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Bloquean mineros de Los Filos la carretera a Carrizalillo en su tercer día de paro

Zacarías Cervantes

 

Mezcala / Eduardo Neri

 

Trabajadores de la sección 269 del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos, Siderúrgicos y Similares de la República Mexicana (SNTMMSSRM), continuaron ayer por tercer día consecutivo con su paro laboral y con el bloqueo a la empresa Gold Corp, que explota la mina de Carrizalillo, perteneciente a este municipio.

El movimiento laboral es en protesta por  la violación al Contrato Colectivo de Trabajo (CCT), según informó en un principio Ricardo López Vargas, secretario general de esa organización sindical.

Los más de  600 mineros que trabajan en esa empresa de la sección 269, se mantienen en protesta desde el miércoles afuera de las oficinas de la trasnacional, a unos 7 kilómetros distantes de este lugar.

Los protesta de los trabajadores está motivada en la violaciones a su Contrato Colectivo de Trabajo, como declaró el miércoles su líder sindical.

Dijo, cuando comenzó el movimiento, que como parte de estas violaciones la empresa no ha firmado el tercer Contrato Colectivo a pesar de que debe hacerlo año con año.

También denunció hace cuatro días que no ha cumplido con la entrega de lentes a unos 30 trabajadores que han hecho su solicitud, por lo que éstos se vieron obligados a adquirir sus lentes con su propio dinero.

El dirigente sindical, denunció, además, que de acuerdo al Contrato Colectivo, los trabajadores de nuevo ingreso deben obtener su plaza fija a los 3 meses de haber sido contratados, lo que no ha venido ocurriendo hasta que presiona el sindicato.

Indicó que a quienes les entregan la plaza los envían primero de camioneros independientemente de su perfil.

A tres días de que comenzó el movimiento por esas demandas, ayer la carretera que comunica a esta localidad a Carrizalillo fue bloqueada por los trabajadores en paro.

A la salida de esta localidad, rumbo a Carrizalillo, se encontraban dos plantones de trabajadores en paro; en el primero había paso libre, pero en el segundo solamente dejaban pasar a los vehículos del servicio público que llevaban pasaje a Carrizalillo.

Los reporteros llegaron al primer filtro y pidieron información del movimiento pero no había dirigente alguno a la cabeza que proporcionara la información; los trabajadores dijeron que Ricardo López Vargas, secretario general de la sección 269 de ese sindicato se encontraba “arriba” en un tercer bloqueo que se encuentra a la entraba de las oficinas de la minera.

Por ello los reporteros continuaron rumbo a Carrizalillo, sin embargo, 500 metros adelante, aproximadamente, se encontraron con el segundo bloqueo de los sindicalistas. Allí, definitivamente, les advirtieron que no había paso para la prensa.

–Somos de El Sur, queremos una entrevista con el dirigente Ricardo López, solicitó el reportero.

–No hay paso para la prensa, dijo un parista.

–Ya hablamos con el líder, Ricardo López, nos está esperando, –insistió el reportero.

–No hay paso para ningún reportero, –respondió en tono amenazante el trabajador, mientras que una decena de sus compañeros se aglutinaban en torno a él, algunos de ellos blandiendo garrote en sus manos.

Los reporteros optaron por dar las gracias y retirarse. Acudieron, después, a las oficinas de la sección 269 de ese sindicato, ubicado en la calle principal de Mezacala, en donde pidieron información a una secretaria que en todo momento les negó todo, hasta el horario en el que pidieran encontrarse a los dirigentes.

El reportero volvió a contactar telefónicamente al dirigente sindical López Vargas.

“Estamos afuera de sus oficinas, hemos intentado pasar hacia el paro, pero hay dos bloqueos en los que los trabajadores no nos permiten el paso”, le dijo.

El dirigente sindical respondió que se encontraba cerca y que pasaba en cinco  minutos. Los reporteros esperaron 10, cuando arribó una camioneta con cuatro sindicalistas de mal aspecto, quienes, igual, negaron todo tipo de información.

–Estamos en espera de Ricardo López, le hablamos por teléfono y sólo queremos saber si va avenir o no, le dijo el reportero a quien parecía ser dirigente sindical.

El sindicalista volteó a la calle y dijo. Ah mire, ahí viene, señalando con el índice una camioneta Escape, último modelo que se acercaba a las oficinas sindicales. Sin embargo el vehículo no se detuvo y siguió a baja velocidad por la calle principal rumbo a Carrizalillo.

Los otros trabajadores que habían entrado a las oficinas, estuvieron sólo unos breves minutos y después subieron a la camioneta en la que había llegado y se retiraron también.

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