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Impacta negativamente en el turismo la nueva alerta de viaje que emitió EU, dicen hoteleros de Acapulco

Impacta negativamente en el turismo la alerta
de viaje que emitió EU, coinciden hoteleros

Los gerentes de los hoteles Torres Gemelas y Casa Inn, reportaron una reducción de hasta un 50 por ciento en el número de visitantes canadienses

 

Karla Galarce Sosa

Hoteleros de la zona Dorada de Acapulco coincidieron en que la alerta de viaje que emitió Estados Unidos a los viajeros hace cuatro días, afecta la llegada de los visitantes extranjeros y no sólo los del vecino país del norte.
En declaraciones telefónicas, por separado, los gerentes de los hoteles Torres Gemelas y Casa Inn, Manuel Romero Plata y Silvestre Luna respectivamente, reportaron una reducción de hasta un 50 por ciento en el número de visitantes canadienses, pues las parejas que llegaban a partir de este mes se redujeron.
Silvestre Luna dijo que todas las alertas que emite Estados Unidos detienen la llegada de turistas y añadió que influirán de manera negativa a este destino de playa.
La alerta estadunidense advierte a sus conciudadanos a viajar únicamente a Ixtapa y a Acapulco, pero sólo por avión, ante los problemas de seguridad en Guerrero.
Al respecto, Silvestre Luna dijo que “afortunadamente el turismo extranjero llega por avión y no por carretera, aunque ese tipo de noticias se magnifican y allí es donde la gente genera un juicio de temor hacia el destino”.
Comentó que habrá visitantes extranjeros, aunque menos, pues sus estancias de hasta dos meses o más son programadas con meses de anticipación y antes de la emisión de las alertas de las embajadas.
Con relación a la última semana de vacaciones, el gerente del hotel Casa Inn, informó que la esperan “con mucho optimismo” porque la semana pasada hubo un 30 por ciento menos visitantes de los que recibieron el año pasado.
Las reservaciones, continuó, desde el viernes pasado, tuvieron un repunte, aunque destacó que con la buena ocupación en esa hospedería no solventarán los gastos que fueron generados.
Por separado, Manuel Romero Plata indicó que hay extranjeros sobre todo canadienses de la tercera edad.
Reiteró que la alerta de Estados Unidos afecta, porque “los hijos, nietos de estos turistas les ponen el panorama muy difícil y ya no los dejan venir, ellos están enamorados de nuestro Acapulco pero las familias les impiden venir”.
Expresó que en el hotel Torres Gemelas que él dirige no tiene turistas extranjeros nuevos, pero “los pocos que vienen cada año, son cada vez menos”.
“Este año no ha sido la excepción y nos damos cuenta de que las parejas que venían se redujeron la mitad, y eso es porque mientras los turistas extranjeros no tengan garantías de que no les va a suceder nada, seguirán con el terror de venir a visitarnos”, lamentó Romero Plata.
Dijo que las alertas sobre violencia e inseguridad afectan a futuro, porque las personas que ya tenían un plan y decidido venir a Acapulco por la poca publicidad, van a elegir un destino diferente.
La afluencia para la segunda semana de vacaciones en esa hospedería, detalló, superó las expectativas que tenían y alcanzaron un 75 por ciento de ocupación, “rebasando los pronósticos a pesar de los bloqueos carreteros de semanas antes”.
Para nosotros, continuó, la cantidad de visitantes se redujo entre un 10 y un 15 por ciento la cantidad de visitantes respecto al año pasado.

 

La actual temporada vacacional ha sido la peor
de todas, se quejan restauranteros de la Bonfil

Señalan que el apoyo de 25 mil pesos que les entregaría el gobierno federal hace una semana, aún no les llega

 

Karla Galarce Sosa

Para los restauranteros de Alfredo V. Bonfil, la actual temporada vacacional ha sido “la peor de todas”, pues apenas llegan de tres a cuatro familias a cada restaurante pequeño, mientras que los más populares, o los que tienen “acarreadores en la entrada”, las familias no ocupan ni la mitad de las mesas instaladas cerca de la playa.
En un recorrido por la zona, se observó poca afluencia de bañistas en la playa que meses antes fue azotada por marejadas.
Frente a los restaurantes, en la playa, se ofrecen a los visitantes diversos servicios que van desde los masajes relajantes, paseos a caballo o a bordo de cuatrimotos, renta de tablas de surf, así como una amplia variedad de alimentos entre los que se incluyen las golosinas y dulces típicos mexicanos como cocadas, ates, palanquetas de ajonjolí o amaranto, cacahuate o dulces de leche; también deambulan con su mercancía los que ofrecen ropa de playa, los vendedores de tatuajes temporales, las trenzadoras y los que venden juguetes.
La mayoría de las familias llegan a cada restaurante con una hielera llena de cervezas, llevan consigo botanas o frituras y después del mediodía sólo consumen algunas bebidas preparadas como piñas coladas, sopes y, los que más dinero llevan, compran pescado a la talla o mariscos.
El restaurantero Margarito Pinzón señaló que además de las complicaciones económicas que les ocasionaron las marejadas pasadas, pues todos los negocios perdieron mobiliarios y algunos sufrieron daños en sus infraestructuras, la falta de visitantes a Acapulco, debido a los bloqueos en las carreteras, acentuó aún más la crisis.
destacó que el apoyo de 25 mil pesos que les entregaría el gobierno federal hace una semana, aún no les llega.
Dijo que ante la falta de garantía de libre tránsito, pues ayer los integrantes del Frente Único de Normales Públicas del Estado de Guerrero (FUNPEG) pidieron “cooperación” en la caseta de La Venta a los turistas, “los clientes deciden irse a otro destino porque no saben si van a quedar varados horas aquí antes de llegar a Acapulco”.
Dijo que el 25 de diciembre no trajo consigo la cantidad de visitantes que habían pensado.
“No era como esperábamos, hubo poca gente pero no tanto como el año pasado, es como cualquier otro fin de semana, como cuando son puentes, ahora hay poca gente que son clientes, que vienen de Acapulco, que vienen de la ciudad de México”, dijo sobre la baja afluencia de comensales a los negocios.
Indicó que su negocio en otros años contrataba a 15 y hasta a 18 meseros pero que ante la escasa afluencia de visitantes, sólo tiene a tres meseros y a cuatro cocineras.
“Los demás querían trabajar pero no hay manera de contratarlos porque no hay con qué pagarles, los tengo afuera, como los metedores de carros, se supone que entregarían el viernes antepasado el apoyo los del gobierno federal, pero no ha llegado nada. El gobierno no cumplió, no ha llegado el dinero, los políticos nos prometen y no cumplen”, señaló.
El dueño del restaurante Anabel enfatizó que ésta “es la peor temporada de todos los años, más que la afluencia es buena, pero no todos llegan a consumir”.

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