Suspenden labores en el Palacio de Gobierno ante la llegada de manifestantes por Ayotzinapa

*Permiten policías el paso a unos 200 trabajadores “bajo su responsabilidad”

Carlos Navarrete Romero

Chilpancingo

Ante la posibilidad de una nueva manifestación ayer se suspendieron las labores en todas las dependencias que se encuentran al interior del Palacio de Gobierno, situación que provocó confusión entre los burócratas, a quienes no se les informó con anticipación.
Sin embargo, el personal de seguridad permitió el acceso de unos 200 trabajadores, a pesar de que el martes unas 5 mil personas marcharon y “clausuraron” la sede del poder Ejecutivo para exigir la presentación con vida de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos, bajo la advertencia de que si se reanudaban labores en ese lugar se “atendrán a las consecuencias”.
Desde las 8:00 de la mañana, trabajadores de las diferentes áreas gubernamentales intentaron ingresar al edificio pero los policías estatales que están a cargo de los accesos les informaron que había órdenes de que nadie pasara.
Pero ante la insistencia de algunos empleados que argumentaron que necesitaban recoger pertenencias y documentos, los guardias les permitieron el ingreso por pequeños grupos pero “bajo su responsabilidad”, toda vez que se esperaba la llegada de manifestantes en cualquier momento.
La entrada de los trabajadores fue por el acceso dos, a un costado del centro comercial Soriana, donde dejaban pasar a grupos de 10 empleados discretamente, a fin de que los manifestantes no se percataran de que había movimiento.
Para las 9 de la mañana los policías abrieron el acceso principal que se encuentra sobre el bulevar del río Huacapa, y se hizo evidente que al interior había trabajadores.
Sólo se permitía el ingreso de los empleados, y a los ciudadanos que pretendían realizar gestiones o trámites se les informó que ninguna dependencia estaba laborando por cuestiones de seguridad.
Algunos trabajadores informaron que en las oficinas de la Secretaría de Finanzas (Sefina), que se encuentra en el edificio Costa Grande había computadoras dañadas y en el suelo, por lo que ingresaron notarios públicos y agentes del Ministerio Público para dar fe de los hechos y levantar las actas correspondientes.
Ya en el interior, algunos se pusieron a laborar, contra lo que les dijeron los policías: que no se tardaran en recoger sus cosas. Pero permanecieron dentro del lugar más de una hora.
Líderes del Sindicato Único de Servidores Públicos del Estado de Guerrero (SUSPEG) pidieron a los trabajadores retirarse, porque temían que las organizaciones que se movilizaron el martes destrozaran, pero no todos atendieron ese llamado.
A las 10 de la mañana los policías que resguardan las entradas del inmueble permitieron el ingreso de todo trabajador que quisiera hacerlo, aunque la mayoría se retiró.
Cuando la primera camioneta con maestros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG) llegó al Palacio de Gobierno los policías cerraron el acceso principal e informaron a los trabajadores que continuaban en el interior que debían retirarse.
De inmediato alrededor de 200 trabajadores evacuaron sus oficinas y se dirigieron a la puerta dos para salir, los últimos en hacerlo encontraron el portón cerrado, por lo que se arrastraron para pasar por debajo de la estructura metálica y abandonar el edificio.
Esta situación motivo que ayer, de nueva cuenta, el magisterio disidente tomara el Palacio de Gobierno.