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Familiares de Lucio Cabañas califican de “crimen de Estado” lo sucedido en Iguala

Agencia Proceso

Ciudad de México

Cuarenta años después de la muerte del fundador del Partido de los Pobres (PDLP), Lucio Cabañas, integrantes de su familia se sumaron a la exigencia de renuncia del presidente Enrique Peña Nieto y la presentación con vida de los 43 normalistas de Ayotzinapa, Guerrero, dos de ellos parientes del maestro rural insurrecto.
En entrevista con Proceso, Guillermina Cabañas sostuvo que cuando su familia se enteró de que dos de sus miembros se encuentran entre los normalistas de Ayotzinapa desaparecidos, “nos revivió el dolor y la impotencia. Todavía no sanamos la otra herida (de los años setenta) ni nos han hecho justicia, que es lo que hemos pedido, y ahora nos hacen esto”.
En un comunicado suscrito por 32 sobrevivientes de la familia Cabañas para conmemorar la muerte del guerrillero ocurrida el 2 de diciembre de 1974, destacaron que durante la guerra sucia “en contra del pueblo de México, específicamente sobre la población guerrerense, el gobierno mexicano protagonizó la desaparición de alrededor de 650 personas sólo en Guerrero y de las que 126 formaban parte de la familia Cabañas”.
Los familiares de Lucio Cabañas señalaron que los acontecimientos del 26 y 27 de septiembre en Iguala “demuestran que la situación en Guerrero y todo el país sigue en las mismas condiciones que hace 40 años, cuando se luchaba con las armas por la justicia y equidad social de la población mexicana”.
Después de calificar como “crimen de Estado” la muerte de seis personas y la desaparición forzada de los 43 normalistas, la familia Cabañas aseguró que “como hace 40 años lloramos las muertes y desapariciones forzadas de nuestros hermanos”.

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