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Propone Nicomedes Fuentes ciudadanizar la investigación por la desaparición de los normalistas

Lo que pasó en Iguala fue un delito de lesa humanidad, una ejecución, una situación arbitraria y un crimen de Estado en el que tuvieron responsabilidad desde el gobierno municipal, el estatal y el federal, afirma el experto, integrante de la desaparecida Comisión de la Verdad. Ante las sospechas de que hubo responsabilidad de servidores públicos de los tres niveles de gobierno habrá desconfianza en los resultados, argumenta. Las fosas en Iguala se descubrieron cuando entró la Policía Ciudadana “entonces yo creo que son los ciudadanos los que tenemos que resolver el problema y tenemos que replantear la situación”, considera

 

Zacarías Cervantes

Chilpancingo

Ante las sospechas de que hubo participación de autoridades de los tres órdenes de gobierno en los ataques ocurridos la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre en Iguala y en la desaparición de los 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa (ahora 42 tras la identificación de los restos de uno), el integrante de la disuelta Comisión de la Verdad (Comverdad), Nicomedes Fuentes García propuso la integración de una comisión de ciudadanos “de buena fe” para que investigue por separado.
El ex preso político y ex integrante de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), entrevistado en las que fueron oficinas de la Comverdad en Chilpancingo, declaró que lo que pasó en Iguala fue un delito de lesa humanidad, una ejecución, una situación arbitraria y un crimen de Estado en el que tuvieron responsabilidad desde el gobierno municipal, el estatal y el federal.
Además expresó que ante las sospechas de que hubo responsabilidad de servidores públicos de los tres niveles de gobierno en los hechos contra los estudiantes de la Normal de Ayotzinapa habrá desconfianza en los resultados de las investigaciones, sean cuales sean, por lo que manifestó que “sería conveniente que se integre una comisión de ciudadanos de buena fe” para que realice una investigación paralela a la que realiza la Procuraduría General de la República (PGR) y se conozca la verdad histórica y deje satisfechos a los familiares de las víctimas.
El tono de Fuentes García se percibe preocupado ante los acontecimientos que dejaron inicialmente 6 personas asesinadas, tres de ellos estudiantes de la Normal de Ayotzinapa, así como a un niño de 15 años jugador del equipo de futbol los Avispones, el chofer del autobús que transportaba a los deportistas y a una mujer que viajaba en un taxi. También se reportaron 25 personas heridas, la mayoría estudiantes de la Normal de Ayotzinapa.
Posteriormente se supo de la detención y desaparición de 43 estudiantes de Ayotzinapa, uno de ellos Alexander Mora Venancio que ya fue identificado como otro más de los normalistas que se encuentra entre los asesinados.
Para el ex comisionado de la Comverdad éstos hechos de violencia “sólo son una gota que derramó el vaso de agua, porque hay una serie de hechos que ya habían venido ocurriendo en los últimos años en Guerrero”, como los que le tocó investigar en esa comisión.
Fuentes García, quien terminó sus funciones como comisionado al cumplirse el periodo el 17 de octubre del año pasado, adelantó que habrá consecuencias de la inestabilidad que se ha vivido después de los hechos violentos de Iguala por aquello de: “a río revuelto ganancia de pescadores” y añadió que detrás del movimiento puede haber un daño grandísimo como los que hubo en la época de la guerra sucia de los años sesentas y setentas en la entidad que dejó a más de 380 desaparecidos, entre ellos al campesino Rosendo Radilla Pacheco que llevó al Estado mexicano a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Coidh).
En la entrevista, el ex comisionado reflexiona: “en los movimientos sociales generalmente se insertan personas que provocan desórdenes y que cometen delitos, y a veces es el mismo Estado mexicano quien los inserta para provocar estos desórdenes y justificar la represión”.

