Celedonio Serrano Martínez
El corrido, lo que la historia calla o soslaya
Ismael Catalán Alarcón*
Voy a narrar esta historia
de un hombre de largo andar,
que se apellida Serrano y es poeta popular…
“Me preocupa la situación de injusticia, de impunidad y de guerra que hay en el mundo”, me comentó en reiteradas ocasiones el escritor guerrerense Celedonio Serrano Martínez, quien el pasado 21 de enero hubiera cumplido 91 años de edad, si es que no se hubiera atravesado en su camino la parca en el año 2001.
Hasta parece que presintiera las atrocidades que iba a cometer contra la humanidad el carnicero George Bush, presidente de Estados Unidos.
El maestro Serrano Martínez, a quien de cariño sus amigos le llamaban don Cile, nació en la aldea de Puerto de Arriba, hoy Puerto de Allende en el municipio de Tlalchapa, Guerrero el 3 de marzo de 1913.
De origen campesino, el autor del prestigiado estudio Coyote, corrido de la Revolución mexicana, fue reclutado como estudiante en la comunidad El Potrero (hoy Villa Madero) del mismo municipio, por el joven profesor Domingo Adame Vega.
Cierto día , mientras el profesor conversaba con algunos padres de familia, por la terregosa calle de la comunidad, pasó un joven más o menos de su edad, iba montado en un burro y se cubría la cabeza con un ancho sombrero de palma.
–¡Hey muchacho! te he visto pasar varias veces frente a la escuela, ¿te gustaría inscribirte? invitó el maestro.
–No sé si se pueda, apenas si conozco el silabario guadalupano, respondió Celedonio.
–Pues aquí te podemos enseñar. Te espero mañana.
Su encuentro con las letras
Fue en ese fortuito encuentro donde se selló el futuro de ese joven, quien ignorante de sus cualidades intelectuales se inscribió en la escuela y rápidamente aprendió a leer y escribir. ¿Quién diría que aquel humilde campesino de Tierra Caliente, cuyo futuro, al igual que el de muchos otros jóvenes de las comunidades de México, no era nada promisorio sería un gran exponente de la literatura popular mexicana e iberoamericana?
Raúl Isidro Burgos Alanis fue quien reconoció sus cualidades y lo invitó a concluir sus estudios de primaria en la ciudad de Arcelia y luego a inscribirse en la Normal Regional de Ayotzinapa, Guerrero. Era el mes de enero de 1933.
“Creo que desde entonces escribía versos porque nació poeta, a pesar de que nunca había recibido lecciones de métrica y consonancia”, recuerda con entusiasmo el también escritor Herminio Chávez García, con quien Serrano Martínez compartiera aulas, vivencias y carencias en la escuela de Ayotzinapa y en la Normal Nacional de Maestros, con sede en la ciudad de México.
En la Normal Nacional de Maestros, Celedonio Serrano estableció una relación con otros estudiantes poetas como Juan García Jiménez, Manuel Chiñas, Ricardo Grijalva, Abraham Velázquez y Paulino Sabugal, con quienes formó un grupo que llamaron Vórtice.
Hace tres años ya que don Cile murió en el más completo de los olvidos por parte de las instituciones culturales, educativas y del gobierno estatal. A pesar de su carácter introvertido, casi hasta la timidez, cultivó simpatías, amistades y reconocimientos de gente de distintos niveles sociales, culturales y políticos.
Fue diputados local por accidente, pues su amigo Carlos Román Célis, lo presionó para ello.
Las sociedades de escritores de Argentina y Austria le rindieron homenaje en vida, en reconocimiento al talento de aquel modesto escritor y poeta guerrerense. En su estado, sólo la Universidad Autónoma de Guerrero le ofreció un homenaje el 6 de octubre de 2001; el pequeño-enorme detalle fue que don Cile ya había fallecido.
En ese acto el entonces rector Florentino Cruz Ramírez, en la euforia del evento, se comprometió públicamente a editar su novela El empautado. Sin embargo, el rector concluyó su gestión y el compromiso que estableció ante los concurrentes y ante Raúl Serrano, hijo de don Celedonio, jamás se cumplió. Es de desearse que el actual rector, Nelson Valle López, pueda cumplir la palabra de su antecesor.
