Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

El ex alcalde de Iguala y su jefe policiaco iban constantemente a la zona de fosas, revelan

Acuden familiares de desaparecidos y la UPOEG al paraje La Joya, donde un guía les informa que José Luis Abarca y Felipe Flores iban esa zona

 

Alejandro Guerrero

Iguala

El ex alcalde perredista de Iguala  José Luis Abarca Velázquez y el ex secretario de seguridad pública prófugo Felipe Flores Velázquez,  fueron vistos por campesinos y leñadores en las zonas de campamentos de la delincuencia donde tenían a gente secuestrada, reveló ayer un guía durante la búsqueda de fosas clandestinas en el paraje La Joya.
“Fue en mayo y junio cuando los vi por última vez que subieron para este lugar acompañados de policías municipales, subían casi todos los días”, relató un agricultor quien reconoció que no lo denunció antes por temor, porque fue amenazado por miembros de la delincuencia que incluso le prohibieron a él y otros agricultores ir a sus parcelas de cultivo, las cuales abandonaron dos años, porque en el perímetro estaban los campamentos de los delincuentes, a donde llevaban a gente secuestrada. “Muchas veces escuché los balazos y gritos de la gente”, dijo el campesino mientras apuntaba hacia una zona en la que afirmó que estaba el campamento de los delincuentes y donde cree que hay fosas clandestinas.
El campesino fue ayer el guía de un grupo de familiares de desaparecidos e integrantes de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) hacia una zona cerca del paraje La Joya, donde fueron ubicados tres campamentos de la delincuencia y cinco puntos como posibles fosas.
Narró que fue testigo de que delincuentes tenían a secuestrados en esos campamentos, y a los que cree que después de que sus familiares pagaban por su rescate, en muchos casos los mataban y sepultaban en fosas clandestinas.
Recordó que sus tierras las abandonó durante dos años porque los delincuentes lo amenazaron a él y otros agricultores de la zona y les exigieron para que dejaran de ir a la zona donde estaban los campamentos de los delincuentes, “aquí traían a la gente secuestrada, la tenían en los campamentos y en aquel árbol –dijo mientras apuntaba hacia al sur- había cuidanderos”.
Afirmó que vio al menos en dos ocasiones en mayo y junio al ex alcalde José Luis Abarca subir a los lugares de las fosas donde estaban los campamentos con personas secuestradas, “yo lo vi dos veces y aunque muchos dicen que no lo diga porque me van a partir la madre, de todos modos ya estamos hasta la madre, que estamos aguantando y que haya gente que siga diciendo que María de los Ángeles Pineda es una buena mujer”.
“Yo a veces me los topaba ya en la tarde cuando subían sus camionetas, pero uno ¿Qué podría decir? No los podía uno ni ver si no también me hubieran matado”, dijo José.
Mencionó que a esta zona de las fosas y los campamentos también subían los policías municipales en patrullas, y “también subía su director”, Felipe Flores Velázquez, “pero como esa estaba barrigón con trabajos subía y casi siempre se quedaba hasta allá en la camioneta, pero ese subía más seguido”.
“Un día que vine para mi tierra caminando escuché que hablaron y en eso yo me senté y me escondí en unos matorrales, cuando vi que ahí venía caminando Felipe Flores y atrás de él venían otros policías, y más atrás venía Abarca, ¿Cómo no lo voy a identificar si está chaparrito?”, detalló.
En una interrupción que hizo el promotor de la UPOEG, Miguel Ángel Jiménez Blanco expuso que José Luis Abarca se presentaba a esos lugares “cuando él se tenía que chingar a alguien de manera personal con sus propias manos, porque él tenía la capacidad de decir a ‘éste no me lo mates de ese yo me encargo’ y venía a ajusticiarse a algún cabrón”, y recordó el caso de Arturo Hernández Cardona quien según el testigo Nicolás Mendoza, fue asesinado directamente por el ex alcalde.
El guía mencionó el caso de un matrimonio, el de Isabel Sánchez y Luis, quienes le reclamaron al alcalde Abarca y lo culparon de la desaparición de su hijo Gael, un policía municipal, y le exigieron que se los regresara.
“Chabela” le gritó en la cara a Abarca “no seas hijo de tu puta madre y regrésame a mi hijo y Abarca sólo se empezó a reír” y al día siguiente, a las 7:00 de la mañana un grupo armado levantó al matrimonio, y de ellos no se volvió a saber nada.
José vio en una ocasión al ex alcalde José Luis Abarca en una casa, que señala, a lo lejos en la cima de un cerro de la colonia San Miguelito, la cual dice que era utilizada para retener a los secuestrados por el grupo criminal Guerreros Unidos.

468 ad