Con casi 5 mil desaparecidos, Tamaulipas vive una “tragedia humanitaria”: activista

Juan Alberto Cedillo / Agencia Proceso

Monterrey

Con 4 mil 875 desaparecidos de 2011 a octubre pasado, el estado de Tamaulipas vive una “tragedia humanitaria”, asegura Raymundo Ramos, presidente del Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo.
De acuerdo con el activista, dicha cifra podría llegar a los 8 mil 500 en caso de sumarse las denuncias interpuestas en otros estados, como Puebla, Nuevo León, Coahuila, Querétaro, Guanajuato y Veracruz, entre otros.
Entrevistado en el marco del quinto encuentro de organizaciones que acompañan a familiares de desaparecidos, celebrado en esta ciudad, Ramos precisa que sólo en lo que va del año se han registrado en Tamaulipas 750 nuevos casos.
“Lo que vive Tamaulipas es una tragedia humanitaria con la cifra oficial que ahora se reconoce de cerca de 5 mil desaparecidos. En mi opinión esa cifra se queda corta, debe haber tres veces más, ya que en Tamaulipas también han desaparecido muchas personas que iban en tránsito provenientes de Sinaloa, San Luis, Durango, Nuevo León, Coahuila, Puebla, entre otros estados”, apunta.
Por su parte, representantes de las diversas organizaciones que acudieron al encuentro manifestaron que las 10 medidas presentadas el pasado 30 de noviembre por el presidente Enrique Peña Nieto “no responden a la desoladora y grave situación en la que se encuentran miles y miles de familias que tienen personas desaparecidas”.
Añadieron: “La inmensa mayoría de los casos de desaparición no se han esclarecido, por el contrario, siguen aumentado, como en el caso de Guerrero, donde continúan encontrando fosas clandestinas, o de Tamaulipas, donde se han reportado más de 750 nuevos casos tan sólo en este año”.
Según Raymundo Ramos, esas familias no denunciaron en Tamaulipas, sino en sus entidades, y apenas este año han empezado a crearse fiscalías especiales para buscar a esos desaparecidos y también se están ofreciendo recompensas para localizarlos.
Además, dice, existen reportes por la desaparición de grupos de trabajadores de otros estados que laboraban en Tamaulipas, y de compañías como Nextel, Comisión Federal de Electricidad y Telcel, entre otras.
También hay denuncias por desapariciones de autobuses de pasajeros en regiones como San Fernando. “Esa es una situación terrible. Es una señal de la barbarie que se agudizó en el estado a partir de 2010, cuando empezó la guerra entre el Cartel del Golfo y los Zetas”, dice Ramos.
Remata: “El Problema se agrava si se considera que la actual administración del presidente Enrique Peña Nieto y del gobierno estatal no han podido encontrar la solución para pacificar el estado, para encontrar a los desaparecidos y para ofrecer justicia”.