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Cuauhtémoc Sandoval Ramírez

 Zapatero

En repudio al atentado contra el Gobernador Murat  

José Luis Rodríguez Zapatero, líder del Partido Socialista Obrero Español se ha convertido en figura mundial al ganar el 14 de marzo, contra todos los pronósticos, las elecciones para presidente del Gobierno de España, teniendo como marco los trágicos atentados terroristas que se realizaron tres días antes en Madrid.

La historia de José Luis Rodríguez Zapatero, o Zapatero como todo mundo lo conoce, no es la de un líder arrollador. Se parece más bien a la de uno de esos jóvenes y buenos jugadores de las categorías inferiores de un equipo de futbol de primera división. Empiezan a pegarle al balón desde la infancia, pero con método y guía, de acuerdo a un plan previamente establecido, sin prisas por llegar, aunque seguros de lograr la meta.

Un día, debuta en un partido de final de la copa y asombra a todos, a sus compañeros, al cuerpo técnico y fascina al público. Zapatero, ahora es la nueva estrella socialista. A los 44 años, será el jefe de Estado más joven de la nueva Unión Europea.

Zapatero fue electo al Congreso español en las elecciones generales de 1986, y a los 26 años se convirtió en el diputado más joven de las Cortes españolas. Dos años más tarde fue electo a la Secretaría General de su provincia, pero el salto espectacular lo dio en julio del 2000 cuando en el 35º Congreso Federal, sin tener la denominación de origen de ninguna de las familias políticas de su partido, ganó la Secretaría General del PSOE.

Tuve la oportunidad de participar como invitado en ese 35º Congreso , en el Palacio Municipal de Congresos de Madrid, y pude ser testigo de una auténtica batalla política interna donde concurrieron cuatro candidatos a suceder el fuerte liderazgo de Felipe González, sin embargo el sprint final estuvo entre Zapatero y el Barón entre los Barones del PSOE, José Bono, Presidente de Castilla-La Mancha (tierra de Don Quijote), quien recientemente estuvo en México.

Goliat y David en el Congreso del PSOE. Con hábiles operadores políticos, con propuestas políticas audaces, con un auténtico discurso de renovación, ganando voto a voto de los delegados, Zapatero se impuso a José Bono por sólo nueve votos en un final cardiaco y contra todas las expectativas. Sólo los taxistas de Madrid, habían previsto su triunfo.

A mediados del 2001, Zapatero visitó México en su primer viaje a América Latina. Era la etapa de ascenso de Fox en México, Bush en EU y de Aznar en España, trío que en alguna ocasión intercambiaron elogios y se plantearon la construcción de una alianza política de largo plazo. En una larga conversación, Zapatero nos preguntó acerca de los alcances del cambio en México en julio del 2000 tras la derrota del PRI. No le convenció nuestro pesimismo.

Con Zapatero al frente del PSOE se recompusieron las relaciones con el PRD que en algunos momentos fueron muy tirantes. En la época del gobierno de Felipe González (82-96), sobre todo debido a su amistad con Salinas de Gortari, las relaciones entre nuestros dos partidos sufrieron un fuerte deterioro. Esto se debió a la línea de los antiguos dirigentes del PSOE que apostaban al viejo partido de Estado.

Años después, Felipe González en una clara postura autocrítica, decidió asistir como invitado al histórico Congreso Nacional del PRD en Zacatecas y pronunció un encendido discurso sobre las perspectivas de la izquierda mundial con referencia a la izquierda mexicana, que calmó los ánimos de los delegados perredistas y logró un borrón y cuenta nueva.

El 7 de febrero de este año, participé junto con el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano en la sesión del Consejo de la Internacional Socialista que se realizó en Madrid, sede y fecha que se eligió para expresar el apoyo de los 160 partidos políticos de todo el mundo que pertenecen a la IS, al PSOE y a la candidatura de Zapatero. En esta ocasión, participó una delegación del PRI que incluía al gobernador oaxaqueño José Murat.

Zapatero al inaugurar este evento, hizo una brillante exposición de su política internacional, planteando que el combate al terrorismo no se hace con guerras con base en mentiras, inventando armas de destrucción masiva y violando el derecho internacional. Planteó el diseño de una nueva Seguridad Democrática Global que permita construir un nuevo mundo multilateral. Enfatizó la necesidad de desarrollar instituciones internacionales renovadas que sean el cimiento de un combate efectivo contra el terrorismo y                                 la militarización de las relaciones internacionales.

Su oposición a la intervención militar de EU en Irak fue clara y tajante. Reiteró que un nuevo gobierno socialista, retiraría los mil 300 soldados españoles que se encuentran en Irak y construiría nuevas relaciones con sus vecinos árabes y sobre todo tendría un papel diferente en la construcción de la Unión Europea, que a partir del primero de mayo de este año se ampliará con diez nuevos estados miembros.

Para asombro de varios delegados que asistimos a esta reunión, Zapatero hizo un gran elogio del precandidato demócrata John Kerry, planteando que su triunfo en EU, permitiría construir ese nuevo esquema de seguridad democrática global y terminó diciendo: Kerry, vas bien! Este mensaje desafortunadamente no tuvo una respuesta similar del abanderado demócrata, quien ha planteado a Zapatero que no retire las tropas españolas de Irak.

El ingeniero Cárdenas y el que escribe hablamos con Zapatero y confiados en su triunfo, acordamos reunirnos nuevamente en Guadalajara, Jalisco, con motivo de la celebración a fines de mayo de este año, de la III cumbre de jefes de Estado de América Latina y la Unión Europea, ocasión en que Zapatero ya asistirá como nuevo presidente del Gobierno Español.

Como buen jugador, Zapatero necesitará mucho oficio, gran resistencia física, un buen gambeteo y sobre todo necesitará anotar goles. En los grandes estadios deportivos, la afición no perdona. Concede a los nuevos ídolos un tiempo generoso para su adaptación, recompensa con aplausos el esfuerzo, pero también exige resultados. Zapatero tiene un difícil reto, sin tener oportunidad al tiempo de descanso reglamentario.

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