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A tres meses de la desaparición de sus hijos, llaman padres a la insurgencia y a no votar en 2015

Marchan en la Ciudad de México con más de 10 mil manifestantes. Si no presentan con vida a los 42 estudiantes, “habrá guerra entre gobierno y pueblo”, dicen

 

Lourdes Chávez

Ciudad de México

A tres meses de la desaparición de 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa en Iguala, los padres de las víctima y alumnos de la escuela llamaron a la insurgencia a establecer gobiernos populares y a no votar en las elecciones de 2015, en un mitin frente al monumento de la Revolución.
Emiliano, un padre de familia, añadió que habrá guerra entre gobierno y pueblo, si no presentan con vida a los desaparecidos, “y que no se meta nadie del extranjero para que veamos cómo nos partimos la madre entre nosotros. Esto no va a quedar impune”.
Antes, los padres y estudiantes marcharon con más de 10 mil personas del Ángel de la Independencia por Reforma, hasta la escultura del Caballito, donde doblaron para comenzar la actividad política a las 6 de la tarde.
El presidente del comité de padres de los desaparecidos, Melitón Ortega, agradeció a los marchistas su presencia en un día de descanso y de vacaciones, para compartir el martirio que comenzó el 26 de septiembre, por justicia, castigo a los responsables de la masacre en Iguala y la presentación de los normalistas detenidos-desaparecidos.
Pero esta manifestación, en plenas fiestas de fin de año, es la menor en relación a las que se han realizado en el Distrito Federal, donde se han estimado en más de 100 mil y 200 mil personas.
La marcha fue creciendo conforme avanzaba sobre Reforma con personas que iban con sus hijos, mascotas, con carriolas y en bicicleta, protestando con banderas negras, carteles y consignas, donde se repetían los reclamos al presidente, Enrique Peña Nieto; “diciembre me gustó para que te vayas, Peña”, “el Estado ha muerto” en una gran bandera negra de universitarios, “Enrique Peña yo no quiero tu renuncia, quiero tu muerte anunciada por Televisa”.
Asimismo, otras alusivas al sistema de gobierno: Congreso Popular, Social y Ciudadano, construyendo soberanía para nuestra ciudad, “alerta, México sitiado por narcopolíticos, Estado corrupto, violencia, impunidad”, “policías militares y marinos, son los principales asesinos de estudiantes y ciudadanos en México”.

