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Aprueban congresistas chilenos histórico cambio del sistema electoral heredado de la dictadura

DPA

Valparaíso (Chile)

El Senado chileno aprobó ayer un histórico cambio del sistema electoral heredado de la dictadura militar, que durante años permitió la sobrerepresentación parlamentaria de la derecha.
“Después de 25 años terminamos con un sistema electoral único en el mundo y que por supuesto hizo mucho daño a la democracia”, valoró el ministro de Interior, Rodrigo Penailillo.
Tras una discusión final que se prolongó durante 19 horas, Penailillo aseguró que “se inicia un nuevo proceso” en el país, de cara a los comicios legislativos de 2017.
El proyecto de ley, que debe volver ahora a la Cámara Baja para su ratificación final, introduce un sistema electoral parcialmente proporcional, en reemplazo del modelo binominal de Pinochet.
Este último sistema, que rigió en Chile desde el retorno a la democracia en 1990, establecía que en cada distrito sólo podían ser elegidos dos representantes, por lo que la minoría siempre empataba con la mayoría, pues para tener ambos escaños era necesario doblar a la lista que antecediera al vencedor.
El sistema binominal además daba mayor peso electoral a zonas del país, tradicionalmente más conservadoras. Por ejemplo, la región de Aysen, con 80 mil votantes, elegía dos senadores, y la capital, con cinco millones de sufragantes, sólo cuatro curules.
El sistema electoral propuesto por el gobierno de la socialista Michelle Bachelet, y apoyado por sectores liberales de la derecha opositora, cambia los distritos, eleva el número de curules y mejora la proporcionalidad.
En concreto se propone elevar de 120 a 155 el número de diputados y de 38 a 50 el de senadores, permitiendo que los nuevos distritos elijan hasta cinco representantes, según su peso geográfico.
Asimismo, se estableció que al menos un 40 por ciento de los candidatos deberán ser mujeres.
Este grupo, heredero política de la transformación neoliberal del régimen militar según su propia declaración de principios, fue históricamente el partido más beneficiado con el sistema binominal.
La presidenta Bachelet, que calificó la aprobación en el Senado como “un largo (antiguo) anhelo”, asumió el poder en marzo de 2014, enarbolando una serie de reformas tributarias, sociales y políticas.

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