Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Siete muertos en otro día de narcoviolencia en colonias de Acapulco

*Entre los ejecutados están un jefe de peritos de la Policía Vial baleado en la vía Cayaco-Puerto Marqués, una trabajadora de la Dirección de Salud acribillada en Hogar Moderno y el dueño de Grúas Mondragón abatido en Renacimiento

*Un hombre murió calcinado en un auto en Las Casitas, a un joven lo mataron en una tortillería de Lomas de Chapultepec y a dos más los hallaron en una camioneta frente a las canchas de El Coloso

*Exige el arzobispo Garfias que se aclare el asesinato del sacerdote de Ciudad Altamirano

Matan al jefe de Peritos de la Policía Vial y a otros seis en jornada de violencia

*El funcionario municipal, José Galeana Gómez, fue baleado cuando circulaba en una camioneta en la carretera Cayaco-Puerto Marqués. En Ciudad Renacimiento ejecutan al dueño de Grúas Mondragón. Incendian un taxi con un hombre adentro en Las Casitas. Hallan a una mujer asesinada en Hogar Moderno, a un lado de las oficinas de Salud Municipal y cerca de ella cartulinas con mensajes. En una tortillería de Lomas de Chapultepec, otra de las víctimas. Finalmente frente a las canchas de El Coloso quedaron dos muertos más dentro de una camioneta

Redacción

Siete personas fueron asesinadas ayer, entre ellas el jefe de Peritos de la Policía Vial municipal, una trabajadora de la Dirección de Salud Municipal  y el dueño de Grúas Mondragón, en otra jornada de violencia del crimen organizado  en la ciudad.
El primer suceso ocurrió a las 7 de la mañana, cuando se reportó que en la unidad habitacional Las Casitas, en El Que-mado, un vehículo se quemaba.
Policías del estado y bomberos llegaron a la calle José Fran-cisco Ruiz Massieu y encontraron incendiándose un vehículo Sedán, al parecer taxi de la ruta alimentadora, blanco con rojo, con las puertas abiertas.
Al ser sofocadas las llamas por bomberos y al ser revisado el vehículo por policías encontraron, del lado del copiloto, a un hombre calcinado.
Según el informe policiaco, vecinos de la unidad habitacional dijeron que hombres armados quemaron el taxi con la víctima adentro, la cual al parecer ya había sido asesinada.
Al lugar llegaron un agente del Ministerio Público y peritos de la Fiscalía Regional que realizaron las diligencias. Se informó que se realizarían exámenes de ADN al cadáver para identificar a la víctima y precisar las causas del deceso.
Cuatro horas después se reportó al número de emergencias 066 que una mujer había sido baleada en la colonia Hogar Moderno, a un costado de la Dirección de Salud Municipal.
Policías del estado y ministeriales de la Fiscalía llegaron a la avenida Rastro, casi esquina con Río Bravo, y frente a tres teléfonos públicos encontraron a Sandra Alicia Antúnez Valencia, de 27 años, quien portaba una blusa a rayas con el logotipo de la Dirección de Salud Muni-cipal.
Durante las diligencias fueron hallados ocho casquillos percutidos calibre 9 milímetros y 38 súper, además de dos cartulinas a un costado del cuerpo en las que, según los agentes, se leía: “Esto me pasó por pasarme al Cida”, siglas del Cártel Independiente de Acapulco, uno de los grupos delictivos que operan en la ciudad.
En otro caso, Jesús Nieto Ramírez, de 20 años, fue baleado dentro de una tortillería en el poblado Lomas de Chapultepec, en la carretera a Barra Vieja, y murió después en el hospital.
Policías federales y paramédicos de la Cruz Roja llegaron  a la tortillería ubicada en el puente del poblado, por la calle Lázaro Cárdenas y encontraron a la víctima con cinco disparos en el cuerpo.
A las 4:40 de la tarde fue asesinado el jefe de Peritos de la Policía Vial, José Galeana Gómez, en la carretera Cayaco-Puerto Marqués, cuando circulaba por el puente elevado.
Policías del estado llegaron al puente y encontraron una camioneta Murano gris con placas de circulación HFJ-1743, parada en la vía, con dirección hacia la unidad habitacional El Coloso y con la puerta del chofer y una de las traseras abiertas.
Los agentes revisaron la camioneta y en los asientos traseros encontraron el cuerpo de Galeana Gómez con disparos en el cuerpo.
Unos 20 minutos después, dos hombres fueron asesinados a balazos dentro de una camioneta en la misma carretera Cayaco-Puerto Marqués.
Policías del estado llegaron al lugar de los hechos y encontraron una camioneta Nissan azul con placas de circulación HC-28613, parada con dirección a El Cayaco, frente a las canchas deportivas de El Coloso.
Al ser revisado el vehículo por los agentes, adentro encontraron a dos hombres sentados en el asiento del chofer y del copiloto con disparos en el cuerpo.
Las víctimas fueron identificadas como Inocencio Cortés y Adrián Romero, y alrededor de la camioneta fueron hallados 20 casquillos percutidos calibre 9 milímetros. Según versiones policiacas, fueron interceptados por hombres armados que les dispararon y huyeron del lugar.
Y a las 7:30 de la noche fue ejecutado el dueño de la empresa Grúas Mondragón, Juan Mondragón Vengochea, en Ciudad Renacimiento.
El empresario fue hallado entre las calles Circuito Interior y Hermenegildo Galeana, en dicha colonia, a un costado de la entrada de la empresa Grúas Mondragón.
El cuerpo de Mondragón Vengochea, de 51 años, tenía dos impactos de bala y quedó tirado boca arriba en la calle.
En todos los casos los cuerpos fueron trasladados a las instalaciones del Servicio Médico Forense para los trámites legales.

