Deja 12 muertos ataque terrorista contra la revista satírica Charlie Hebdo, en París

El presidente Hollande decreta jornada de luto nacional en Francia en homenaje a las víctimas mortales del atentado, entre ellas cuatro caricaturistas destacados. El gobierno francés realiza megaoperativo para hallar a los autores del ataque. Se entrega uno de los tres sospechosos que participaron en la masacre. Caricaturistas e ilustradores de todo el mundo lamentan la muerte de colegas

DPA / EFE / Redacción

París / Washington / Londres / Nueva York / Ciudad de México

Al menos 12 personas murieron ayer en París y otras 11 resultaron heridas en un ataque terrorista perpetrado contra la revista satírica Charlie Hebdo, en un hecho que desató la indignación internacional y activó las alertas de los servicios de seguridad de diversos países europeos.
Según primeros reportes de testigos, dos hombres encapuchados y vestidos de negro irrumpieron a las 11 de la mañana en la redacción de la revista disparando sus fusiles AK-47 kalashnikovs. Una dibujante que sobrevivió el hecho aseguró que los atacantes hablaban francés “a la perfección” y dijeron pertenecer a la red terrorista Al Qaeda. Los atacantes gritaban “Alá es grande” y “Hemos vengado al profeta”.
Informes emitidos luego de una reunión de urgencia convocada por el gabinete nacional aseguraron no obstante que el ataque fue perpetrado por tres individuos que se dieron a la fuga en un coche negro.
Entre las 12 víctimas está el redactor jefe de la revista, Stéphane Charbonnier, Charb, así como su guardaespaldas y dos policías que vigilaban las instalaciones. Tam-bién murieron los dibujantes Wo-linski, Cabu, y Tignous, que según la fiscalía fueron identificados por un superviviente, mientras que cuatro de los heridos se debaten entre la vida y la muerte.
En noviembre de 2011 una edición especial de Charlie Hebdo mostraba a un “redactor jefe Mahoma”, lo que le valió ataques con bombas incendiarias.
El último número de la revista muestra en la portada al escritor Michel Houellebecq, que generó polémica con su novela Sumisión, en la que describe la islamización de una Francia gobernada por un presidente musulmán.
Al conocerse el atentado, el mayor acto terrorista registrado en Francia en los últimos 50 años, el presidente François Hollande se trasladó de inmediato al lugar de los hechos y anunció que el gobierno ha elevado al máximo el nivel de alerta, además de pedir unidad a la nación ante este “shock”.
Miles de personas salieron a las calles de París en solidaridad con la revista y en defensa de la libertad de expresión. Muchos de los manifestantes congregados en la Plaza de la República portaban pancartas diciendo: “Je suis Charlie” (Yo soy Charlie). En otros carteles se veía la caricatura de Mahoma publicada por Charlie Hebdo.
El Partido Socialista convocó una “Marcha de los republicanos”, mientras que los sindicatos de prensa llamaron a hacer una manifestación en silencio.
Por su parte, Hollande, anunció que este jueves será “jornada de luto nacional” en el país, en homenaje a las doce víctimas mortales. En una alocución solemne en televisión, dijo que habrá concentraciones en instituciones públicas y que las banderas ondearán en todo el país a media asta durante tres días.
Hollande rindió homenaje a los fallecidos, “nuestros héroes”, que “han muerto por la idea que tenían de Francia, por la libertad”.
Los dibujantes y los trabajadores de Charlie Hebdo defendían un “mensaje de libertad que seguiremos defendiendo en su nombre”, subrayó.
“La República es la libertad de expresión, la cultura, el pluralismo (…) Ese era el objetivo de los terroristas”, indicó Hollande, quien ha convocado para este jueves a los presidentes de las dos cámaras parlamentarias y a los responsables de los grupos políticos y que tiene previsto mantener el jueves otra reunión sobre el atentado con miembros de su gobierno.
Por otro lado, uno de los tres sospechosos de haber participado en la masacre se entregó a la policía en la localidad de Charleville-Mézières, junto a la frontera con Bélgica.
Mourad Hamyd, de 18 años, se rindió tras haber supuestamente colaborado en los crímenes cometidos por los hermanos Said y Cherif Kouachi, de 34 y 32 años, cuyas identidades han sido difundidas por la policía para pedir la colaboración ciudadana en su búsqueda, señalaron los medios franceses.
Hamyd se entregó de forma espontánea y voluntaria a las 11 de la noche hora local tras haber visto su nombre circular en las redes sociales, según la prensa francesa, lo que abre interrogantes sobre su verdadera implicación.
Mientras, la policía francesa ha difundido un aviso a toda la ciudadanía en la que identifica a los dos presuntos autores materiales y alerta de que pueden ir “armados y son peligrosos”. La prefectura de París, especifica que existe una orden de busca y captura contra ellos.
Junto a sus nombres se han difundido también sus fotografías y se pide cualquier información que pueda conducir a su paradero.
Según la web del diario Metronews, Chérif Kouachi fue juzgado en 2005 por formar parte de una célula de envío de yihadistas a Irak, que habría reclutado a una decena de jóvenes para ir a combatir entre 2003 y 2005. Fue condenado entonces a tres años de prisión, la mitad de los cuales quedaban exentos de cumplimiento.
El gobierno francés ha elevado al nivel máximo la alerta antiterrorista y ha movilizado a más de 3 mil miembros de las fuerzas de seguridad en la operación de búsqueda.
Los atacantes de París al parecer cometieron un grave error en su huida, que ayudó a la policía a identificarlos, informó ayer la revista francesa Le Point.
Según la revista, olvidaron un documento de identidad en el coche cuando cambiaron de vehículo a las afueras de la capital francesa.
Los hermanos Said y Chérif K., de 34 y 32 años, ambos conocidos de la policía, seguían prófugos.

