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Con una cadena humana exigen ciudadanos que se cancelen las obras de la API

Salvador Serna

Al grito de “¡¡Queremos nuestro parque, no queremos parking!!”, más de 100 personas formaron ayer una valla humana alrededor del predio conocido como Jardín del Puerto, ubicado a un lado del Malecón.
La cadena humana alcanzó a situarse justo frente el edificio Oviedo, lo que llamó la atención de turistas, peatones y automovilistas que circulaban con dirección al parque de La Reina.
De esta manera, fue como integrantes de las asociaciones Jardín Botánico de Acapulco AC, Acapulco por la Paz AC, Primer Club de Jardinería de Acapulco entre otras se conglomeraron alrededor de la circunscripción territorial federal concesionada por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) a la empresa Administración Portuaria Integral de Acapulco SA de CV (API).
Además, en una de las verjas que impiden el paso al denominado jardín, los activistas pusieron una cartulina grande, donde niñas y niños hicieron dibujos alusivos a la flora y fauna de la zona. También escribieron algunos mensajes como: “Queremos árboles, no más coches”; “Respeto a la vida silvestre”; “Empresa API, por favor no me destruyas, yo doy vida atte. El Jardín”, entre otras.
De acuerdo con la información de los folletos repartidos entre ciudadanos, turistas y curiosos, el parque del Malecón está a punto de desaparecer ya que la empresa API pretende construir un estacionamiento de 4 mil 500 metros y quitar 110 árboles y palmas.
“Con esta obra se perdería un espacio tradicional de convivencia de los acapulqueños y los turistas, además de que existen ahí árboles y palmas de gran porte y edad, algunas protegidas dentro de la Norma Oficial Mexicana 059”, cita el folleto.
A este respecto, la presidenta de Acapulco por la Paz, Kay Mendoza, informó que en días pasados tuvieron una reunión con la alcaldesa Verónica Escobar Romo y que “también estuvieron los directivos de Terminales Marítimas Mexicanas, se les planteó la solución de alojar 550 coches más y que la empresa debe usar sus propios edificios agregando dos lozas más. La respuesta fue que eso cuesta más dinero, entonces lo más barato es quitar el Jardín del Puerto, eso dijeron los directivos de la API”.
Por su parte, la presidenta del Primer Club de Jardinería de Acapulco, Isabel Navarrete, subrayó que “estamos defendiendo Acapulco. Las concesiones se pueden revocar en caso de que se afecte el entorno a terceros, estamos defiendo al Jardín del Puerto. Por su origen, Acapulco es un puerto turístico, no de carga. No se puede incrementar la carga de automóviles en pleno centro, que se haga la carga por otros municipios, la prioridad es el sector turismo”.
Mientras que el popular buzo acapulqueño Alberto Delfín Fares exigió que la alcaldesa “fije su postura, si está a favor de la preservación del jardín y de la comunidad, o si está a favor de la Administración Portuaria Integral. Que diga públicamente de qué lado está”.
A decir de otros activistas, existe un acta firmada por parte del Cabildo en la cual se da fe de que no existen licencias municipales que autoricen la demolición del jardín ni la ampliación del nuevo depósito vehicular, porque dicho proyecto no se contempla dentro de los planos de desarrollo urbano.
“Lo importante es rescatar los espacios públicos. A escasos metros está la colonia Petaquillas, considerada como una de las que tienen los más altos índices de violencia, de acuerdo con el último diagnóstico de seguridad pública, por lo que es importante preservar el Jardín del Puerto porque asegura la convivencia de la ciudadanía”, finalizó Kay Mendoza.

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