Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Carlos Pérez Aguirre

El cambio verdadero y las malas compañías

El candidato a la presidencia de la república, Andrés Manuel López Obrador, estuvo el jueves en Guerrero con su congruencia y su pensamiento democrático que promete, una vez ganada la presidencia, poner el aparato de estado al servicio de la ciudadanía.

Por ello se comprometió con los guerrerenses a apoyar de manera especial a esta entidad, enarbolando la tesis de que no se le puede dar trato igual a los desiguales, en referencia al rezago socioeconómico que acusa esta entidad.

En su andar por toda la república el candidato de la izquierda ha despertado a ese México solidario, de pensamiento liberal y progresista, a ese pueblo que aborrece al cacicazgo, el nepotismo, la corrupción, el doble discurso, por ello en Guerrero ha generado desde siempre un gran apoyo de la ciudadanía. Ello no obstante las corrientes contrarias de los grupos de poder que quieren mantener sus privilegios y no dudan en incrustarse, mediante oscuras coyunturas en donde los asesinatos les dan cobertura, así como el desmedido pragmatismo y tráfico de intereses de los líderes partidistas.

Así vemos al candidato Andrés Manuel llegar a actos de proselitismo y de propuesta, acompañado de impresentables personajes del gobierno local y de la política, que en su breve paso por la administración han dejado clara huella –como diversas notas periodísticas les han señalado– de su doble actuación, de su práctica alejada de todo compromiso real con los principios de honradez, transparencia y, como en el caso de Ángel Aguirre. un nepotismo exacerbado.

En esos actos han aparecido diversos personajes, candidatos a puestos de elección, sobre todo los ex-priistas del grupo de Aguirre que han sido denunciados incluso por sus propios coordinadores de campaña por ese doble proceder –al que por lo menos podemos catalogar como de hipócrita–, ya que por un lado se cuelgan de la fortaleza y popularidad del movimiento lopezobradorista, pero en la realidad otorgan su apoyo al candidato Peña Nieto.

Por ello se debe alertar al máximo dirigente que impulsa el cambio verdadero, de los acompañantes embusteros que dicen apoyarlo. Y habrá que ir un poco mas allá, ¿cual será la verdadera intención de un grupo que finge apoyar a un candidato, pero realmente apoya a otro? ¿Por qué el aguirrismo siembra candidatos en formaciones tan disímbolas como PRI, Verde, PRD, MC? La respuesta es muy simple, pero de verdad perversa y malintencionada para el desarrollo de la entidad.

Así vemos a personajes como Mario Moreno o Jorge Salgado, solo por mencionar dos ejemplos, como candidatos de dos partidos distintos, pero apoyadores ambos de Peña Nieto. La razón es evidente, apoderarse del espectro político de la entidad, para continuar con el aprovechamiento personal y familiar, claro, del poder, la administración pública y los puestos de elección.

Por ello la ideología o el compromiso con la ciudadanía no importan, es lo de menos. Estas deshonestas prácticas nos indican que el verdadero compromiso es con su grupúsculo, para servirse del poder. Por ello al depositar nuestro voto tendremos que razonarlo y pensar en estas malolientes triquiñuelas de las tres familias gobernantes, que incluyeron hijos, hermanos, esposas y etcéteras –de habérselos permitido hubiesen postulado hasta sus caballos, como alguna vez sucedió en la antigua roma de gobernantes, locos y autócratas (en algunos casos no hay diferencia, me refiero a los caballos). Titishando. El obispo Raúl Vera López, ejemplo de la pastoral con compromiso social verdadero, visitó la entidad a 14 años de la masacre de El Charco y señaló “….hoy veneramos a quienes sufrieron la violencia y la impunidad y la violación a los derechos humanos, a la gente que padece daño a su vida, a su seguridad…”. Hace 14 años, en guerrero gobernaba como interino de Rubén Figueroa, Ángel Aguirre. Lo cierto es que la justicia aun no llega para los familiares de las víctimas de ese arbitrario evento.

 

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