Llamado a la insurgencia

La marcha salió puntual de la glorieta del Ángel de la Independencia a las 4 de la tarde con el grito, “vivos se los llevaron, vivos los queremos”, seguido de la cuenta del 1 al 43 y exigencia de justicia, las manifestaciones de apoyo por escrito y en consigna: “Ayotzinapa no se olvida, no se perdona, no se supera. Fue el Estado”.
En el monumento de la Revolución, el vocero de los padres de familia, Felipe de la Cruz, el primero en tomar la palabra, denunció: “que escuche Peña la voz de México, porque a partir en este momento la insurgencia va a echar abajo a este gobierno podrido que no ha podido dar respuesta a la demanda principal, que es de vida para nosotros”.
Añadió que cuando policías municipales se llevaron a los 43 estudiantes, también se llevaron el miedo de los padres, así como del pueblo que todos los días levanta la voz. “Estamos seguros de que con todo el pueblo de México vamos a lograr encontrarlos, así los tengan en los lugares más recónditos de los cuarteles militares… ya no nos cabe duda que los soldados participaron, que ultrajaron y humillaron a los estudiantes de Ayotzinapa esa noche”.
Otro padre de familia que se identificó como Emiliano, señaló que llevan mucho tiempo pidiendo en paz la presentación de sus hijos. De forma sencilla añadió, “me da mucho coraje cuando escucho a mis compañeros exigir por nuestros hijos, me siento mal por no poder hacer más, pero con ayuda de ustedes seguiremos adelante, porque estamos aquí y no descansaremos hasta que nos los entreguen”.
Advirtió que los quieren con vida, de lo contrario dijo que habrá “una guerra del gobierno contra el pueblo, y que no meta a nadie del extranjero para que veamos cómo nos partimos la madre entre nosotros. Esto no va a quedar impune”.
Concluyó con un mensaje a Peña Nieto: “que no es mi presidente, ni es de mi pueblo, sepa que tienen una deuda con nosotros, los padres de familia, que le vaya echando ganas, somos pobres y nos duele que quieran pisotear la dignidad de nuestro hijos, (y) daremos la vida, no tenemos miedo. Ahora mi hijo no tiene un hermano, tiene muchos hermanos que están aquí. Me siento orgulloso de ustedes”.
En su momento, también Felipe de la Cruz insistió en que no habrá fiestas mientras falte un integrante de la familia en la mesa, como lo demostraron en la víspera de Navidad, cuando protestaron en la residencial oficial de Los Pinos, a pesar de la lluvia, el frío y los policías antimotines.
Asimismo en Navidad, cuando se manifestaron frente a la embajada de Alemania, para denunciar que las armas que se usaron contra los normalistas en Iguala tienen origen en ese ese país, “porque no vamos a permitir otro hecho como éste… en los expedientes de la Procuraduría General de la Republica (PGR) han mostrado el origen de las armas que usaron los asesinos”.
Indicó que no van a permitir que se repita la misma tragedia, de la que se han aprovechado las autoridades, pensando que la población seguirá sometida ante 43 desaparecidos, cuatro estudiantes muertos, dos civiles y una veintena de heridos, “por eso llueva, truene, tiemble, nada nos va a detener hasta encontrarlos y castigar a los culpables”,
“también los vamos a desollar, porque les vamos a quitar el poder; el poder que es del pueblo, eso dice la Constitución, por eso desde abajo hay que organizarnos, porque esto no se  puede permitir”, declaró.
De la Cruz mencionó el caso del sacerdote asesinado en Ciudad Altamirano, en Guerrero, Goyito, y cuestionó, hasta qué momento la Iglesia va a tolerar tantas violaciones a los derechos humanos.
Sobre los comicios, señaló que la postura de los padres es que mientras es no haya una persona realmente del pueblo (en el poder) no va a haber elecciones en Guerrero; “seguimos exigiendo desaparición de poderes y desde aquí decimos a los senadores cómplices que le siguen fallando al pueblo”.
El vocero de los normalistas, Omar García, destacó que este movimiento es distinto por la solidaridad del pueblo organizado y no organizado; consideró que las autoridades están rebasadas ante las desapariciones forzadas y la inseguridad.
“Es hora de empezar a asumir este problema compañeros, tenemos que tomar el problema en nuestras manos, porque pedirle justicia al Estado es como pedirles que se corten las venas, no lo van a hacer”.

 

