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Sacrifican sus ganancias para no subir el precio de la rosca, dicen panaderías

Karla Galarce Sosa

Ante el aumento en el precio de los insumos e ingredientes para preparar las roscas de Reyes, panaderos y reposteros coincidieron en que este año sacrificaron sus ganancias por mantener los precios en ese tradicional alimento.
El huevo, los lácteos y el azúcar son algunos ingredientes que aumentaron su precio, prácticamente, un 15 por ciento en los últimos dos años, dijo el panadero Genaro Álvarez, quien trabaja haciendo bolillo para vender en El Coloso, pero que también hornea roscas de Reyes cada año.
Dijo que además del sacrificio en sus ganancias, este año tuvo que pedir a sus tres trabajadores que laboraran horas extras por sólo “una compensación”, pues su ingreso no alcanzaría para contratar a más colaboradores, cuando en años anteriores empleaba de manera eventual hasta a tres panaderos más.
A pesar del esfuerzo realizado por el sector, para mantener los precios sin crecimiento significativo, la expectativa de ventas fue calificada como “regular”, debido a un incremento en la competencia, pues cada vez más cadenas comerciales ofrecen roscas de poca calidad, pero más baratas.
Además de la adversa situación económica que enfrentan los consumidores, pues muchos recurren a las tarjetas de crédito para las compras y la mayoría de las panaderías tradicionales no han contratado “ese servicio”, dijo el dueño de la panadería Tres Hermanos.
“La rosca más pequeña cuesta 150 pesos y la rellena 200 pesos, mientras que las más grande está en 200 pesos y 300 pesos con relleno. Esto es alrededor del diez por ciento más que el año pasado, porque los insumos se encarecieron bastante. Aún así, tratamos de que el precio al consumidor sea menor, para que podamos vender”, señaló.
Indicó que con la finalidad de reducir el impacto negativo en la economía de las familias, las panaderías tradicionales conservan la calidad de sus productos, como la mantequilla, así como los hornos de ladrillo que permiten dar a las roscas un sabor y una textura únicos, que no ofrecen las roscas de las tiendas de autoservicio o, incluso, “negocios donde se vende mucho café”.
La empleada de la pastelería La Espiga de Acapulco, Esther, dijo que en ese negocio sí aumentó el precio de las roscas, principalmente por el incremento en el precio del gas, así como por el aumento en el precio del azúcar, los huevos y la mantequilla, ingredientes fundamentales para la realización del pan.
Los precios en ese establecimiento, ubicado a una cuadra del zócalo del puerto, oscila entre los 180 y 230 pesos.

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