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Con todo el apoyo, el equipo cazamapaches que vino con Imaz

 En julio de 2002, cuando vino a Zihuatanejo el secretario particular y considerado el brazo derecho de la ex líder nacional del PRD, Rosario Robles, Antonio Santos, la casa de campaña de Amador Campos se cambió de sede, pues estaba en el domicilio particular del candidato y se ubicó en la avenida Morelos, una de las principales arterias del puerto.

Campos Aburto se mostró complacido con el nuevo lugar, un espacio grande con una construcción de dos niveles, muy amplio. “No sé cuánto estén cobrando de renta, pero el CEN es el que va a pagarla”, dijo entonces.

Se conoció que la renta del inmueble costaba 45 mil pesos mensuales, y se recuerda que también sirvió como refugio temporal luego de la tormenta tropical Julio que azotó Zihuatanejo y dejó más de 500 familias damnificadas.

Además de los azuetenses que participaron en comisiones, los organizadores del CEN vinieron con perredistas de otros estados de la República a quienes contrataron por un mes y recibían una paga semanal por repartir volantes y propaganda, además de que servían como avanzada en cada sitio que el candidato iba a recorrer.

Con la llegada de Carlos Imaz a Zihuatanejo, llegaron también dos autobuses con jóvenes procedentes del Distrito Federal de las delegaciones de Tlalpan y Coyoacán, con cámaras de video, de fotografía y grabadoras que actuaron como cazamapaches.

Se supo que fueron hospedados en el hotel Zihua Inn, propiedad del ahora director de Planeación y Presupuesto, José García García y que los gastos generados fueron cubiertos por recursos aportados por el CEN.

También se dispuso de cuatro automóviles tipo Chevy y una camioneta Suburban rotulados con leyendas como “Es tiempo de la esperanza”, “PRD, un partido cercano a la gente”.

Para el día de las votaciones, el 6 de octubre, por instrucciones de Carlos Imaz y Antonio Santos se adquirieron 700 celulares que se repartieron a los brigadistas y observadores electorales contratados, además de coordinadores y vigilantes de casillas.

También se utilizó un helicóptero en el que el secretario particular de Rosario Robles vigiló por los aires la jornada electoral tanto en la ciudad como en la región de la sierra para estar atentos a un posible enfrentamiento y avisar de inmediato a las brigadas cazamapaches. (Benda Escobar / Zihuatanejo).

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