Rubén Cabrera: sospechosa, la actitud del gobierno en torno al caso Cuetzalan

Dice el arqueólogo guerrerense que los ingleses nunca presentaron ningún documento oficial que los acreditara como investigadores

 El arqueólogo guerrerense Rubén Cabrera Castro consideró que la incursión de los ingleses en las grutas de Cuetzalan en el estado de Puebla es un procedimiento inadecuado debido a que según las leyes internacionales de exploración, cualquier institución que intente adentrarse en territorio extranjero deberá contar con un permiso explícito de las autoridades de gobernación del país, documento que nunca han ostentado los investigadores.

“Además nunca han dado una definición concreta de lo que andan haciendo ahí, lo que yo considero un hecho lamentable porque las autoridades están protegiendo a un grupo de extranjeros, lo que levanta sospechas también del gobierno mexicano”.

El investigador originario de Coatepec Costales en el municipio de Teloloapan, explicó que en las grutas de Cuetzalan se encuentran diversos materiales significativos, así como diversos vestigios de las culturas mexica y tolteca.

“Es realmente una calamidad que aún en el siglo 21 exista el pirataje con piezas arqueológicas, un acto que daña a la documentación de la historia, que altera los contextos de investigación como la estratigrafía –estudio de la profundidad de la tierra– que arroja datos imprescindibles para el diagnóstico de piezas antropológicas”, explicó el especialista.

Agregó que en México solo las zonas arqueológicas abiertas al público tienen incluidos en sus presupuestos el pago de vigilancia, sin embargo, todos los demás se encuentran a merced de los saqueadores.

“Hay un tráfico sistematizado y organizado como mafia entre coleccionistas que cuentan con el poder económico, por lo que hay una preocupación a nivel internacional para salvaguardar el patrimonio histórico cultural y no permitir que lo sigan alterando”.

Indicó que en cuestiones de seguridad México está muy avanzado en relación a otros países latinoamericanos, aunque el gobierno federal le de prioridad a otros rubros como educación, comunicaciones y la economía.