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El Ejército amenazó de muerte a los estudiantes antes de la matanza en Iguala, revela un padre en el DF

*Tras una marcha por Ayotzinapa a Los Pinos afirma que los militares son “cómplices” de la masacre porque no quisieron ayudar a los jóvenes cuando eran atacados. Convoca a la unidad contra “un gobierno inepto” que culpa a la delincuencia de los homicidios y desapariciones cuando “los criminales son ellos”. Queman tres monigotes alusivos al presidente, a su esposa, y al procurador

Lourdes Chávez

Ciudad de México

En noche vieja frente a la residencia oficial de Los Pinos, un padre de los 43 normalistas desaparecidos en Iguala denunció que 25 días antes de la masacre del 26 de septiembre y la desaparición forzada de sus hijos, los soldados amenazaron de muerte a los estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa.
En el mitin público, el hombre detalló que en el crucero de Huitzuco, donde los estudiantes pedían cooperación para sus actividades políticas, soldados les advirtieron que no volvieran o la próxima vez estarían muertos “y sí lo cumplieron porque (el 26 de septiembre) unos fueron desaparecidos y otros los caídos”.
Subrayó que la noche en que policías municipales atacaron a balazos a los estudiantes en Iguala ni el Ejército quiso ayudarles “por lo tanto son cómplices” de la masacre. Convocó a la unidad la población contra “un gobierno inepto” que culpa a la delincuencia de los homicidios y desapariciones cuando “los criminales son ellos”.
Luego se mencionó que las amenazas de las corporaciones policiacas y militares no detienen a los normalistas porque han sido hostigados durante años por los uniformados.
Horas antes de la entrada del año nuevo los padres de familia fueron recibidos por integrantes de organizaciones sociales y de derechos humanos del Distrito Federal en el plantón que el 27 de diciembre instalaron frente a las oficinas la Procuraduría General de República (PGR) por la presentación con vida de los estudiantes, y la libertad de presos políticos de Guerrero, Michoacán y el DF.
Ahí los activistas ratificaron su solidaridad con los padres de familia para articular con otros movimientos la lucha por la presentación con vida de los estudiantes, y precisaron que para ellos siguen siendo 43 los desaparecidos (a pesar de la identificación de Alexander Mora Venancio a través del ADN encontrado en un fragmento de hueso) porque las autoridades pudieron sacar una muela al normalista para sostener la hipótesis del basurero de Cocula, de que todos fueron asesinados y quemados por un grupo del narcotráfico, Guerreros Unidos.
Los padres subrayaron que las autoridades han asesinado a sus hijos en diferentes momentos, ya no creen más en ellos. Insistieron en que los policías municipales se los llevaron y vivos se los tienen que regresar.
En el mitin en Los Pinos tomó la palabra el papá del campesino de 18 años Agustín Gómez Pérez, quien se inmoló el 6 de diciembre frente al Congreso de Tuxtla Gutierrez, en Chiapas, para exigir la liberación de su tío el dirigente del Frente Ricardo Flores Magón, Florentino Gómez Girón, quien estaba preso en el penal de Amate pero tras la acción suicida fue liberado.
Señaló que el gobierno estatal ya liberó al luchador social con la condición de “que regrese a su casa, que ya no luche, que no proteste”. Sin embargo dijo que salió con la frente en alto y continuará la lucha contra este gobierno insensible.
Responsabilizó al gobierno de la decisión que tomó su hijo, como última alternativa, y que ahora se debate entre la vida y la muerte porque no hubo condiciones para el entendimiento, y demandó “que me lo entreguen como estaba”.

Sin Navidad ni año nuevo

La protesta anunciada para esta fecha comenzó alrededor de las 7 de la noche con un acto político en el campamento que se encuentra en el camellón de la avenida Reforma, y uno de los dirigentes de la ciudad aclaró que no quieren hablar con ningún funcionario “pedimos de manera irrenunciable la presentación con vida ya de los 43 normalistas, cuanto más grande sea el muro de silencio, de burla, de impunidad, seguiremos nuestras formas de lucha”.
Alrededor se leían las leyendas de protesta como “Ayotzinapa, crimen de Estado burgués”, pero también había puestos de comida y un escenario a pocos metros para un espectáculo de fin de año que puso a un lado el gobierno de la ciudad.
La marcha avanzó a las 7 de la noche por Reforma, cruzó por Florencia hacia la avenida Chapultepec a uno de los accesos a los Pinos en la avenida Chivatito, en un acceso distinto a la protesta del 24 de diciembre que también se realizó por la noche en la residencia oficial del presidente Enrique Peña Nieto.
Alrededor de mil policías capitalinos y antimotines impidieron que se acercaran más al edificio, los uniformados eran más que los manifestantes que durante la marcha, donde hubo el mayor número de personas, se estimó en 500 participantes.
Al final de la protesta, como a las 11 de la noche, los manifestantes quemaron tres monigotes alusivos al presidente, a su esposa, Angélica Rivera y al procurador Jesús Murillo Karam, en la reja de Los Pinos sólo quedaban padres y familiares de desaparecidos y unos 80 activistas solidarios, entre vecinos, académicos y representantes de la comunidad artística.