Ayotzinapa: La gota que derramó el vaso

–¿Cuál es la evaluación que tiene de la situación que estamos viviendo en Guerrero?- preguntó el reportero.
–Me parece que los hechos ocurridos en Iguala son como una especie de gota que derramó el vaso de agua ante una serie de hechos que han venido ocurriendo en los últimos años. Nosotros vivimos una época parecida, con la diferencia de que entonces estaba muy claro que el responsable de las desapariciones forzadas era el Estado mexicano. Hay una diferencia con lo que ocurre ahora que se le echa la culpa a la autoridad, a la delincuencia organizada, o a ambas.
Por eso insiste que la sociedad tiene derecho a saber qué fue lo que pasó realmente y quiénes son los responsables, tanto materiales como intelectuales, y declaró que para ello es necesario que se integre una comisión civil y encuentre la verdad histórica para que los resultados dejen satisfechos no solamente a los familiares de las víctimas, sino a la sociedad en general.
–Representantes de algunos organismos civiles hablan de que en este caso hubo ejecución extra judicial, que hay detenidos-desaparecidos y que por tanto desde el momento mismo que participan policías municipales es un crimen de Estado, ¿Usted qué opina?- se le pregunta.
–Yo estoy totalmente de acuerdo, definitivamente es un delito de lesa humanidad, hay ejecución en tanto que disparan contra muchachos jóvenes desarmados que no estaban oponiendo una resistencia que pusiera en riesgo la seguridad de los cuerpos que iban armados, entonces realmente es una ejecución. La desaparición forzada es un delito contra la humanidad, se violaron los derechos humanos de las personas, no se les dio ninguna oportunidad de defenderse.
–Se habla de que los responsables son la delincuencia organizada, que son las autoridades municipales de Iguala, que el gobierno del estado fue omiso, que también hubo la participación del gobierno federal en la desaparición de los jóvenes y que fue omiso para evitar el segundo ataque, desde su punto de vista ¿Qué pasó?, ¿Quién es responsable?.
–Bueno, los responsables en un determinado territorio o jurisdicción son quienes están encargados de ese territorio, de esa jurisdicción, pero creo que son los tres niveles de gobierno: El federal, estatal y municipal, obviamente. El conflicto estalla por la parte más débil que es el municipal.
–El movimiento que demanda la presentación con vida de los 42 estudiantes pide la desaparición de poderes y la renuncia del presidente Enrique Peña Nieto, ¿Creé que con eso disminuya la tensión social?
–Yo creo que la situación que se vive en Guerrero es un problema social grave y que los ciudadanos debiéramos participar más en la solución organizándonos más, generar más corriente de opinión, generar la fuerza necesaria para poder darnos una estructura, leyes y conductas diferentes.
“Yo creo que está rebasada la situación institucional hoy en día y que de alguna manera las personas que se están expresando hoy en las calles, en donde quiera, es porque por más delincuente que sea una persona no tiene por qué ser desaparecida o ejecutada”, agregó.
–Habla de la participación de la sociedad, de la organización, pero vemos que si está participando y hay manifestaciones, ¿Va por buen camino la sociedad para resolver un conflicto como este?
–Yo creo que debiera de haber sensibilidad de todos, en la sociedad tenemos un problema grave, yo me cuento entre ellos, y es el problema de la seguridad. Algunos se están expresando de manera muy radical, creo que en algunos momentos hasta se cometen delitos pero la sociedad en general está pensando en la paz, en la tranquilidad, en la búsqueda de caminos legales que permitan resolver este problema, y yo creo que en ese sentido también la autoridad tiene que darle el espacio a ese tipo de expresiones.
–Cuando hay sospechas de que hubo la intervención del Estado en estos hechos ¿Debería de haber confianza en que van a resolver el asunto, digamos que lo van a esclarecer?
–Mira, la confianza se gana, nosotros acabamos de vivir una experiencia como Comisión de la Verdad, estuvimos en el campo, pudimos accesar a las comunidades de la sierra que es una sierra llena de riesgos, pero creo que ganamos confianza en la gente y nos comenzó a aportar información importante para el tema que estábamos investigando, y entonces eso no lo logró de alguna manera la comisión de Derechos Humanos en la época que le tocó investigar, tampoco lo logró la Fiscalía Especial. Si hubiese la confianza del pueblo de Guerrero hacia las autoridades no habría ningún problema, estaríamos felices todos seguramente, pero no se ve que exista esta situación, yo creo que no la hay.
–¿Usted cree que sería conveniente una comisión civil que investigue para que haya confianza en los resultados y conocer la verdad?.
–Yo le apuesto más a ciudadanos de buena fe, a que pudieran realizar su investigación. Mira, las fosas en Iguala se descubrieron cuando entró la comunitaria (Policía Ciudadana de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero) desarmada y son campesinos que saben moverse en el campo, que fueron peinando los cerros y que fueron encontrando las fosas, pero de parte de las autoridades pues no hay una situación así, entonces yo creo que son los ciudadanos los que tenemos que resolver el problema y tenemos que replantear la situación.
Concluyó: “Yo creo en la organización de los ciudadanos y a lo mejor las propuestas pueden parecer descabelladas o fuera de lugar porque se está en la otra mira, pero los partidos políticos están preocupados por ganar las elecciones y las autoridades responden a los partidos políticos, e igual están en buscar estrategias para convencer o comprar votos”.

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