Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Muere la actriz Anita Ekberg a los 83 años; fue considerada la musa de Federico Fellini

*La escena de su baño nocturno en la fuente de Trevi de Roma, en la cinta La dolce vita, la introdujo en la historia del cine mundial

DPA

Estocolmo / Roma

Anita Ekberg entró en la historia del cine gracias a una única escena: su baño nocturno en la fuente de Trevi de Roma. En La dolce vita, rodada por Federico Fellini en 1960, volvió loco a su compañero de reparto, Marcello Mastroianni, y con él a todos los hombres de Italia. La actriz sueca murió el domingo a los 83 años a las afueras de la capital italiana tras una larga enfermedad.
El iceberg sueco, como se conoció a la actriz durante algún tiempo, nació el 29 de septiembre de 1931 en Malmö, en el sur de Suecia. Octava hija de una familia de trabajadores, gracias a su belleza se convirtió en Miss Suecia (Fröken Sverige) en 1950.
Un año más tarde se mudó a Estados Unidos, donde no tuvo mucho éxito en sus intentos de triunfar en Hollywood. Durante un tour por Alaska del artista Bob Hope, la actriz rubia de curvas generosas sustituyó a Marylin Monroe.
En 1958 interpretó su primer papel en Italia y dos años más tarde llegó el éxito de la mano de Fellini y La doce vita. La escena en la que se pasea dentro de la fontana de Trevi se convirtió en un clásico. En ella, Sylvia (interpretada por Ekberg) camina por la noche romana y se da un baño en la famosa fuente. “¡Marcello, ven aquí!”, llamaba seductoramente a su compañero de reparto, que acaba metiéndose con ella en el agua.
La escena se rodó en enero y la actriz tuvo que meterse en el agua helada cubierta tan sólo por un vestido de noche. “No fue muy agradable”, recordó Ekberg en 2013 durante el festival de cine de Berlín, la Berlinale.

Tras el gran éxito de taquilla la artista se quedó en Roma. Pero dio más que hablar por sus relaciones con hombres conocidos que por sus triunfos en la gran pantalla. Según contó en la Berlinale, tras la película de Fellini recibió muchas ofertas, pero la mayor parte no eran más que copias de La dolce vita.
Los hombres italianos no fueron los únicos que quedaron fascinados por Ekberg. En 1963 protagonizó 4 for Texas junto a Frank Sinatra. “Tuvimos un flirteo y me preguntó si podía casarse conmigo”, recordó la actriz.
Con Fellini volvió a trabajar en 1970 en el documental para televisión I Clowns y en 1986 en la película Intervista, convirtiéndose así en su musa. Estaba considerada una sex symbol, sobre todo en Italia, pero ella nunca entendió “que significaba eso”.
Ekberg mantenía una relación tensa con su país de origen. A los medios no les convencía ni su imagen de sex symbol ni su torpe forma de expresarse en sueco, tras tantos años fuera. Y por si fuera poco, criticó a la casa real sueca. “La boda de la princesa Victoria fue escandalosa”, afirmó en 2010 ante la prensa.
Aun así el primer ministro sueco, Stefan Löfven, sólo tuvo palabras de halago para la “gran actriz”. “Fue por el mundo y dio aun más a conocer a Suecia”, afirmó el mandatario en declaraciones al diario Aftonbladet.
Ekberg se casó y divorció dos veces, con los actores Anthony Steel y Rik Van Nutter. Ganó un Globo de Oro a la mejor actriz revelación en 1956, pero su carrera declinó a partir de los 70, aunque no dejó de actuar totalmente hasta 2002. Nunca descartó volver a rodar una película. Al fin y al cabo, Bette Davis rodó hasta con 90 años, recordó en 2013.

468 ad