Gastará la UAG el 95 por ciento de sus recursos financieros en el pago de la nómina en 2015

El presupuesto aprobado por el Congreso es de 2 mil 332 millones 905 mil pesos. 480 son para gastos de operación, 115 mil para el saneamiento financiero, mil 687 para subsidio ordinario y 50 millones para el fortalecimiento de las instituciones educativas

De los 2 mil 332 millones 905 mil pesos que aprobó el Congreso del estado para el ejercicio fiscal de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG) este año, el 95 por ciento será utilizado para cubrir los gastos de nómina, mientras que el porcentaje restante está destinado a cubrir el gasto corriente de la máxima casa de estudios.
De acuerdo con la distribución de los recursos que hizo el Congreso, de 2 mil 332 millones 905 mil pesos, 480 millones son para gastos de operación, 115 millones 838 mil para el Programa de Saneamiento Financiero, mil 687 millones 66 mil 900 para Subsidio Ordinario y 50 millones de pesos para el fortalecimiento de las instituciones educativas.
Sin embargo, fuentes internas de la UAG informaron a El Sur que los recursos aprobados por el Congreso, que incluyen los 246 millones de pesos que gestionaron ante la Secretaría de Hacienda el gobernador Rogelio Ortega Martínez y el rector Javier Saldaña Almazán, serán destinados a cubrir la nómina casi en su totalidad.
Lo anterior debido al déficit de recursos que afectaba a la UAG y que provocó el adeudo de salario y aguinaldo de los trabajadores en general. Del último pago, aún se debe entregar el 25 por ciento.
Además, hay un problema de pago del salario de los catedráticos, que tiene su origen en la falta de reconocimiento de horas laborales, aunque los docentes cumplen con su carga académica oficialmente no tienen tal, por lo que no perciben ningún pago por su trabajo en las distintas cédulas de la UAG.
La UAG tiene la facultad de decidir en qué gastará o invertirá el presupuesto que recibirá. Este año la prioridad es la nómina, así como el gasto corriente, es decir los servicios de luz, agua y telefonía en las unidades académicas.
Cuando la universidad no cuenta con los recursos necesarios para cubrir el gasto corriente, de publicidad o cualquier otro rubro, se retienen los impuestos de los trabajadores y se destinan a las necesidades urgentes de la máxima casa de estudios.
Por otra parte, el recurso que se requiere para programas específicos se gestiona de manera independiente, y no se incluyen en el presupuesto aprobado para la universidad. Es decir, si alguna de las unidades académicas necesita ampliar las instalaciones o cambiar el equipo de algún área, el programa se entrega a la rectoría para que el recurso necesario pueda ser gestionado.
El presupuesto que aprobó el Congreso del estado para la UAG, será cubierto en un 75 u 80 por ciento por el gobierno federal, mientras que el estatal aportará el otro 25 y el 20 por ciento. (Alina Navarrete Fernández / Chilpancingo).