenacidad política y personal, lo presentan como un militante comprometido en profundizar el desarrollo democrático de nuestro partido”.

Pero pese a la cortesía política de Héctor Astudillo, la gente abucheó a Sánchez Barrios y a gritos lanzaron ¡fuera, fuera, fuera! Aunque hubo aplausos de pocos asistentes, como pensando más en la posibilidad de que Carlos Sánchez Barrios más adelante acepte al candidato a gobernador.

Mientras que al agradecimiento a la declinación de Héctor Vicario Castrejón, los asistentes lo ovacionaron más fuerte. Al igual que ocurrió con el reconocimiento al gobernador, René Juárez Cisneros, a quien le refrendó su “amistad y afecto” y le agradeció: “su valiosa presencia y también públicamente reconozco el hábil equilibrio político de su gobierno”.

Entonces, Astudillo entró al tema central de su discurso escrito recalcando que la “unidad” y la “inclusión” entre los priístas, son fundamentales para el triunfo en la elección constitucional de febrero del 2005.

Advirtió que ahora “no son tiempos de confrontación, porque las circunstancias políticas electorales” establecen que “no es la división la ruta para conservar el poder”.

Dijo haber entendido que “la unidad, la inclusión y la valoración”, “es requisito indispensable para ganar elecciones. Por eso convocó a trabajar juntos para “ganar todos” y propuso una fórmula para el triunfo: “trabajo conjunto con un objetivo que nos una, que fortalezca en lo interno y que nos proyecte a que el PRI gobierne nuevamente a partir del primero de abril del 2005”.

Indicó que no hay motivo de distracción ni de desvío “hay que ganar la gubernatura para después poder volver a ganar municipios y diputaciones”, para lo cual pidió a los presentes recorrer las siete regiones del estado y los 79 municipios para hacer las propuestas que “levanten el ánimo y promuevan la esperanza para transformar Guerrero”.

Definió entonces que su concepto de la política “es una actividad para servir, no para servirse. Y estableció que la oportunidad de gobernar “es una alta distinción para trabajar a favor de la sociedad”.

Luego vinieron los compromisos: para el campo, con las mujeres para incorporarlas al gobierno, los jóvenes para darles empelo, con los profesionistas, los grupos productivos, los comerciantes, los empresarios para fomentar la inversión, pero sobre todo, el empleo “que es la principal preocupación de los guerrerenses”.

En el aspecto político se comprometió a promover la confianza de la gente en los partidos políticos, y como si fuera una alusión al PRD involucrado en videoescándalos de corrupción, dijo: “reconozco que los recientes acontecimientos que nos han sorprendido, puedan hacer pensar que en la política solamente existen ambiciones y espectáculos denigrantes”.

De su campaña política electoral se comprometió a que evitará la confrontación, a que no dará paso a las injurias y descalificaciones, a incorporar las ideas y buenos proyectos de los priístas y de la sociedad.

Dijo que encabezará un gobierno de “compromiso social” sustentado en la educación, salud, la revaloración de la mujer, a los indígenas.

Se comprometió a dar continuidad a los programas establecidos por el gobernador René Juárez Cisneros: “de adultos mayores, discapacitados y para el campo, de servicios a las ciudades y barrios, de drenaje, agua potable, alfabetismo.

En el área de turismo adelantó que lo promoverá en las ciudades de Acapulco, Taxco y Zihuatanejo.

Y ocupó un espacio para refrendar su respaldo a la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG) para que ofrezca educación pública y de calidad, porque dio a conocer que egresó de una de sus escuelas. Además señaló que su relación será de acuerdos y armonía política, “implantada por el gobernador René Juárez hace cinco años”.

Posteriormente pasó a las cortesías y saludos políticos, para el presidente del CEN, Roberto Madrazo que “cuando venga a Guerrero sabremos aprovechar lo importante e indispensable que es su presencia”.

Enseguida se refirió a su candidatura: “hoy soy candidato del PRI a gobernador, después de un proceso ajustado a nuestros estatutos y respaldado por los miembros del Consejo Político Estatal. Surjo de un proceso que responde a la voluntad de los priístas que no deseábamos el enfrentamiento y la ruptura”.

A los priístas le dijo sin detallar: “les ofrezco un nuevo pacto interno, que abra espacios y oportunidades para todos, sin vetos ni bloqueos para nadie”.

Finalizó entre aplausos, porras, cohetes y música.

No sólo contender, sino ganar la elección de febrero del 2005: CEN

Antes, el representante del presidente nacional del PRI, Roberto Madrazo Pintado, el secretario de Organización del CEN, José Ramón Martell López, luego de tomarle la protesta como candidato al senador Héctor Astudillo, coincidió que “la marcha al triunfo” por la gubernatura sólo es a través de la “unidad por encima de todo” y “un partido cercano a la gente”.

Resaltó la “sensibilidad” de Héctor Astudillo para estar del lado de los priístas guerrerenses. Y se refirió al gobernador René Juárez como “un distinguido y orgullo del priísmo”, en estas tierras de héroes de la Independencia y de las luchas de Reforma, “así como de grandes hombres como los Figueroa y José Francisco Ruiz Massieu”. La gente se unió al reconocimiento con aplausos.

Pidió a los priístas “no sólo contender, sino ganar la elección de febrero del 2005 y la mejor garantía, es la unidad en una elección cargada de futuro”.

Reconoció la “madurez par resolver las reglas de la democracia en un logro más”, para concretar la candidatura de unidad “y porque respondieron con lealtad”.

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