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Jaime Castrejón Diez

Libros que no se deben escribir

Muchas veces el tratar en alguna forma de impactar a la historia o cambiar el derrotero que lleva el juicio histórico, hace que algunos políticos pierdan el piso y se expongan, muy innecesariamente, a críticas sobre eventos que ya pasaron, y que ya no tienen relevancia; es decir revivir los momentos de un gobierno ya juzgado como malo, gris, lleno de irregularidades, parece ser el ejercicio de un ex presidente que trata de justificarse a sí mismo. Los libros de memorias de grandes estadistas como las de Charles De Gaulle o de Winston Churchill se leen con interés porque tiene una dimensión histórica, no así los libros de quienes sólo son accidentes del pasado.

Una de las tesis fundamentales de la campaña de Miguel De la Madrid fue la “renovación moral de la sociedad” y es precisamente ahí en donde se centra mucho de lo criticable de su época; fueron épocas en que florecieron los grandes cacicazgos, fue la época incontenible de Joaquín Hernández Galicia, La Quina, fue la época de la consolidación de cacicazgos en distintas partes del país y lo curioso es que en su renovación moral el más castigado de los funcionarios del régimen anterior fue quien fuera su rival en la lucha por la Presidencia de la   República, el senador Jorge Díaz Serrano.

Pero da la casualidad que el más fuerte de sus críticos iba a ser quien encabezó aquella Asesoría Especial creada para implementar su tesis de campaña de la renovación moral de la sociedad. Su asesor especial fue Samuel del Villar que en medio de pugnas internas, intrigas palaciegas, se fue convirtiendo en algo incómodo para el mismo presidente, que en medio de las crisis económicas del país consideró que la moralidad era buena retórica pero no algo realista en que pueda fincar su gobierno. Del Villar se volvió incómodo para la mayoría del gabinete y en medio de jaloneos presentó su renuncia y se alejó de él definitivamente.

Como digo, era de esperarse que Samuel del Villar fuera a brincar con el tratamiento que se da a la renovación moral en el libro de De la Madrid. No sólo eso, hace críticas reveladoras porque en su papel de asesor especial para este tema, tenía información, que dio en su momento al presidente y si creemos lo que dice del Villar, él la filtró y luego reclamó el que hubiera esas filtraciones. Señal que era inequívoca de que se había convertido en un colaborador molesto y que sus días estaban contados al frente de la                                   Asesoría. Tanto en la Secretaría Particular como en la Secretaría de Gobernación la información de la Asesoría se filtraba a los medios.

Surgen críticas reveladoras en la intervención de Samuel del Villar en La Jornada, ya que revive aspectos que llevan a la investigación de la DEA norteamericana hasta la misma Secretaría de Gobernación, el caso del hijo del general Arévalo y de paso al mismo secretario Manuel Bartlett y además se embarra a distintos miembros importantes de aquel gobierno.

También en la renovación moral queda pendiente un caso importante, el asesinato del columnista Manuel Buendía, que en su momento, con la información a su alcance que había sido también divulgada por un importante columnista norteamericano, Jack Anderson, ponía en tela de duda precisamente no sólo la renovación moral sino que francamente apuntaba el dedo acusador de corrupción y tolerancia a la corrupción en el gobierno De la Madrid. El caso de Manuel Buendía nunca fue totalmente aclarado, quedan dudas muy profundas en quienes en una forma u otra conocían a Buendía y que sabían las líneas de investigación que estaba persiguiendo.

Hay libros que escriben ex políticos que aclaran situaciones como el caso de Winston Churchill en su análisis de los                                   preámbulos de la Segunda Guerra Mundial y la lucha entre bambalinas del Partido Conservador. Las memorias de Charles De Gaulle dan luz sobre las negociaciones diplomáticas del gobierno Francés en el exilio para reconquistar su propio país. El libro de De la Madrid no aclara nada, es como un gran justificante de acciones pasadas que en el momento ya no tienen importancia. Tal vez nunca la tuvieron, pero que recordadas en estos momentos solamente queda la información de que fue un gobierno gris en que hubo impunidad y que se respetaron los cacicazgos.

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