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Los crímenes de Iguala son producto del olvido y la indolencia de las autoridades, dice la CNDH

*El ombudsman nacional, Luis Raúl González Pérez, se reúne en la Normal Rural con los padres de los estudiantes desaparecidos. Les anuncia que el organismo abrió una línea de investigación hacia el ex gobernador Ángel Aguirre y mostró disposición de investigar al Ejército, informa el vocero Felipe de la Cruz. Ya solicitó informes a la Sedena sobre la actuación de sus mandos el 26 de septiembre, abunda el funcionario

Lourdes Chávez

Ayotzinapa, Tixtla

El presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), Luis Raúl González Pérez, señaló que los crímenes del 26 de septiembre son producto del olvido y la indolencia de las autoridades, y cuestionó: “¿dónde estaban los tres niveles de gobierno cuando pasó lo de Iguala?”, en una reunión con los padres de 43 alumnos detenidos-desaparecidos por policías municipales esa noche.
Luego del encuentro de dos horas en la Normal Rural, el vocero de los padres, Felipe de la Cruz, reveló que el funcionario dijo que en la investigación por violaciones a los derechos humanos contra los estudiantes en Iguala se abrió una línea hacia el ex gobernador Ángel Aguirre Rivero, que solicitó licencia a propósito de la masacre y la desaparición de estudiantes en Iguala.
Asimismo, dijo que mostró disposición para investigar al Ejército, y para gestionar la desmilitarización en la entidad, a petición de los padres.
Por separado, González Pérez indicó que ya pidió informes a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) sobre la actuación de sus mandos en Iguala, para determinar si hubo violaciones a los derechos humanos, pero se reservó a abundar en el tema mientras la investigación esté en curso.
También aclaró que desde que tomó protesta como presidente de la CNDH, hace un mes y una semana, tuvo reuniones de trabajo con la representación de padres de los desaparecidos y los organismos civiles que los acompañan, para establecer la reunión que se concretó ayer en la mañana.
Del encuentro, Felipe de la Cruz destacó que el defensor mostró interés en las víctimas, “eso debió hacer el gobernador de Guerrero (Rogelio Ortega Martínez), en lugar de irse a poner a los pies del presidente (Enrique Peña Nieto), hubiese venido con nosotros”.
En la reunión, el presidente de la Comisión reconoció que el principal reto es ganarse la confianza de los padres, recobrar el origen y la mística de la CNDH, “que se debe a las víctimas”.
Informó que en sus primeras acciones, pidió al Congreso de la Unión que expida la Ley General sobre Desapariciones Forzadas, para que en todos los estados se maneje el mismo tipo penal, de acuerdo con los estándares internacionales.
“Es decir que no haya de chile y de dulce en las diferentes legislaturas estatales”, que los criterios de los organismos internacionales y las convenciones de derechos humanos se homologuen en el país, explicó en entrevista.
Asimismo, dijo que solicitó a la Secretaría de Gobernación (Segob) y a la Secretaría de Relaciones Exteriores que se retire la reserva que tiene para que el comité de desapariciones forzadas de la ONU pueda recibir peticiones individuales sobre este tipo de delitos cometidos en el país, de lesa humanidad.
Además, informó que emitió medidas cautelares en favor de los defensores y organizaciones que representan a los padres de familia, “por las expresiones públicas que los han estigmatizado”, en clara relación con los informes de CISEN que los vinculan con la guerrilla, del secretario de la Marina, Vidal Francisco Soberón Sanz, que los acusó de manipular a las víctimas, y del gobernador Rogelio Ortega, que ha hecho declaraciones en contra de Tlachinollan y de los radicales de la CETEG .
Antes al salir de la Normal, dijo en entrevista que la responsabilidad de las autoridades no se agota con procesar, sancionar y que no quede impune la desaparición forzada de los normalistas, también se debe conocer la verdad de los hechos.
Insistió en que los padres tienen derecho a la verdad, a la justicia y a la no repetición de eventos que indignaron a toda la sociedad en el país y en el mundo.
Ratificó que las protestas para exigir el paradero de los desaparecidos son legítimas, porque se hacen sin violencia, sin armas, y las autoridades estatales y federales las deben respetar porque es un derecho de libertad de expresión.
Cuando se le preguntó sobre la investigación, recordó que tomó protesta en el cargo el 16 de noviembre pasado, pero se va a integrar al expediente cualquier circunstancia que ayude a resolver este caso, incluida la posible responsabilidad del Ejército, que han señalado los estudiantes.
“Queremos trabajar intensamente, tan es de interés especial, por la trascendencia del asunto, por lo bárbaro que significó esa conducta, por lo indignante para la sociedad mexicana… (que) no dejé el caso en una visitaduría, para que no se diluya, nombré a José Larrieta como titular de una oficina especialmente encargada de este asunto, para darle esta importancia, que la tienen todas las violaciones, pero un caso como éste, tan grave, tan lacerante, amerita que se cree esta oficina y que acuerde con el presidente (de la CNDH)”.
Del encuentro, dijo que sintió el dolor de los padres, “cualquier ser humano se indigna ante esta barbarie, el dolor que vi reflejado precisamente hace ver que todos debemos pronunciarnos porque es esclarezca este lamentable suceso”.
Añadió: “percibo la desesperación, la angustia, el coraje y la exigencia de que las autoridades tienen que decirles el paradero (de sus hijos), que esclarezcan a la mayor brevedad esa circunstancias, que no sólo se ocupen de las responsabilidad de quienes perpetraron esta barbarie, que también continúen la búsqueda de los jóvenes desaparecidos”.
También dijo que se va a incluir en la investigación de Iguala las recomendaciones que el organismo emitió en 2012, sobre las violaciones graves a los derechos humanos que se cometieron el 12 de diciembre de 2011, en el desalojo a de estudiantes de la Normal Rural en la Autopista de El Sol, donde fueron asesinados a balazos los alumnos Jorge Alexis Herrera Pino y Gabriel Echeverría de Jesús.

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