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Acusan a maestra de Odontología de la UAG de hostigamiento y de cobros indebidos

 

 Estudiantes y directivos exigen que Lourdes Muñúzuri sea sustituida por una interina

 Estudiantes y directivos de la Unidad Académica de Odontología de la UAG, denunciaron públicamente el supuesto hostigamiento que lleva a cabo la maestra Hilda Lourdes Muñúzuri Arana en contra de estudiantes.

La maestra también es acusada de irregularidades, al cobrar el año pasado 12 mil 250 pesos por un curso a estudiantes reprobados.

Los estudiantes inconformes estuvieron acompañados por el director del plantel, Alejandro Vélez Flores, además de maestros y personal directivo que les manifestaron su respaldo, brindaron una conferencia de prensa en el restaurante 100 por ciento Natural.

La jefa del salón 802, Rosario Longares Serna, informó que la maestra titular de la materia de odontopediatría los amaga constantemente con reprobarlos e incluso como responsable de una materia de titulación prolongar su estadía en la escuela. Por todo esto se perdió el respeto en la relación de alumno-maestro.

La estudiante precisó que la profesora se comporta de manera “grosera y altanera”, además “nos ha amagado con reprobarnos cuando nos imparta la materia de ergonomía y la materia para titulación”. Ante este panorama la mayoría de los alumnos de cuarto año de odontología exigen que ya no sean instruidos por Muñúzuri Arana.

Comentó que ante el disgusto de los estudiantes, ahora María Esther Adame es la maestra interina y que 60 de 75 alumnos prefieren recibir clases de la nueva maestra, que de la titular.

Rosario Longares también criticó la apatía de los representantes universitarios de la Federación Estudiantil Universitaria Guerrerenses, a quienes les pidieron su apoyo y un representante –de quien omitió su nombre– se comprometió a dialogar con la dirección, pero “por cuestiones de grupos políticos” no hizo llegar la inconformidad a la Comisión Mixta o al rector Nelson Valle López.

Aseguró que el interés de denunciar públicamente la irregularidad, es para “detener el hostigamiento”, y consideró que están rezagados los procedimientos en el departamento jurídico de la universidad e incluso en la Coordinación Regional de la Comisión de la Defensa de los Derechos Humanos, ya que su demanda ha sido infructuosa; ante ello preguntó “¿entonces quién nos va a defender como estudiantes?”.

La jefa del grupo 801, Wendy Escobar Suástegui, mostró un informal recibo signado el 1° de julio de 2003 por la maestra impugnada, que recibió 10 mil pesos por el cobro de un curso de Clínica II. La representante estudiantil precisó que después le entregaron 2 mil 250 pesos, porque algunos alumnos faltaron de pagar.

En tanto, el director del plantel mostró un documento en donde sólo autorizó que se abriera el curso, porque no se cumplió con todo el programa de estudio, pero recientemente fue informado del pago de los 12 mil 250 pesos que recibió la docente.

Alejandro Veléz aseguró que la maestra impugnada es una buena académica, pero el conflicto con los estudiantes se debe a la álgida relación personal que existe. Informó que la dirección signó un acuerdo para la incursión de la maestra interina, y garantizarle a Muñúzuri Arana el pago íntegro de las horas de clases, debido a la intervención del Sindicato de Trabajadores Académicos de la UAG.

El director de la escuela reconoció que “los alumnos son amagados con la reprobación”, y reiteró que los alumnos son apoyados por el personal directivo de la unidad académica.

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