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Participa el joven que protestó en la entrega del Nobel en Noruega en la búsqueda de los estudiantes

*El asesinato y la desaparición de los normalistas “me dio mucho coraje y espero que más personas hagan conciencia y participen en este movimiento hasta encontrar justicia y respuestas”, dice Adán Cortés

Lourdes Chávez

Iguala

El joven de 21 años que protestó en apoyo a Ayotzinapa en la entrega del premio Nobel a Malala Yousafzai, en Oslo, Noruega, Adán Cortés Salas se sumó ayer a la brigada de búsqueda, en colonias periféricas de Iguala, de los 43 normalistas detenidos-desaparecidos por policías la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre.
El activista de la ciudad de México consideró que la convocatoria ciudadana de los padres de los estudiantes desaparecidos para buscar a sus hijos es la única alternativa que les deja el gobierno ante la falta de respuestas concretas sobre su paradero con vida.
Subrayó que los ciudadanos, distinto al gobierno, no se van a cansar de exigir resultados y justicia, “espero encontrar a mis hermanos mexicanos con vida, y espero que más mexicanos nos sigamos sumando, que no se olvide ni lo dejemos pasar (el ataque de policías y sicarios a estudiantes), como un acto aislado que no nos afecta, y no me pasa nada”.
Añadió que técnicamente nada lo liga a los estudiantes de la Normal, hijos de campesinos, uno de los sectores más vulnerables de la sociedad, atacados y desaparecidos por policías, pero “me dio mucho coraje y espero que más personas hagan conciencia y participen en este movimiento hasta encontrar justicia y respuestas”.
Delgado, de mediana estatura y rostro espigado como de un adolescente, recordó que hace un mes fue deportado de Noruega por irrumpir con una bandera manchada de rojo (como sangre) y pedir en el acto solemne a la joven hindú galardonada un pronunciamiento por Ayotzinapa.
A un mes de distancia reconoció que fue una locura intervenir, “cambió mi vida por completo, pero para bien, porque me estoy sensibilizando de una parte que yo no conocía de la sociedad mexicana, y pues no sé, por siempre seré el loco que se atravesó, pero me gusta saber de esta parte de México y saber que hay cosas que puedo hacer, me gustaría seguir trabajando por la sociedad toda mi vida”.
Del movimiento en torno a los padres de los 43 desaparecidos y a la Normal de Ayotzinapa confió en que la unión que motivó esta causa en el país se sostenga, “que dejemos de pensar en lo individual, que los capitalinos nos interesemos en los temas rurales y nos organicemos para apoyar a la gente más humilde”.
Dijo que ayer se metió a las colonias marginadas de Iguala y pudo ver a diez niños viviendo en una chocita de cuatro metros, “y me pregunto cómo puede existir tanta desigualdad, espero que podamos unirnos más”.
En cuanto a las instituciones del Estado pidió que se den cuenta que la sociedad se unió ante el hartazgo, “estamos unidos y hasta la chingada de que no haya resultados, de que nos traten como trapos”.
Demandó que los funcionarios deben entender que deben servir a la población, no reprimirla, gobernar para las mayorías, no para esas minorías a las que sirven.

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