Llega a su fin el concurso nacional / estatal de cuento José Agustín tras declararse desierto

*Luego de 18 años creo que ya cumplió su cometido, que era el de impulsar a los escritores, dice deprimida la organizadora Aída Espino

Óscar Ricardo Muñoz Cano

El concurso nacional / estatal de cuento José Agustín “llegó a su fin” luego de 18 años de realizarse, informó la promotora cultural y organizadora del certamen Aida Espino, luego de anunciar que este año y por primera vez se declaró desierto dicho premio que se hace de manera independiente.
En breve charla telefónica, indicó “se acabó el concurso luego de 18 años… creo que ya cumplió su cometido, que era el de impulsar a los escritores”.
Luego de aceptar la desilusión por los resultados de este año, reiteró, “cumplió su cometido (el concurso), cuando yo inicié no había un solo concurso y ahora hasta el Estado convoca…Y en realidad este concurso salió cuando no había concursos literarios en Acapulco, ni en Guerrero…”.
En una carta, facilitada por la propia Espino, y dirigida al Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), que coadyuvó a dicho certamen, explica que “deprimida por el resultado de este año –nunca los premios se habían declarado desiertos–, he decidido no volver a convocarlo”.
El texto de una cuartilla menciona que el certamen “detonó algunas carreras literarias y estimuló la escritura, pues varios de los ganadores se han dedicado profesionalmente a la Literatura, han ido a estudiar a México, a Cuernavaca, a Puebla, a Querétaro, etc; han participado exitosamente en otros concursos y/o han publicado”.
Agrega que “enriqueció las letras guerrerenses, pues se produjo obra: tenemos listo para editarse el libro del Premio José Agustín: con 37 cuentos de buena calidad, de los cuales 29 son guerrerenses. Para un estado en el que la cultura nunca ha sido una prioridad, esa es una buena noticia”.
A decir de la información de su propia página de Internet, el premio nacional / estatal de cuento corto José Agustín se entregó por primera vez en 1997 y nació como una iniciativa independiente de la mano de Aida Espino, presidenta del Consejo Coordinador de Actividades Culturales de Acapulco al tiempo que al propio escritor, José Agustín, le interesó como una forma de impulsar el trabajo literario en el estado.
Si bien, desde ese año a 2000 fue sólo un premio estatal, para 2001 se anexó el premio nacional. Desde entonces y a la fecha, se realizaron ambos certámenes de manera ininterrumpida.
Entre sus jurados estuvieron gente como los escritores Hernán Lara Zavala, Rafael Ramírez Heredia, Eduardo Antonio Parra, David Toscana, Marcelo Uribe y Luis Zapata.
Entre sus ganadores están los guerrerenses Federico Vite (Primer lugar estatal, 2001), Noé Blancas (Primer lugar estatal, 1997), Daniel Baruc (Primer lugar estatal, 2007) y Blanca Elena Rivera (Primer lugar estatal, 2013).

Desierto, el premio de este año

Por primera vez en su historia, el concurso nacional / estatal de cuento corto José Agustín se declaró de-sierto en todas sus vertientes, informó de manera unánime el jurado en su acta en la que agrega que la falta de calidad de los trabajos que se presentaron no corresponde a la tradición de calidad ni al renombre de dicho certamen literario en sus 18 años de existencia.
Los escritores Daniel González Dueñas, Rodolfo Palma Rojo y Enrique López Aguilar, jurados de dicho concurso que se organiza de manera independiente en Guerrero, asentaron que sin duda fue una decisión muy difícil pero “queremos ante todo especificar que nuestra apreciación de los textos se debió única y exclusivamente a los textos mismos, amparados bajo seudónimo, independientemente de su procedencia y tema”.
Por ello, y tras señalar que cosas como la lógica de los relatos, su propuesta imaginativa y estructural o el manejo del lenguaje son las que ponderaron, se vieron en la difícil posición de declarar desierto el premio nacional y los tres premios estatales.
“Esto no quiere decir que no hubiera entre los trabajos participantes excelentes ideas, pero lamentablemente defectuosas en la parte expresiva (incluso en cuanto a ortografía, gramática y sintaxis); asimismo encontramos textos de un tono afortunado pero con estructuras muy débiles, como si se tratara de esbozos aún vacilantes (work in progress) y no de cuentos en su tratamiento definitivo”.
Luego de mencionar que incluso hubo algunos trabajos que perecieron acercarse a la literatura de la onda de José Agustín, pero sin su oficio literario y su crítica social, el acta concluye con una invitación a los escritores que deseen participar en las siguientes emisiones del premio “para elevar el nivel de exigencia de sus propuestas escriturales, en sus rastreos lingüísticos, en sus recursos artísticos, en sus aperturas imaginativas y, sobre todo, en las potencialidades y alcances de su oficio”.