Levantan a un hombre en la Progreso y lo abandonan golpeado en la Alta Mira

En otro hecho distinto, un hombre golpeado fue hallado en la colonia Alta Mira, y se informó que minutos antes había sido privado de su libertad en la colonia Progreso.
Según el informe policiaco, el agraviado fue levantado en la colonia Progreso por ocho hombres armados y abandonado en la colonia Alta Mira.
Policías del estado llegaron a la calle 4 de Abril y encontraron a Jesús Morales Arista, de 20 años y quien labora como albañil, con golpes en el cuerpo, por lo que fue auxiliado y trasladado a un hospital para su atención médica.

Exige el arzobispo Garfias que se aclare el asesinato del sacerdote de Altamirano

*Es cada vez más urgente que haya avance en las investigaciones y que se haga justicia”, dice sobre el caso Ayotzinapa. “Yo voy a seguir predicando el evangelio aquí y en todos lados, si dentro de eso me toca, me encomiendan a Dios”, expresa en conferencia de prensa sobre la violencia

Mariana Labastida

El arzobispo de Acapulco, Carlos Garfias Merlos, exigió y urgió a las autoridades el esclarecimiento del asesinato del sacerdote de la diócesis de Ciudad Altamirano, Gregorio López Gorostieta, encontrado muerto el pasado 25 de noviembre, cuatro días después de que individuos armados se lo llevaron del seminario.
El prelado católico dijo que no han hecho una petición específica de seguridad al gobierno del estado, sin embargo en Acapulco los sacerdotes ponen en práctica un protocolo de seguridad que ellos mismos diseñaron.
En un comunicado que leyó el arzobispo, recalcó que el asesinato del presbítero Gregorio López Gorostieta, formador del seminario mayor “La Anunciación” de Ciudad Altamirano, les provoca una pena “indescriptible” que los embarga como comunidad, iglesia y sociedad.
Garfias Merlos enfatizó que la Arquidiócesis de Acapulco se une al grito de denuncia y exigencia de “¡basta ya!” que hizo la Conferencia del Episcopado Mexicano el pasado viernes 26, un día después de que fuera encontrado muerto López Gorostieta.
“No queremos que hechos como estos se repitan, no queremos que sigan dando situaciones de violencia que tanto han lastimado y lacerado a cientos de familias a lo largo y ancho del territorio nacional”, dijo.
También exigió y urgió a las autoridades el esclarecimiento de “tantos casos” de violencia que han provocado indignación y dolor.
El arzobispo insistió en el llamado a la paz, reconciliación, conversión y perdón, así como a la unión para lograr la tranquilidad que se requiere para la construcción de un mejor país.
A pregunta de un reportero en relación a la investigación del homicidio del sacerdote, el arzobispo dijo que el gobierno del estado inició la misma, que hubo una reunión entre el fiscal Miguel Ángel Godínez con el sacerdote responsable del caso en Ciudad Altamirano, el padre Javier Castrejón, quien dio las facilidades para la consulta a las personas que puedan ofrecer información que la averiguación requiera.
De si López Gorostieta recibió alguna amenaza antes de que fuera desaparecido y encontrado muerto, Garfias Merlos dijo que no tener información o conocimiento de ello; así como tampoco que exista un indicio de que los sacerdotes muertos en el año hayan estado relacionados con la delincuencia organizada.
“No hay ningún indicio, son muertes, son más dolorosas y estremecedoras porque son sacerdotes que están en el cumplimiento de su ministerio, nosotros estamos cumpliendo con nuestra misión, yo voy a seguir predicando el evangelio aquí y en todos lados, si dentro de eso me toca, me encomiendan a Dios”, expresó.
Del hecho de que cuatro de los cinco asesinatos que tiene contabilizada la Arquidiócesis de México en todo el país hayan sido en Guerrero, Garfias Merlos dijo que las estadísticas no son fáciles de manejar, que son datos “muy lamentables”, que parten de la dimensión que ha tomado la violencia, “que seguirá siendo el gran reto y desafío que podamos aportar para hacer la paz”.

