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La quiebra de la SEG, un episodio de la corrupción que linda al gobierno estatal

Lleva cuatro titulares, todos políticos, y se habla de uno más

Aurelio Peláez

Ciudad de México

Las sospechas de corrupción han lindado al gobierno de René Juárez. En su periodo de gobierno, la Secretaría de Educación ha recibido señalamientos al respecto.

La dependencia no ha sido sólo una especie de caja chica del PRI y sus gobiernos, durante décadas, sino también una fuente de empleos y de ingresos para su clase política. En ciertos tiempos, hasta para la militancia alcanzaban las chambas. Con René Juárez no ha sido la excepción. Su gobierno tiene ya cuatro titulares de Educación: Humberto Salgado Flores, Marcelino Miranda Añorve, Miguel Mayrén Domínguez y Daniel Pano, todos políticos ligados al PRI y sin perfil académico. Y se habla ya de un quinto secretario con las mismas características, como resultado de las negociaciones para que declinara el senador Héctor Vicario a contender por la candidatura del PRI a gobernador.

Así, perdidos los rumbos y la lógica de su labor, la dependencia, descentralizada por el gobierno federal, tiende a colapsar, como lo reconoció en octubre de 2003 el mismo titular de la SEG, Daniel Pano Cruz.

En diciembre, en conferencia de prensa, Pano Cruz informó que la dependencia se encontraba en quiebra técnica y anunció la aplicación de un Plan de Austeridad. Comentó que la institución tenía un déficit de mil 790 millones de pesos que tuvo su origen en el aumento de 45 a 90 días de aguinaldo a 65 mil trabajadores y la apertura de 5 mil plazas sin respaldo financiero, y señaló como responsables del quebranto a partidos, organizaciones sociales y a las corrientes del SNTE.

“Mataron a la gallina de los huevos de oro”, decía en un críptico mensaje, dirigido quizá autocríticamente a la clase política a la que pertenece, que a maestros o a ciudadanos. No obstante, ante la inquietud que el anuncio provocó entre las corrientes magisteriales, principalmente en el sindicato magisterial, el SNTE, cercano al priísmo, y entre la CETEG, la opositora, el gobierno estatal tuvo que recular y el propio gobernador René Juárez desmintió dos días después al titular de la SEG.

René Juárez dijo que el gobierno estatal contaba con recursos para pagar aguinaldos y que atendería los problemas de la institución, a la par de demandar más recursos a la federación. SNTE y CETEG anunciaron que no aceptarían ningún programa de austeridad y que se movilizarían, en caso de que éste los afectara.

Pano Cruz advertía que la SEG no tendría capacidad para el pago del 50 por ciento del aguinaldo este año, que existe el riesgo de “desfasar” el pago de los sueldos quincenales, y anunció un Plan Emergente de Austeridad y Racionalización Financiera.

Entre las medidas de austeridad anunciaba la congelación de plazas vacantes, la cancelación de plazas para egresados de las normales y la eliminación de los que cobran sin trabajar. Los aviadores, pues.

El secretario anunciaba que el informe de la situación financiera de la SEG sería entregado a las instancias fiscalizadoras con el fin de que determinen si hay irregularidades y deslinden responsabilidades, y que el plan emergente sería supervisado por la Secretaría de Gobierno, la Secretaría de Finanzas y por la Contraloría del estado, y                         para resolver el problema de fondo se buscarán financiamientos de la SEP y de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público federal.

No obstante, el plan fue echado abajo más por las presiones políticas, y para evitar un riesgo de ingobernabilidad en la entidad, postergando la solución del problema (o delegando el colapso real) al próximo gobierno estatal.

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