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Culpa Aguirre a Zeferino Torreblanca por la ola de inseguridad en el estado

Hugo Pacheco León

Chilpancingo

El gobernador Ángel Aguirre Rivero criticó ayer al gobierno de Zeferino Torreblanca Galindo por su indolencia en materia de seguridad pública y porque no cumplió con la certificación de la Policía Estatal Preventiva (PEP), por lo cual Guerrero, y sobre todo Acapulco, sufren las consecuencias de la inseguridad.
Aguirre Rivero manifestó que la ola de violencia que golpea al estado “es consecuencia de lo que se dejó de hacer en el pasado”.
El gobernador festejó este lunes en la residencia oficial Casa Guerrero el Día del Policía, y anunció que en adelante el festejo será institucional porque lo será por decreto.
El festejo sirvió para anunciar un aumento a los salarios, que se supo más tarde será del 10 por ciento y que ubicará a la Policía del Estado por arriba de la media nacional en cuanto a mejor pagadas.
Además se les pagará 20 pesos diarios de viáticos para comer donde ellos quieran, y en dos días les entregarán dos pares de uniformes más; se les dará un bono a los policías por el día del padre, y se les aumentará el salario, pero no se dijo cuánto. Pero sí les entregó 400 regalos, entre ellos dos vehículos.
El gobernador Ángel Aguirre les hizo un amplio reconocimiento a los policías: “Para el gobierno del estado que me honro en presidir, este acto del Día del Policía encierra un profundo significado, porque venimos a reconocer a todos aquellos que día con día ofrecen lo mejor de sí mismo, incluido el riesgo de perder la existencia con el propósito de proteger y servir a la sociedad guerrerense”.
Luego el gobernador se refirió a los “a guerrerenses distinguidos que con excepcional valor fueron capaces de ofrendar su vida por un Guerrero y por ello abrieron las puertas de la gloria, constituyéndose en ejemplos vivos de servicio público, me refiero a nuestros policías caídos en el cumplimiento, Herbart Cruz Ceballos, Evaristo Mosso, Raúl García Lorenzo, Gonzalo Policarpo, Oscar Rendón, Artemio Munivez y Andrés Ramírez García”.
En su mensaje el gobernador les dijo a los policías que “les corresponde la tarea de brindar seguridad pública a los guerrerenses, seguridad que debe entenderse como tarea y obligación indeclinable del Estado, con el propósito de brindar armonía y tranquilidad colectiva”.
Además, puntualizó, “seguridad significa paz, seguridad significa fomentar inversiones, seguridad significa una convivencia de respeto a la pluralidad y a los derechos humanos del estado de Guerrero”.
También definió: “Sabemos también que la seguridad pública no es un asunto que se reduce a un pleito entre policías y delincuentes, sino que es necesario buscar las causas que generan la delincuencia y atender estructuralmente el problema, que reconstruya el tejido social, vista la seguridad como un problema colectivo, dando mejores oportunidades de educación, empleo y mejorando el entorno social de todas y todos los guerrerenses”.
Y precisó el gobernador: “Lo importante no sólo es atender los efectos de la inseguridad, sino ir a las causas que la provocan y tratar de disminuirlo a sus mínimas expresiones”.
El gobernador reiteró su objetivo en materia de seguridad y dijo a los policías que “en Guerrero tenemos la obligación de sentar las bases de una fuerza policial que cumpla con los estándares de confianza que demanda el gobierno federal, para contar con elementos capacitados, eficientes, con valor y mística de servicio, que se hagan acreedores, si no por la preparación y capacitación que reciban para estar más y mejor preparados ante las contingencias que su delicada función entraña”.
Y cuestionó sin nombrarlo, al gobierno de Zeferino Torreblanca Galindo: “¿Por qué tanta indolencia? Creó un Centro de Control de Confianza, que no estaba certificado como se exigía, era patito, y no servía para mucho”.
Criticó entonces que la violencia en el estado, “sobre todo en Acapulco, es consecuencia de lo que se dejó de hacer en el pasado, dónde sólo había 24 cámaras de seguridad instaladas”, y por eso anunció que en su gobierno se instalarán 600 cámaras más, las mismas cuya licitación detonó la campaña de ataques de Televisa y TV Azteca a Aguirre.
Añadió que no ignora que ser policía es una profesión, “que reclama separarse constantemente de su familia y sumergirse en el riesgo diario y verdadero de experimentar una agresión impredecible, a cambio de la seguridad ciudadana, la conservación del orden público y garantizar la tranquilidad pública”.
Les indicó que ser policía “es portar con orgullo, enalteciendo la imagen de la institución a la que se pertenece, pues los cuerpos policiales son los representantes naturales del valor determinación y disciplina para respetar y hacer respetar las leyes”.
“De ahí que la seguridad pública que ustedes prestan a la sociedad guerrerense no sea un lujo, sino una necesidad, que desempeñan con el agrado y orgullo de pertenecer a las fuerzas policiacas del gobierno del estado”, agregó.
Explicó que la razón fundamental para ser policía del estado es la preservación de la seguridad de la sociedad guerrerense, mantener la pulcritud de sus instituciones y la plena vigencia del estado social de derecho, y que para eso se requiere “que la policía esté física, intelectual y emocionalmente preparada, para hacer de Guerrero una tierra segura, donde propios y extraños puedan invertir, vivir, trabajar y prosperar”.
Y les precisó que el compromiso fundamental de los cuerpos policiales “es que la sociedad guerrerense vea en cada uno de ustedes a un servidor público diligente, capaz, incorruptible, dispuesto al auxilio que se le solicite, que sea confiable y eficaz en el cumplimiento de su deber”.
Enseguida anunció que tomó la determinación de instituir de manera oficial el Día del Policía en el estado de Guerrero, “como una expresión de gratitud y reconocimiento permanente a la labor encomiable que realiza nuestros cuerpos policiales en el estado de Guerrero”.
Acompañó el anuncio de que a los policías se les pagará viáticos para comer donde quieran, durante sus recorridos; que en dos días les entregarán dos pares de uniformes más; se les dará un bono a los policías por el día del padre, y se les aumentará el salario.

