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Marcial Rodríguez Saldaña

El Congreso del PRD

El fin de semana pasado se llevó a cabo el VIII Congreso Nacional del PRD, en medio de una crisis interna provocada por los videoescándalos en donde se ven involucrados ex dirigentes del partido en actos indebidos, y del agotamiento de un modelo que se refleja en su estancamiento electoral, presencia muy regionalizada y muy bajos índices de votación en la mayoría de los estados del país.

1.- Los videos que muestran escenas que exhiben a ex dirigentes importantes del PRD, no tienen ninguna explicación ni justificación, se trata de actos que contravienen los principios del PRD, ante lo cual afortunadamente el Comité Ejecutivo Nacional actuó con oportunidad y firmeza, aplicando las sanciones correspondientes y poniendo su disposición para esclarecer cualquier hecho relacionado con el partido, a diferencia de otros partidos que han encubierto a sus dirigentes acusados de actos similares. El PRD con ello salva su honra ante la sociedad, pues se deslindó de tales hechos y ubicó como casos particulares alejados de la actuación institucional del partido.

2.- Este Congreso debe verse como el inicio de un profundo proceso de revisión del proyecto histórico del PRD que no podría el PRD ofrecer un proyecto al pueblo de México en medio de crisis interna, pues los ciudadanos no confiarían en él; la propuesta de disolución de las corrientes es un tema inacabado, pero el hecho que se abra el debate sobre la misma representa un avance.

Las corrientes políticas del PRD han hecho aportaciones significativas a la construcción del partido, tienen liderazgos notables, sin embargo se ha cuestionado su papel de cerrar el partido a sus grupos contraviniendo la esencia del PRD de ser un partido de la sociedad; se han vuelto murallas de contención en la vida democrática interna, los militantes sin corriente están condenados a la marginalidad, a no tener ninguna posibilidad de aspirar y lograr representar al partido en sus órganos de dirección interna mucho menos en instancias de representación popular.

La transformación del PRD pasa por la forma de acceso de los ciudadanos al partido, no es posible que las credenciales las secuestren grupos para sólo afiliar a sus simpatizantes y no haya para que los ciudadanos se afilien, el PRD debe facilitar, hacer lo más sencillo el proceso de afiliación, incluso hasta por internet debería establecerse un mecanismo de afiliación.

La democracia interna es parte vital de un partido que enarbola la bandera de la revolución democrática, el PRD requiere de un IFE interno, que dé garantías para la competencia a su interior en donde cualquier militante tenga las mismas posibilidades de representar al PRD en sus órganos de dirección interna, así como en las instancias de representación popular. Los cargos de representación no deben estar predestinados a los incondicionales de los líderes de corrientes, quienes en ocasiones sólo calientan las curules de los Cabildos, Congresos locales o asientos del Congreso de la Unión.

El PRD debe ser un partido abierto a los ciudadanos interesados en dignificar la vida política del país y cerrar el paso a tránsfugas de otros partidos que sólo los mueve la ambición del poder, pues cuando en otros partidos le cierran los espacios a sus ansias de poder, algunos han corrido al PRD que desafortunadamente les ha abierto las puertas sin recato alguno. El PRD debe ser un partido de la sociedad no de vividores de la política.

3.- La aprobación en el Congreso de que las instancias autónomas estén integradas por militantes que no pertenezcan a las corrientes políticas, antes, durante y años después al desempeño de su encargo, es un avance significativo en la institucionalización del partido; un principio básico de la justicia democrática, es que no se sea juez y parte, que en los procedimientos de garantías no enjuicien los actos de violación a los estatutos compañeros de la misma corriente.

4.- El diferendo entre Cuauhtémoc Cárdenas y el Comité Ejecutivo Nacional no es un asunto menor; si bien es cierto que ningún partido puede desarrollarse bajo la sombra de ningún caudillo, el ingeniero Cárdenas ha sido un destacado luchador la la instauración de la democracia en México, y por la autoridad moral y política que se ha ganado a pulso, no se pueden tomar a la ligera sus propuestas de refundación del PRD, la clave está en la capacidad de los acuerdos, de los consensos bajo los principios que abandera del PRD, ojalá que esta circunstancia se supere para bien del partido.

5.- El VIII Congreso Nacional del PRD es el comienzo de una oportunidad para el PRD de renovarse desde sus entrañas, la militancia del partido es su capital más valioso, la confianza de la sociedad que se han ganado sus gobiernos, que se refleja en la votación del electorado debe mantenerse e incrementarse. El PRD tiene la gran oportunidad histórica de la innovación política, de avanzar y consolidar su vida institucional interna y así presentarse ante la sociedad de México con la frente en alto, para seguir ganando gobiernos municipales, estatales y enfilarse a competir y ganar la Presidencia de la República en el año 2006.

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