La clase política se ha enriquecido al vincularse a la delincuencia: Vidulfo

En el mitin el abogado del Centro de Derechos Humanos de La Montaña Tlachinollan y representante legal de los padres y estudiantes, Vidulfo Rosales Sierra denunció que para lo único que ha servido la clase política de México es para desaparecer y encarcelar a luchadores sociales que defienden las libertades individuales básicas y “se han enriquecido al vincularse con la delincuencia organizada que está atacando a inocentes”.
Luego se refirió a los hoteleros de Acapulco que responsabilizan a las protestas de los padres y estudiantes de sus problemas económicos: “A los empresarios hipócritas en Guerrero que gritan que sus pérdidas obedecen al movimiento de los normalistas… ¿No será por los muertos que a diario amanecen en el puerto?”.
Exigió al gobierno federal que resuelva la inseguridad de fondo con un cambio de las instituciones que asesinaron y desaparecieron a estudiantes, “que no busque a los delincuentes entre los luchadores sociales ni entre los padres de familia”.
Señaló que los delincuentes están en el sistema corrompido de gobierno, sentados en sus curules y en las agencias del Ministerio Público.
Con los padres coincidió en que no habría festejo de fin de año mientras no presenten a los desaparecidos con vida, y continuarán el movimiento con más fuerza en 2015. En respuesta se escuchó entre los asistentes “soldado mexicano, si tienes dignidad, ya no te hagas pendejo y dinos la verdad” y cuestionaron el exceso de policías para obstruir el paso a una manifestación pacífica.
En sus intervenciones los padres señalaron que es necesario un alto a la impunidad y a las injusticias, y que esta exigencia llegue a todos los rincones del país y a la comunidad internacional porque en 21 años de políticas neoliberales desde la firma del Tratado de Libre Comercio de México con Estados Unidos y Canadá, no llega el progreso prometido, al contrario, se mantiene la pobreza y aumentó la inseguridad.
Rosales Sierra agregó que, como en los años 60 y con el regreso del PRI a los Pinos tras dos gobiernos panistas, volvieron las desapariciones forzadas de estudiantes.
En el mismo sentido fue la intervención del representante de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y el poeta Enrique Cisneros conocido como El Llanero Solitito advirtió entre sus versos a la clase política que “el tiempo trae una sonrisa roja con sabor a masas”.
Anunció que de este jueves continuaba la jornada interuniversitaria de la UNAM en la Casa de Lago, en Chapultepec, que concluirá el domingo con una ofrenda floral en el monumento a los Niños Héroes, encabezada por los padres de los desaparecidos.
Una estudiantes universitaria de la Coordinadora de Lucha Nacional Estudiantil conformada a propósito de los crímenes contra los normalistas de Ayotzinapa, destacó que el año que terminó fue de represión pero también avanzó en organización. Convocó a los estudiantes a entender que la lucha no está en internet y a tomar el papel que les corresponde para cambiar la realidad del país.
De la comunidad artística -la de los trabajadores de la cultura y el arte, no la mal entendida de Televisa, precisó un joven que se presentó como director de teatro-, expresaron la responsabilidad de todos los ciudadanos para crear un México digno de ser habitado, “y a los padres les pedimos que no se cansen porque vamos a estar a su lado para construir una utopía posible”.
Para terminar, un docente de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) señaló que “las atrocidades del sistema capitalista está encarnado por personas con nombre y apellido”, y aunque el corazón de este movimiento es la presentación con vida de los 43 detenidos desaparecidos de Ayotzinapa, “si no se tienen una perspectiva de mediano y largo, esto puede desvanecerse”.
Recordó la indignación que causó en el país el incendio de la guardería ABC en Hermosillo, “y que no cuajó y no decimos ¿Qué tenemos en las venas, atole?”.
Consideró que se tiene que construir un referente político que dé confianza ante el descontento y la indignación social, pero aclaró que no es electoral, de lo contrario podrán pasar tres o seis años, o dos o tres Ayotzinapa más. Pidió que se incluya principalmente a la clase trabajadora o se perderá una oportunidad de cambio.

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