Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Carlos García Jiménez

BAJO EL ALA DEL SOMBRERO*

* Gobernanza y democracia participativa, vía para un nuevo Guerrero

Como si los hechos de Iguala y su efecto estremecedor a gran escala ya se hubieran superado, los actores políticos, institucionales y sociales más conservadores de Guerrero ya realizan a la vieja usanza sus actividades rutinarias de este 2015. La casta política (los que hacen de esta actividad su modus vivendi) se aprestan a su labor proselitista a favor de una posición en el gobierno o en alguna legislatura; otros, los funcionarios de viejo cuño, se preparan para abrir las ventanillas de los programas públicos a su clientela cautiva; y otros más, la ciudadanía desinformada y cautivada por el gobierno y los partidos políticos, se alista a plantear sus demandas a los precandidatos y a los funcionarios más influyentes con la esperanza de que del presupuesto 2015 sus demandas sean atendidas.
Así las cosas en el Guerrero del “no pasa nada”. Dichos actores conservadores –atados al sistema sociopolítico que hoy está en tela de juicio–, aún no alcanzan a dimensionar lo que sucede en Guerrero y en el país tras el desbordamiento del ¡ya basta! ciudadano. La inercia de sus intereses y el deseo de que todo vuelva a ser como antes no les permiten entender que el movimiento social, activado desde el 26 y 27 de septiembre a nivel nacional, no sólo exige justicia por los asesinados y desaparecidos de Iguala, y los más de 20 mil desparecidos que estaban en el anonimato tras el velo de la impunidad gubernamental, sino que también plantean la transformación de las estructuras políticas, de gobierno y de administración de la justicia que hicieron posible esas atrocidades.
¿Cómo terminará todo esto? ¿Serán como siempre las elecciones de este 2015? ¿Se impondrá la impunidad sobre la verdad en los hechos de Iguala? ¿Se aplicará como siempre (de manera clientelar y paternalista) el presupuesto público destinado a Guerrero? ¿Seguirán las mismas élites gobernando en Guerrero? Estas son preguntas que se respiran en este inicio de año y que, por lo menos, generan incertidumbre y dudas sobre el futuro que tenemos enfrente. El intento de respuesta, sea con un pensamiento conservador o un pensamiento renovador, nos llevará al viejo Guerrero de corrupción, impunidad y rezago; o a un nuevo Guerrero en el que la justicia, la paz y el desarrollo sustentable sean principios inalienables.
Estas dos posibilidades para Guerrero son las que están en juego cuando debemos reflexionar sobre la agenda de 2015 que atañe a todos los ciudadanos. Es decir el tema de los desaparecidos de Ayotzinapa, el de las elecciones, el de la aplicación de los recursos públicos, el de la liberación de los presos políticos, el de los desplazados por la delincuencias, el de la instalación de los órganos de participación ciudadana, el de las policías comunitarias, el de remunicipalización, etcétera. Tantos temas que hoy, si no se asumen con la participación de la ciudadanía organizada, seguiremos en el camino del Guerrero de corrupción, impunidad y rezago. Estos temas, hoy por hoy, ya no son exclusividad de las instituciones especializadas como en los viejos tiempos. Ahora en el nuevo contexto que vive Guerrero los temas de interés público necesariamente requieren la opinión y la voluntad de los ciudadanos.

Hacia un nuevo Guerrero

Con la instalación de la Mesa 7, de Gobernanza y democracia participativa, se concretó una posibilidad para transitar al nuevo Guerrero que desean la mayoría de los guerrerenses, conjuntando la visión renovadora de ciudadanos organizados en el Frente Popular para el Desarrollo de Guerrero (FPDG), y la voluntad política de los gobiernos federal y estatal.
Esta Mesa 7 es un ensayo de gobernanza (diálogo y toma de acuerdos entre gobernantes y gobernados) y de democracia participativa (toma de decisiones colectivas). Es decir, una nueva manera de gobernar, desde la perspectiva de los gobernantes; y una nueva manera de participar desde la perspectiva de los gobernados.
Asumiendo ya como su sede oficial el auditorio de Las Banderas de la ahora denominada Casa del Pueblo Guerrerense, la Mesa 7 se instaló el 1 de enero contando con la presencia del gobernador Rogelio Ortega Martínez. Sus actividades culminarán hacia finales del mes en curso una vez que se hayan agotado los 10 temas considerados en su agenda, y se hayan definido los acuerdos y procedimiento jurídicos para que dicha mesa se transforme en la Comisión para la Concordia, la Paz y el Desarrollo Sustentable de Guerrero, denominación que, cabe la aclaración, aún se encuentra en discusión.
No dimensionada aún por muchos actores institucionales y sociales, esta mesa ya ha logrado algunas señales que abonan hacia la edificación de un nuevo Guerrero. Algunas de ellas. El reciente anuncio de una iniciativa de ley de amnistía para la liberación de los presos políticos; el reconocimiento de La Sierra como octava región económica en el estado, el próximo 16 de enero en la comunidad de El paraíso en Atoyac de Álvarez; la reinstalación del Consejo Guerrerense para el Desarrollo Rural Sustentable (CGDRS) antes de que termine este mes; la conformación de una Comisión Mixta (gobierno-FPDG) para el reconocimiento de los sistemas de policías comunitarias y ciudadanas, el cuarto orden de gobierno, y la remunicipalización; la reelaboración de un presupuesto extraordinario para la paz y el desarrollo en 2015; son algunos de los compromisos asumidos por los gobiernos federal y estatal, y el FPDG, desde un enfoque de gobernanza y democracia participativa.
Con estos primeros pasos y logros, la Mesa 7 es ya una experiencia novedosa de diálogo y construcción de propuestas para enfrentar los problemas neurálgicos que históricamente ha padecido Guerrero, y que se acrecentaron con los repudiables acontecimiento de Iguala.
Es necesario apelar al sentido común de los actores institucionales y sociales para que revaloren esta iniciativa renovadora y se incorporen a las actividades que ya vienen derivando de la Mesa 7. Es vital que la representación del Congreso local y del poder Judicial estatal se incorpore a los temas que les incumben, y que requieren su opinión y compromiso.
El camino hacia la construcción pacífica y democrática del nuevo Guerrero apenas empieza, y requiere la participación ordenada y propositiva de todos los ciudadanos; de todos los funcionarios públicos; y una actitud más modesta de todos los actores políticos, si acaso la gobernanza permitiera las elecciones en Guerrero.

* Bajo el ala del sombrero es un espacio de análisis y propuestas para la transformación del campo desde la visión y acción cotidiana de los campesinos

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