Líderes políticos y religiosos condenan el ataque

Líderes políticos y religiosos de todo el mundo manifestaron ayer su conmoción y tristeza tras el ataque perpetrado contra el semanario francés Charlie Hebdo en París.
En Francia, el Consejo Musulmán se sumó a la condena: se trata de un “acto bárbaro” que ataca “la democracia y la libertad de prensa”, aseguraron.
España elevó su nivel de alerta antiterrorista tras el ataque en París.
El gobierno de Berlín dijo que no tiene indicios concretos de “planes para perpetrar ataques similares en Alemania ni pistas de ataques terroristas en general”, pero anunció que reforzaría sus medidas en momentos en que crecen en ciertas regiones del país los pronunciamientos islamófobos.
En Washington el presidente estadunidense Barack Obama condenó duramente el “intolerable ataque” y ofreció ayuda a las autoridades francesas para llevar a los agresores ante la justicia. Mientras centenares de personas se reunieron ayer en esa capital y en Nueva York para expresar su solidaridad con Francia, tras el atentado.
Por su parte, el presidente ruso, Vladimir Putin, se refirió al hecho como un “crimen cínico”.
“Fue un crimen horrible, injustificable y a sangre fría”, dijo el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, “un asalto directo contra una piedra angular de la democracia: los medios y la libertad de expresión”.
Irán condenó el ataque en París y aseguró que es “ajeno al islam”.
Los gobiernos de América Latina, entre ellos Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Paraguay, Perú, Venezuela, Costa Rica, Cuba, así como, la ONU, Amnistía Internacional, Reporteros Sin Fronteras, expresaron su repudio y se mostraron consternados. También el Papa Francisco se suma a la condena de “horrible atentado”.
El canciller mexicano, José Antonio Meade, calificó ayer de acto de “intolerancia” el atentado registrado en Francia. Por su parte, la embajada de Francia en México agradeció el apoyo del gobierno y el pueblo mexicano.
Por otro lado, caricaturistas e ilustradores de todo el mundo lamentaron el atentando en el que murieron cuatro de los principales caricaturistas de Francia, que desde hace años habían desafiado amenazas islámicas.
Se trata de los dibujantes veteranos Jean Cabu y Georges Wolinsky, Bernard Verlhac, Tignous, y Stéphane Charbonnier, Charb, responsable de la revista, quien recientemente había publicado una viñeta en la que especulaba un  humor sobre la posibilidad de un atentado islamista en Francia.
A su turno, el escritor británico Salman Rushdie se manifestó a favor de la defensa de “el arte de la sátira, que siempre fue una fuerza por la libertad y contra la tiranía, deshonestidad y estupidez” .