Pidió responder con acciones contundentes en 2015, “así como nos echaron a perder este 2014 a estudiantes, a miles de campesinos, a millones de pobres excluidos, debemos prepararnos para subir el tono (de las protestas), porque llevamos tres meses reclamando y no nos hacen caso”.
“Si por nosotros fuera ya le hubiéramos dado un balazo a Peña, pero nos prohibieron tener armas para ser ciudadanos de bien, pero en este momento los padres empiezan a cambiar de opinión, porque sus hijos no tuvieron una oportunidad para defenderse”.
Cuestionó la labor del Ejército en los pueblos, que dice que acaban con los delincuentes en la sierra y con los plantíos de amapola, “pero no nos van a engañar, sabemos lo que hacen, el nivel de las injusticias que son capaces”.
A cada intervención, los activistas coreaban, “¡fuera Peña!, ¡si no hay solución, habrá revolución!”
Mario González, el padre del normalista desaparecido de Tlaxcala, destacó que en el primer Festival Internacional de las Resistencias contra el Capitalismo, que convocaron el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y el Congreso Nacional Indígena (CNI), los pueblos hablan de sus luchas por los bosques, el agua, “nosotros como padres, peleamos por 43 hijos que no podemos encontrar, no sabemos cómo hacerle con nuestra desesperación, en el día luchando y en la noche nos derrumbamos”.
Ofreció una disculpa a los comerciantes por las pérdidas millonarias que pueden ocasionar las manifestaciones, pero añadió: “ojalá y no haya un 44, porque es un dolor impresionante, soy un padre herido, señores, no vamos a descansar, no tuvimos Navidad, no vamos a tener Año Nuevo, vamos a seguir en la lucha”.
Al procurador Jesús Murillo Karam le pidió que investigue y haga justicia a las víctimas de las fosas de Iguala (que en un primer momento dijeron que eran los estudiantes desaparecidos), porque también tienen rostro, nombre y apellido y tienen la obligación de entregarlos a sus familiares. Así como a las víctimas de la guardería ABC “que ya les hagan justicia”. “¡No están solos!”, respondieron al unísono miles de manifestantes.
En las siguientes intervenciones, padres de los desaparecidos, insistieron en que les regresen a sus hijos con vida, que se profundice en las investigaciones, castigo a los culpables y que no se vote hasta que aparezcan los 43.
“Aquí estamos sufriendo y seguiremos sufriendo hasta que nos presenten a nuestros hijos con vida… somos campesinos, pero con la fuerza del corazón y la rabia que traemos, no paramos aquí, queremos decirles que desde que pasaron estos hechos dejamos a la familia en casa, tenemos más hijos que nos esperan con ansia, sentimos gran desesperación cuando nos preguntan que está pasando, les decimos que estamos en la lucha y no vamos a descansar hasta que Peña y (Angel) Aguirre (el ex gobernador) nos regresen a nuestros hijos; los militares tuvieron mucho que ver”, insistió don Epifanio.
La madre de familia que se presentó como Carmelita señaló: “a tres meses nuestros hijos no han sido presentados y queremos decirle a este gobierno que nos arruinó la Navidad, que nos hacen falta nuestros hijos, el gobierno se los llevó… es un gobierno sin vergüenza que no le importa matar. A mi hijo, donde quiera que esté, le digo que lo estoy esperando”.
Melitón Ortega se refirió a la intervención de soldados en la masacre en Iguala; no los ayudaron aunque se los pidieron, los sometieron, los amenazaron e impidieron la atención médica para los heridos, “son los meros criminales del país, no podemos permitir que sigan en las calles”.
Un normalista aclaró que en Ayotzinapa no son salvadores, ni mesías, “queremos participar con toda la gente para que este cambio nos pertenezca a todos. La del 26 de septiembre, es una noche que ha durado tres meses, porque desde entonces todo es incierto”.
Otro, declaró: “soy estudiante, tengo 21 años, y si estoy aquí es porque he descubierto que toda la vida desde que nací, así como mis padres y mis abuelos, fuimos manipulados por el Estado; pero ya basta de ser pisoteados, de que cuando nos hagan algo no digamos nada y dejemos ir a los agresores como si nada pasara”.
Ratificó que no habrá más muertes en Ayotzinapa sin respuesta, por el asesinato de dos normalistas en la Autopista del Sol el 12 de diciembre de 2011, la muerte de dos estudiantes arrollados por un tráiler el 7 de enero pasado, y el 26 de septiembre, “ya basta que nosotros, seamos la carne de cañón para que policías y militares experimenten con las armas alemanas”.
Al final, el estudiante de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Adán Cortés de 21 años, quien protestó durante la entrega del Premio Nobel de la Paz a Malala Yousafzai para exigir la presentación con vida de los 43 estudiantes en Oslo, la capital de Noruega, recordó que Ayotzinapa es la gota que derramó el vaso, “son miles los desaparecidos” y muchos años de represión y hostigamiento, “me solidaricé, me arme de huevos al ver que los medios internacionales mentían sobre México, no decían que hay desigualdad e injusticias. No quiero ser el siguiente estudiante desaparecido, sé que puedo estar en riesgo al alzar la voz, si fuera mi papá o mi mamá.., yo no quiero ser el siguiente, me parece excelente la propuesta de que no participemos en las siguientes elecciones”.

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