Las personas inteligentes piensan como seres humanos no como blancos o negros, dice Mulugueta Tafesse

*El artista y filósofo etíope quien visitó el puerto como parte del programa Residencias Artísticas por Intercambio, impartió un breve curso en el Centro Cultural Domingo Soler donde habló sobre arte contemporáneo africano

Óscar Ricardo Muñoz Cano

“En el mundo hay discriminación contra los africanos, contra los que no son del West (oeste), pero para eso hay que ser inteligentes, tener educación”, aseguró el artista y filósofo etíope Mulugueta Tafesse, quien en visita al puerto agregó que todas las personas inteligentes tienen que pensar como seres humanos y no como negros o blancos.
Además, se sorprendió por la cantidad de afrodescendientes en la entidad y apoyó la idea de que se busque que ellos, los afrodescendientes, sean reconocidos por las leyes mexicanas.
Tafesse, quien visitó el puerto como parte del programa R. A. T. Acapulco (Residencias Artísticas por Intercambio), que coordinan los promotores culturales Alondra Berber y Luis Vargas, impartió un breve curso al respecto el jueves en el Centro Cultural Domingo Soler donde habló sobre arte contemporáneo africano, especialmente en Sudán, Etiopia y Kenia.
“Desde hace poco los artistas africanos hacen buenas cosas, además que la globalización me parece que ha permitido que artistas africanos expongan en lugares como América y Europa y si bien, en cuanto a valor dentro del mercado aún o se habla de grandes cifras por obra africana, estamos ahí…”, indicó con agrado.
Del mismo modo, y al igual que en su curso, habló de algunos autores de origen negro, con el caso de Frantz Fanon, un revolucionario que nació en Martinica y cuya obra fue de gran influencia en los movimientos y pensadores revolucionarios de los años 60 y 70 del siglo XX.
En ese sentido, los textos en cuestión fueron Los condenados de la tierra, escrita en los años 60 o Piel negra, máscaras blancas en París, de los años 50, libro del que Jean Paul Sartre comentó dialécticamente: “el libro es la negación de la negación del negro”.
Y es que el mismo, entre sus páginas dice: “¿Qué busca el hombre? ¿Qué busca el negro? A riesgo de molestar a mis hermanos de color diré que lo que el negro no es un hombre, hay una zona de no-ser, una región extraordinariamente estéril y árida, una degradación totalmente deprimida en la cual una auténtica revolución puede nacer”, por lo que reiteró que “se debe hablar de seres humanos, no de blancos o negros “que en el caso mexicano sería hablar hasta de indios”, lamentó.