Sus propias medidas de seguridad

Agregó que en la arquidiócesis de Acapulco están haciendo el esfuerzo por tener protocolos de seguridad, medida que han compartido con otras diócesis, en donde dijo Garfias Merlos desconoce si se han impulsado o no.
Señaló que en el caso de la región Acapulco, Costa Grande y Costa Chica han hecho talleres para ir conformando los protocolos, así como propuestas de seguridad que enviarán a las autoridades.
De si existe un compromiso por parte del gobierno del estado para garantizar la seguridad de los sacerdotes en Guerrero, Garfias Merlos dijo que no ha habido ningún planteamiento directo en ese tema, que la Iglesia seguirá con su ministerio y buscando formas de seguridad, además de mantener el diálogo permanente con las autoridades.
De las acciones que está realizando la iglesia aparte de la oración para traducir el “basta ya” que manifestó el Episcopado, el arzobispo reiteró las cinco líneas que se marcaron desde la Conferencia del Episcopado Mexicano, entre ellas el llamado permanente a la paz, el diálogo y propuestas concretas a las autoridades para la seguridad.
La atención a víctimas, cuyos centros en Guerrero funcionan desde hace dos años y que promueven su réplica en otras diócesis, así como la creación de centros de atención a jóvenes con enfoque de paz, para lo cual dijo Garfias Merlos ya habló con el rector de la UAG, Javier Saldaña, y de escuelas particulares para trabajar en cultura, deporte, talleres, capacitación y alternativas de empleo.
En el comunicado, el arzobispo se solidarizó con los familiares de los normalistas desaparecidos de Ayotzinapa y los seis muertos de los hechos del 26 y 27 de septiembre.
Indicó que ha estado al pendiente, condenando los hechos “lamentables y dolorosos” que merecen “toda la atención y respuesta comprometida” de las autoridades y sociedad, “es cada vez más urgente que haya avance en las investigaciones y que se haga justicia”.
Recordó que han acompañado a las familias de los deudos y de los estudiantes desaparecidos, así como el mensaje del Nuncio Apostólico en México, Christophe Pierre, que pidió a los padres de familia que no pierdan la esperanza y la fe, así como la solidaridad del papa Francisco.
Agregó que la Iglesia está dispuesta a seguir trabajando y apoyando con lo necesario para superar la “dolorosa situación que hiere y lastima a toda la sociedad”.
Señaló que seguirán insistiendo en que se haga justicia y que no se vuelvan a repetir “jamás” ese tipo de “hechos tan lacerantes”.
De lo dicho por el presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), Luis Raúl González Pérez, que señaló que los crímenes del 26 de septiembre en Iguala son producto de la indolencia y olvido de las autoridades, el arzobispo dijo que ese tema es “bastante mencionado”, que se ha dicho lo mismo de diferentes maneras, por ello la Iglesia seguirá insistiendo en el esfuerzo del gobierno, y su responsabilidad, así como la de la sociedad, en el hecho.
Como parte de su mensaje de año nuevo, el arzobispo convocó a hacer frente a la “dolorosa situación de violencia en el país y en Guerrero”, a unirse y trabajar por un México en paz, “favoreciendo experiencias de encuentro personal y comunitario en el amor de Dios y a los hermanos, que impulsen a luchar por la verdad, la justicia, la libertad, el desarrollo y la paz”.

Contra la injustica y la pobreza

En el mensaje, que se titula “no esclavos sino hermanos”, Garfias Merlos dijo que es “doloroso, inhumano e inaceptable” que millones de personas vivan en condiciones de esclavitud, en diferentes sectores. El hecho provoca “injusticia, inequidad, pobreza, exclusión, falta de acceso a la educación, escasas oportunidades de trabajo, corrupción, complicidad de algunos miembros de las fuerzas del orden, del gobierno o de la sociedad”.
Por lo que invitó a todos a que realicen gestos de fraternidad con los que se encuentran en un estado de sometimiento.
Por su parte la Iglesia de Acapulco continuará con el acompañamiento a las víctimas de la violencia con enfoque de paz, para abrir caminos de esperanza, dijo.
“Hago un llamado urgente a todos, incluso en los más altos niveles de autoridades en las instituciones para que no sean cómplices, sino que tengan el valor de tocar la carne sufriente de Cristo, que se hace visible en el prójimo, especialmente en los pobres, a los que Él mismo llama mis hermanos más pequeños”, dijo.
Garfias Merlos manifestó que el inicio del nuevo año es la oportunidad para la conversión de las almas, “perdonas, apreciar, compartir y saber amar al prójimo”. Empezando desde la vida cotidiana, expuso.

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