Se oponen músicos al streaming por los magros beneficios económicos que reciben

*Bandas como The Black Keys, Grizzly Bear, AC/DC o Tool se han negado a liberar la totalidad de su obra a este tipo de servicios, por no considerarlos justos con los autores

Oliver Zazueta / Agencia Reforma

Guadalajara

Aparentemente, espacios como Spotify, Rdio o Deezer son una tendencia imparable en el consumo de música. Desde el usuario, las bondades son innegables, millones de canciones al alcance de manera gratuita o con una tasa de pago aceptable.
Pero si el romance con los consumidores va viento en popa, no puede decirse lo mismo de la relación de estas nuevas compañías con los creadores de los contenidos: Los artistas.
El más reciente divorcio entre la cantante Taylor Swift con Spotify, de donde retiró todos sus discos apoyada por su compañía Sony Music –incluso la disquera analizó bajar todo su catálogo– reavivó el debate sobre los beneficios económicos que los músicos reciben en estas plataformas.
“De cada dólar que ganamos, pagamos 70 centavos en regalías, tal vez donde se rompe la ecuación es que los propietarios de los derechos no necesariamente son los artistas, muchas veces son los distribuidores o las disqueras, y de ahí se vuelve a distribuir. Tal vez hay que tener conversaciones ahí”, opina al respecto Valerie Miranda, responsable en México de relaciones con artistas y disqueras de Spotify.
Bandas como The Black Keys, Grizzly Bear, AC/DC o Tool se han negado a liberar la totalidad de su obra a este tipo de servicios, por no considerarlos justos con los autores; en Francia, país sede de Deezer, Universal Music los demandó en 2011 por piratería digital, mientras que Musician’s Union, la mayor asociación de músicos del Reino Unido ha exigido a Spotify mejores condiciones para sus afiliados.
“Se sigue buscando un modelo de negocio ideal para cada quien, las disqueras, el artista y el promotor”, explicó Juan José Quijano director de mercadotecnia para México y Centroamérica de Deezer
“Las bandas tienen posturas iguales hacia todos los servicios. Hay muchos factores que influyen en seguir generando ingresos, pasó con Coldplay, en su momento salió con su disco nuevo, lo restringieron tres meses, pero después lo abrieron, cuando las ventas ya no tenían un ritmo continuo”.
Otros artistas, reticentes al principio han ido poco a poco permitiendo que sus discos se suban a estos servicios. Ahí están ya Metallica, Led Zeppelin, Oasis, Adele y Pink Floyd, quien recientemente permitió que The endeless river, su último álbum, fuera publicado.
“Sería interesante hacer la comparación de como monetiza Spotify contra YouTube, a veces somos blanco de todo tipo de comentarios y YouTube es considerada una plataforma de marketing”, añadió Miranda.
“Hay artistas que empiezan a entender, después de tener un poco de información, que al final este modelo es el que mas beneficia a los fans y a ellos también, esta es la forma nueva de consumir música”.

Críticos y negados

David Byrne

Aunque buena parte de su trabajo se encuentra en streaming, el músico y ex líder de The Talking Heads ha sido crítico con estas plataformas: “Las disqueras están contentas, el consumidor está contento y los CEO de los servicios web son felices. Pero no queda nadie para hablar por quienes realmente hacen las cosas”, dijo en The Guardian.

The Beatles

Apple es la propietaria de los derechos de explotación del catálogo de la banda de Liverpool, lo que hace casi imposible que lo ceda a sus competidores. La empresa está por lanzar el servicio de streaming de Beats, unido a sus sistema operativo iOS. A diferencia de The Beatles, Ringo, Paul y John si están en Spotify –aún falta George–.

Thom Yorke

El vocalista de Radiohead se negó a entregar su trabajo de solista a Spotify alegando una tasa de pago es irrisoria: “No se equivoquen, a los nuevos artistas que descubran en Spotify no se les pagará”, dijo en Twitter.

Johnny Marr

El guitarrista de The Smiths, Johnny Marr, es un detractor del streaming, pues a la revista especializada NME aseguró el año pasado que “Spotify es todo lo contrario al punk”.