Las necesidades de los policías son muchas

Por su parte el secretario de Seguridad Pública y Protección Civil, Guillermo Jiménez Padilla, de manera breve destacó sin precisar que las necesidades de los policías “son muchas”, pero luego acotó que se están resolviendo, “porque son buenos policías, son buenos hombres”.
Aseguró que en la policía “hay interés y compromiso de servir con lealtad, con patriotismo al estado, son gente buena, lo he podido constatar con ellos”.
Y reveló: “Son ellos quienes salen todos los día a enfrentar a la delincuencia, a veces van armados sólo con ese valor del guerrerense que nos ha distinguido, créame, son hombres y mujeres valerosos”.

La policía aún no está al nivel de las circunstancias

A nombre de los festejados, el policía Felipe Flores Velásquez, por sus 24 años de servicio, refrendó la lealtad al gobierno y agradeció el desayuno y por abrirles la residencia de Casa Guerrero, porque los comprometía más y no los hace sentirse solos, sobre todo cuando caen sus compañeros y allí está el gobernador para ayudar a los familiares y hacerles soportar su pena.
Felipe Flores, diplomático, le dijo al gobernador que con su estímulo y apoyo la voluntad de los policías se hace inquebrantable y en correspondencia dijo que es un deseo hacer sentir al gobernador orgulloso de su policía.
Aunque con sus 24 años de servicio, Felipe Flores destacó que están conscientes que les hace falta mucho por hacer, “aún no estamos al nivel que las circunstancias lo exigen”.
Por lo anterior, comprometió a la policía “a hacer día con día, obreros incansables que abonen la paz y la seguridad”.
Advirtió a sus compañeros que “agravia profundamente a la sociedad el policía deshonesto, el que trastoca los principios más elementales, el que con su mal proceder mancha este uniforme que debe llevarse con dignidad para satisfacción y orgullo de nuestros seres queridos”.
Luego pasó a las demandas, recordando que cuando fue gobernador interino Angel Aguirre Rivero, se les dio por primera vez el bono al policía, pero ahora pidió que se instituya por decreto el Día del Policía Guerrerense.
Indicó que saben que su mayor preocupación “es profesionalizarnos, que la policía se certifique, que no sea temida por la sociedad y que en nuestro proceder se gane el respeto y el reconocimiento; no le vamos a fallar, porque nos ha dado todo para lograrlo, porque nos queda claro que ha mayor preparación, mayor remuneración, entre más preparados daremos mayores resultados”.
Felipe Flores dijo que sabe que el gobernador “pretende tener una policía certificada y confiable; hacer una policía moral y de convicción incorruptible, no lo vamos a defraudar, el estado lo merece y la sociedad lo reclama, no le vamos a fallar”.
Al final del desayuno consistente en aporreadillo, frijoles, café, pan y fruta, y posterior a las intervenciones, el gobernador dio inició la entrega de premios, entre ellos dos vehículos que ganaron policías que en ese momento se encontraban de servicio, y que el secretario de Seguridad Pública y Protección Civil, Guillermo Jiménez, se comprometió a entregarles posteriormente.
Se repartieron allí en Casa Guerrero, 400 premios, entre pantallas planas, lavadoras, planchas y grabadoras.
Enseguida el gobernador bajó del templete y se fue entre los policías para saludarlos de mano, momento que algunos aprovecharon para decirles sus peticiones, como crear el fondo de ahorro, recibir créditos  diversos y hasta atender asuntos personales, como suspensiones de pagos.
En la reunión también estuvieron el secretario General de Gobierno, Humberto Salgado Gómez; de Seguridad Pública, Guillermo Jiménez Padilla; de Finanzas, Jorge Salgado Leyva; la procuradora Martha Elba Garzón Bernal; el presidente del Tribunal Superior de Jus-ticia, Jesús Martínez Garnelo; el presidente de la Mesa Directiva del Congreso, Floren-tino Cruz Ramírez, y el vocero del gobierno del estado, Arturo Martínez Núñez.

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