Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Abelardo Martín M.

La mejor cara

La esperanza es el estado de ánimo en el cual se cree que aquello que uno desea o pretende es posible. En esta región de México las circunstancias han sido más que adversas en los recientes meses, cuando se suman a la ya histórica pobreza la marginación, desigualdad e inseguridad de que adolece Guerrero; es momento de hacer un alto en el camino para creer… creer en que la vida en Guerrero no puede ser peor y que aún existe esperanza para los guerrerenses.
Los seres humanos solemos aferrarnos a la esperanza cuando nos encontramos en una situación complicada. Hoy, Guerrero está en una situación más allá, y la esperanza vive en el recientemente anunciado plan del presidente Enrique Peña Nieto para garantizar vidas y tranquilidad de la ciudadanía.
Se comprometió a garantizar, durante el próximo periodo vacacional, el libre tránsito en la Autopista del Sol; anunció, entre otras medidas, la reducción de 50 por ciento adicional a la cuota de peaje de la autopista México-Acapulco (ya reducida inicialmente en 50 por ciento tras los huracanes de 2013) durante la época navideña.
Y para asegurar la paz, dijo, es fundamental garantizar el desarrollo en todo el país y que no haya dos méxicos, uno inmerso en la globalidad y otro que se va rezagando. He ahí, la esperanza es lo que pervive…
“Ante lo ocurrido (en Iguala), también reconocemos que la actividad económica, y la más importante que se asienta aquí en el puerto de Acapulco, ha tenido una desaceleración, ha habido inactividad y esto preocupa porque ha provocado la pérdida de empleos, el cierre de algunos negocios, el que la ocupación de Acapulco y otros sitios turísticos haya estado a la baja y eso no puede ser la ruta que se mantenga y eso obliga que el gobierno de la República venga aquí y dé la cara a los guerrerenses”, aseguró el mandatario.
Apoyó a los contribuyentes de Acapulco, Chilpancingo, Taxco y Zihuatanejo para que cuenten con mayor liquidez, por lo que se pospone el pago de impuestos de noviembre sin recargos, la devolución del IVA será en diez días hábiles, los contribuyentes que paguen crédito fiscal podrán continuar con sus parcialidades hasta abril de 2015 sin recargo y la condonación de hasta 100 por ciento de multas y recargos de Infonavit.
Guerrero tiene esperanza, pero no es suficiente, se necesita algo más.

Nueva actitud

La más genuina, sincera y cautivadora expresión de alegría es la de quienes expresan su sonrisa ¡con los ojos! porque transmiten auténtico bienestar, plenitud. Es decir, ponen buena cara.
Está probado que el solo programa Guerrero Seguro será insuficiente para recuperar la confianza de nacionales y extranjeros respecto de las bellezas naturales acapulqueñas o de los muchos sitios de atracción turística.
Tampoco bastará con que los manifestantes de cualquier sector, sean estudiantes, maestros, campesinos, burócratas o cualquier otra actividad, incluida la de provocadores profesionales, se comprometan a respetar el libre tránsito por la llamada Autopista del Sol.
La caída de la industria turística guerrerense, especialmente la acapulqueña, tiene múltiples, variadas y muy viejas causas. La primera es la ausencia de autoridad local, no la del actual presidente municipal que fue víctima de un legado de problemas envenenados, para la que sus capacidades, que no deseos, son muy limitadas.
Acapulco cayó en la soberbia social de creer que su belleza superaría todo tipo de problemas y desafíos, y los resultados de ese grave pecado están a la vista. A la dejadez gubernamental se sumó la ambición de prestadores de servicios turísticos que creyeron en la eternidad de la gallina de los huevos de oro y cayeron en todo tipo de abusos en los precios y en el abandono en la calidad de los servicios, que es aún peor.
Así, Acapulco se fue deteriorando y no será suficiente con que los políticos y funcionarios de cualquier nivel de gobierno afirmen que ya todo está resuelto nada más porque ya se firmó un convenio, un compromiso de buenas intenciones, cuyos resultados están aún por verse.
Las lecciones de Guerrero han sido muy duras en todos los sentidos, y aún están por conocerse situaciones y hechos sumamente graves que comprueban la gravísima crisis de gobernanza o gobernabilidad que se padece, resultado de funcionarios incapaces e irresponsables que creyeron que los asuntos públicos sirven sólo para envanecimiento y ambición patrimonial personal.
¿Qué le hace falta a Guerrero? Su mejor cara. Un cambio de actitud social. Al respecto se han elaborado listados de aptitudes, cualidades o factores psicológicos de los profesionales de éxito en la atención al público, es decir lo que se necesita echar a andar en este estado, 1) formalidad, 2) iniciativa, 3) ambición, 4) autodominio, 5) disposición de servicio, 6) don de gentes, 7) colaboración, 8) enfoque positivo, 9) observación, 10) habilidad analítica, 11) imaginación, y 12) recursos.
En definitiva, lo que requiere Guerrero es aquello que permita sorprender a sociedad y visitantes, es decir, ofrecerles una atención excelente. Y, lo más importante, la congruencia entre lo que se ofrece y se da.

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