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Xavier Carreto A.

La clave para entender el quinto informe

 

Si usted realmente quiere enterarse de lo qué está pasando en nuestra entidad, la clave para hacerlo es que entienda al revés lo que dice el gobernador René Juárez Cisneros en su Quinto Informe de Gobierno, entregado al Congreso local, como lo marca la ley, el pasado 1 de abril.

Esa Disneylandia que Guerrero no es en los hechos, como él mismo lo ha reconocido, resulta que en su documento, con el cual nos da cuenta a los guerrerenses de lo realizado en su quinto año de gestión, sí lo es.

Veamos algunos ejemplos. En educación, rubro en el cual se gasta la mitad de los casi 20 mil millones de pesos que tiene de presupuesto el gobierno estatal, dice el Ejecutivo, en su informe escrito, que la tasa de analfabetismo se redujo en un 4.6 por ciento y el promedio de escolaridad de los guerrerenses aumentó de 6 a 6.8 años de estudio. En la realidad, los ciudadanos nos enteramos todos los días, por los medios de comunicación, de los problemas que impiden la realización de un servicio educativo que nos dé resultados como los descritos en el informe. El secretario de Educación ha sido cambiado en cuatro ocasiones, desde que empezó este gobierno, lo que se traduce en una continua rotación de funcionarios y ya se anuncia, como resultado de negociaciones para convencer a Vicario de no aspirar a ser gobernador, la llegada de un quinto secretario de este ramo. Además, por el triste desempeño de la mayoría de los titulares de la SEG y por la corrupción en que está sumida la dependencia, éstos han carecido de autoridad moral para exigirles a los profesores que cumplan con la responsabilidad por la cual cada quince días reciben un salario.

En el caso de los servicios de salud, cuya asignación presupuestal es la segunda más alta, con mil 736 millones de pesos, las quejas de los guerrerenses más desfavorecidos se multiplican por todo el territorio estatal. Tan malos son los servicios de salud en Iguala como en Tlapa, Atoyac, Zihuatanejo, Acapulco, Ciudad Renacimiento. Se carece de todo desde personal médico y de enfermería, materiales de curación, medicamentos, infraestructura adecuada y un etcétera interminable. La corrupción del personal directivo es un ingrediente fundamental para que todo esto ocurra.

Respecto a la seguridad pública, dice el gobernador que los delitos han disminuido. Tal vez eso sea cierto por el maquillaje de las cifras, pero en la percepción del ciudadano común y corriente, los actos delictivos siguen en el orden del día. Los robos de vehículos, los asaltos a negocios, secuestros, narcomenudeo, prostitución infantil, entre otros, continúan al alza. Lo grave de esto es que son los propios miembros de la policía, particularmente la Judicial del estado, quienes contribuyen de manera esencial a que la delincuencia crezca. Resultado también de la falta de castigo a quienes delinquen, la impunidad en Guerrero es la más elevada del país.

A donde quiera que usted dirija la vista, encontrará la corrupción que ha prevalecido en esta administración estatal: obra pública para los cuates que se ponen a mano, concesiones de transporte y otras prebendas para postrar a dirigentes de partidos políticos de oposición, aviadores en las nóminas, adquisiciones a precios inflados, ingresos propios que no se registran y sígale contando sin parar.

El gobernador Juárez ha hecho en su gobierno lo que ha querido, y quienes por ley lo pueden acotar no lo hacen. Prefieren los integrantes del Poder Legislativo gozar de las canongías que el Ejecutivo les ofrece. El mejor ejemplo es que siempre le han aprobado la Cuenta Pública, a pesar de las deficiencias que presenta: no se entregan los estados financieros, no se informa sobre el patrimonio del estado, no se sabe cómo se reestructuró la deuda. Eso sí, el auditor general del estado concluye que todo está razonablemente bien, no tenemos nada de qué preocuparnos los guerrerenses. Más con estos diputados opositores como David Jiménez, que protestan airadamente por las calles de Chilpancingo porque a los alcaldes de su partido no les entregan los recursos a que por ley tienen derecho, y también se retrata con su cuate el gobernador cuando éste lo visita en el Congreso.

Para que todos en Guerrero creamos en el paraíso que vivimos, el cual nos ha pintado el ciudadano gobernador en su informe anual, en los próximos días la radio y la televisión locales, principalmente, así como los periódicos, pagados con el erario, nos dirán hasta el cansancio que este gobierno está haciendo hasta lo imposible por mejorar a esta sociedad.

Aunque sería como pedirle manzanas al limonero, ojalá nuestros diputados locales tomaran el ejemplo de los senadores priístas que, en su afan de silenciar al presidente Fox, presentaron en la sesión ordinaria de este martes 30 de marzo, una iniciativa para modificar el artículo 8 de la Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos , sobre las obligaciones de los funcionarios para quedar como sigue: “Abstenerse de contratar y emitir propaganda o publicidad de acciones, servicios u obras de gobierno, empleando su nombre, voz o imagen, utilizando para ello los recursos, espacios o tiempos oficiales, fiscales o de Estado que tengan asignados con excepción de aquellos mensajes o boletines… encaminados a prever o remediar cualquier calamidad pública”.

Si esto se aprobara en Guerrero, entonces nuestros gobernantes, incluidos los presidentes municipales, se tendrían que poner a trabajar en serio para convencernos de que están haciendo las cosas bien. En lugar de que sean los medios de comunicación con mensajes que llegan al hartazgo, pagados con el erario, los cuales nos tratan de convencer, sin conseguirlo, de que tenemos gobernantes honestos, serios y comprometidos con el pueblo.

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