Del ex gobernador Rubén Figueroa, a quien en una ocasión le obsequió un ejemplar de El Coyote; corrido de la Revolución mexicana, Serrano Martínez contaba que cierta ocasión, lo llamó para felicitarle a su particular modo.
–¡Oye cabrón, ¿cómo le hiciste para escribir este libro?, preguntó el ex mandatario.
–Pues desvelándome muchas noches y malpasándome, dijo Celedonio.
–Qué bárbaro, escribiste una chigonería.
“Don Rubén me veía como si fuera su familiar, platicábamos de cualquier cosa, menos de política”.
Su producción literaria
A su muerte, la producción literaria de Celedonio Serrano queda como herencia cultural para los guerrerenses; esperamos que el gobierno del estado, la Universidad Autónoma de Guerrero o algunos mecenas, la reimpriman y difundan, ya que todavía tiene amplia vigencia.
Su obra más famosa es Coyote, corrido de la revolución mexicana, editado por la SEP en 1951, con 333 páginas, hermosamente ilustrado por los grabadores Gabriel Fernández Ledesma y Francisco Moreno Capdevila. Es un gran poema histórico de más de cinco mil versos.
Otras de sus obras son El corrido mexicano no deriva del romance español, trabajo mediante el cual obtuvo el grado de master en letras por la UNAM; El cazador y sus perros, es un libro de literatura infantil que ha recorrido las escuelas básicas de educación media en países de habla hispana y del mundo. Es un libro de lectura obligada donde narra las aventuras de un viejo cazador que hace confidentes de sus sueños a Salaver y Confite, sus queridos perros amigos y valiosos auxiliares de oficio. Fue publicado por Fernández editores.
La bola suriana, un espécimen del corrido mexicano, es la única obra editada por el gobierno del estado de Guerrero en 1989. En Copla popular guerrerense, hace un estudio exhaustivo de este género literario; El romance del Balsas, fue su primera obra publicada; El empautado, novela amena en la que aborda el tema del cielo y el infierno, fue publicada en 1980.
Otras de sus obras son Nuevo diálogo de la lengua, Voces del campo, Nuevo júbilo y Cuentos de mi infancia.
A tres años de la desaparición física de Celedonio Serrano, recomendamos que lean lo que encuentren de su obra, y más allá de homenajes post mortem, el recuerdo del humilde maestro, permanecerá en la memoria de quienes tuvimos el honor de tratarle y de quienes lo conozcan a través de su obra, así como ocurre con todos los seres de valía. La pequeña figura del maestro se agigante en el luminoso espacio de su ausencia.
*El autor es historiador, fue catedrático universitario y ha sido tres veces director de Radio UAG.
Corrido a Celedonio Serrano (inédito)
Héctor Cárdenas
Celedonio Serrano Martínez
cuando joven corridos cantaba
en su honor un corrido al corrido
machetazo a caballo de espadas
Celedonio Serrano Martínez
de años mozos corridos cantaba
en su pueblo de Puerto Arriba
la espinita ya entonces cargaba
Fue su padre Aurelio Serrano
un humilde y pobre campesino
fue su madre Emilia Martínez
Celedonio es el hijo querido
Escuchaba por Puerto de Arriba
los corridos de los campiranos,
hoy su pueblo es Puerto Allende
cambia el nombre para los paisanos
Celedonio Serrano Martínez
cuando joven se fue a Ayotzinapa
el maestro rural nace al mundo
con el tiempo se abre la capa
Celedonio Serrano Martínez
escritor que sus obras escribe
El Coyote, es su obra más famosa
Celedonio, ahora en Tixtla vive
Aquel niño humilde de cuna
por Talachapa a la vida aparece
meritito en un 3 de marzo
corría el año 913 (1913)
Hoy le canto un corrido al corrido,
que lo escuche el profe Serrano,
con orgullo investiga y escribe
el corrido es ritmo mexicano