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?Con los padres de Ayotzinapa “he recordado mi misma historia”, dice Estela de Carlotto

 

Agencia Proceso-CIMAC

Ciudad de México

Las Abuelas de Plaza de Mayo –organización con más de 37 años en busca de sus familiares desaparecidos durante la dictadura militar en Argentina–, brindó su experiencia y solidaridad a madres y padres de los 43 normalistas desaparecidos el pasado 26 de septiembre en Iguala, Guerrero.
En una charla de tres horas, familiares de los estudiantes de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos, desaparecidos presuntamente por policías municipales y el grupo criminal Guerreros Unidos, se reunieron con Estela de Carlotto, presidenta de las Abuelas de Plaza de Mayo, quien reconoció que la búsqueda de las madres de Ayotzinapa es similar a la lucha de su propia organización.
De Carlotto dijo ayer en conferencia de prensa en el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, en esta capital, que al igual que las abuelas que perdieron a sus hijas y nietos durante la dictadura militar (1976-1983), en México las familias de Ayotzinapa están saliendo a buscar a sus hijos.
“He recordado mi misma historia, la historia de mis compañeras las abuelas, que con lágrimas de no saber qué hacer empezamos la búsqueda”, destacó la activista, quien apenas hace tres meses recuperó finalmente a su nieto.
Recordó que durante los inicios de su organización la prensa desinformaba a la población y culpabilizaba a las víctimas, como (según acusan las familias de Ayotzinapa) ocurre en México con la desaparición de los 43 normalistas.
Pese a no manifestarse durante los años de la dictadura –explicó De Carlotto para dar aliento a las madres–, al final “salimos porque tuvimos conciencia de que estaban secuestrando a nuestros hijos, y salimos las mujeres solas, con desconocimiento y rechazadas por la sociedad”.
La desaparición de su hija Laura, así como de la de centenares de recién nacidos, transformó la vida de Estela de Carlotto, quien expresó: “Les habla una mujer de 84 años que 40 años atrás no pensaba estar haciendo esto, tenía otro proyecto de vida”.
De Carlotto puso a disposición de las familias de Ayotzinapa toda su experiencia y les aconsejó “que no aflojen, que no desmayen, que tengan la voluntad porque cuando uno tiene fe hay resultados”.
Como botón de muestra, la activista contó: “Mi nieto le fue robado a mi hija Laura para matarla a ella dos meses después; lo busqué por el mundo por 36 años y hace tres meses lo he encontrado. A luchar porque se puede”, declaró.
En respuesta a De Carlotto, madres y padres de Ayotzinapa dijeron que no se van a cansar nunca y van a seguir buscando a sus hijos. “Aquí hay una señora de gran corazón que nos está poniendo el ejemplo”, resaltaron.
Hilda Hernández Rivera, madre de César Manuel González, declaró que como Estela, ellas también están sufriendo una transformación.

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