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América se corona ante unos tristes Tigres

*Con goles de Michael Arroyo, Pablo Aguilar y Oribe Peralta, las Águilas golean 3-0 al equipo de la UANL en la final de vuelta del Apertura 2014 (3-1 marcador global). Consiguen el campeonato número 12 y se convierten en el club más ganador de la historia del futbol mexicano, con un título más que Chivas. Darío Burbano, Damián Álvarez y Nahuel Guzmán fueron expulsados por parte de los felinos

Alejandra Benítez / Agencia Reforma

Ciudad de México

América levantó el vuelo y ayer se proclamó como el equipo más grande del futbol mexicano al obtener su doceava estrella.
Las Águilas ganaron a toda ley por 3-0 (3-1 global) a unos Tigres que no supieron asimilar la derrota y que terminaron perdiendo la cabeza, lo que les costó tres expulsiones.
El gol que había anotado la escuadra de Ricardo Ferretti en la ida no fue suficiente para frenar la inspiración de un equipo que se hizo fuerte ante la adversidad y los golpes que le propinó su propia directiva al contratar refuerzos para el siguiente torneo en plena Liguilla.
El América no se guardó nada, salió a encontrar el gol como fuera y Michael Arroyo tuvo una noche inspirada, para dar la primera campanada al 36’, abriendo el marcador y obligando a los Tigres a dejar su estilo defensivo.
Arroyo encaró a la defensa, se llevó a dos hombres y venció a Nahuel Guzmán para el 1-0.
Ferretti quiso dar un golpe de timón con el ingreso del Tito Villa, pero el América era el mandón sobre la cancha y Rubens Sambueza regaló lo mejor de su juego para poner en aprietos a los visitantes.
Pablo Aguilar sacó el mejor testarazo de su repertorio y clavo el 2-0 al 61’, tras un pase de Sambueza, que caló en los más hondo del orgullo felino.
Darío Burbano, quien tenía segundos en la cancha se estrenó frenando a Miguel Layún de mala manera y recibió la roja al 64’.
Los seguidores de Tigres callaron y Ferretti no supo qué hacer, su equipo perdió la cabeza, el orden y la disciplina en menos de 10 minutos.
A Paul Delgadillo no le tembló la mano y tres minutos después despachó a Damián Álvarez quien le tiró un puñetazo a Ventura Alvarado.
El capitán felino montó en cólera y si no hubiera sido por Layún, habría golpeado al nazareno. Sus compañeros tuvieron que serenarlo mientras lo conducían al vestidor.
Como si esto no fuera suficiente, el arquero Nahuel Guzmán se sumó a la lista negra al 72’, por una patada sobre Arroyo, con la que se ganó su segunda amarilla de la noche.
En ese momento, Tigres entregó la final, y su técnico Ricardo Ferretti no tuvo ni fuerza para ir a gritarles, se hundió en su banca.
El gol de Oribe Peralta fue la cereza en el pastel, para no irse en blanco en esta Liguilla y para darle forma al marcador, que anunciaba la llegada del cuarto título en Torneos Cortos para las Águilas y la estrella que les faltaba para despegarse de Chivas y convertirse en el equipo más ganador de nuestro futbol.

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