Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Jaime Salazar Adame

La planificación de la capital

A la luz de nuevas interpretaciones acerca de la fundación de la ciudad colonial española en las tierras recién conquistadas al imperio mexica, se abren por lo menos dos hipótesis: la primera que establece el ordenamiento urbano a través de una planta rectangular de cuadrícula. La segunda es la que lo fijaba dando preferencia a cuestiones prácticas tales como la ventilación natural del asentamiento por los vientos cambiantes del clima en un trazado radial de calles.

Quizá la combinación de ambas hipótesis ayude a explicar el por qué de la red callejera de la capital del estado de Guerrero, la muy noble y leal ciudad de Chilpancingo es tan complicada como su alumbramiento. Sin embargo, lo que más llama la atención es que las autoridades municipales están esperando que los servicios que debe suministrar la infraestructura urbana actual explosionen en su totalidad para hacer algo para detener su franco deterioro y brindar los servicios que vía de los impuestos invariablemente cobran.

Tal vez la hipótesis que sostienen los principales del ayuntamiento capitalino sea que el origen de la ciudad es espontáneo o independiente del tipo de asentamientos o ciudades planificadas y creció al ¡hay se va!, después de la división en cuarteles por medio de calles cardinales y su división en filas de parcelas, las naves –tan largas como las naves de las iglesias– la subdivisión de éstas en terrenos para establecimientos de la casa consistorial o ayuntamiento y la parroquia, además en su área central: la plaza de armas.

La planta cuadricular en la que se asentaron las primeras familias españolas cuando Chilpancingo funcionaba en torno del campamento de remuda que se estableció para facilitar el tránsito de los viajeros y comerciantes que se trasladaban de la ciudad de México al puerto de Acapulco y a la inversa, así como a Puebla y Veracruz.

Además de esa función también se hizo con fines de poblar las tierras recién conquistadas, estamos hablando de fines del siglo XVI, concretamente la fecha que algunos historiadores señalan como en la que aparece por primera vez el nombre de Chilpancingo en las Reales Ordenanzas de Felipe II, o sea, el año de 1591, y en consecuencia las llamadas repúblicas de indios fueron paulatinamente desplazadas de las mejores tierras de labor hacia cerros y cañadas.

Sólo por ocuparnos del problema mayor al que nos enfrentaremos en un futuro muy cercano, nos referiremos concretamente al conflicto de la red de agua entubada que se caracteriza por su nula programación en la distribución del vital líquido porque son cada vez más las colonias centrales como la Viguri y lejanas como la Temixco que lo denuncian, no teniendo otra opción más que comprar agua a los piperos que se cobijan de la ineptitud de los funcionarios encargados de la distribución del agua.

Por otra parte no se puede producir el milagro del agua en casa porque los tramos de tubería de segunda obsequiada en sus “buenos tiempos” por Pemex, revientan como chorizo asado en la calle menos imaginada derramando el fluido por días y semanas hasta que algún vecino piadoso lo reporta a la oficina de la “agua potable”, léase Comisión de Agua Potable y Alcantarillado de Chilpancingo alias inCAPACH.

Igualmente el líquido no corre como agua en la calle, dentro de sus fundas de fierro porque la escasez del erario no alcanza para pagar las facturas de la energía eléctrica por el bombeo y la Comisión Federal de Electricidad se da gusto cortando la luz al pueblo sediento y mugroso. Salvos son los que se hallan alrededor del agua que baja del parque nacional de Omiltemi y además no está salada como la de Acahuizotla.

También resultará interesante saber qué pasa con el 6 por ciento que a cada usuario de la luz les ejecutan en cada factura por el consumo de energía eléctrica en sus hogares, ¿a cuántos miles asciende el pago del alumbrado público y cuáles y cuántos son los focos que cambia el H. Ayuntamiento cada mes en las oscuras calles, callejones y avenidas de Chilpancingo?

Ahora que pensándolo bien el rectángulo de los elementos en los que se desplantó la construcción de la histórica ciudad debido a la topografía del terreno, bien pudo haber sido un paralelogramo por la deformación natural del terreno, a su topografía, al estilo de la ciudad de las Siete Colinas como se conoce Roma, y esas notables irregularidades sean las que nos trasmite la primera autoridad municipal entratándose de servicios públicos.

En cambio en el plano catastral sea rectangular o irregular el terreno no hay ciudadano o ciudadana que se escape del pago de impuestos, con sus respectivos recargos por pagar a destiempo o con requerimiento, aunque éste no se halla hecho efectivo en cuanto a la notificación y entrega del aviso de pago. De lo que sí podemos estar seguros es que en el plano moderno de la ciudad se paga doble un servicio de agua entubada inexistente, porque al final lo que urge es el agua y la autoridad no se da por enterada y los piperos sí.

Habrá pues que resaltar que la gran mayoría de las ciudades planificadas se encuentran en el centro y norte de México, y por lo tanto, la continuidad espacial, temporal e institucional no llegó a estos lares, y por ello, el agua se va por donde se resbala.

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