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Convierten en una gran fiesta popular el concurso de animales disfrazados en Taxco Cada año con motivo del Día de San Antonio Abad se lleva a cab. El primer premio fue para una perrita ataviada con traje típico que cargaba un torito, réplica de los singulares juegos de pirotecnia que se utilizan en los festejos de los pueblos

Claudio Viveros Hernández

Taxco

Decenas de mascotas de distintas especies fueron llevadas para participar en el tradicional concurso del animal mejor disfrazado que se lleva a cabo cada año con motivo del Día de San Antonio Abad, protector de los animales, con el cual el Zócalo de la ciudad se vistió de fiesta, colores y sonidos en medio de una multitud.
De acuerdo al veredicto del jurado calificador, y luego de una pasarela ante la gente, una corta espera despejó la inquietud de conocer a los ganadores de los tres primeros lugares, varios de ellos favoritos por ser los únicos nunca antes vistos en la competencia, que es uno de los principales requisitos.
La decisión del primer lugar recayó por unanimidad en un una perrita ataviada con traje típico que cargaba sobre sus hombros un torito, de los singulares juegos de pirotecnia que se utilizan para las fiestas de los pueblos, con un porte gracioso, que prácticamente robó cámara en compañía de un joven del barrio de Constitución, quienes cosecharon los aplausos.
Del mismo barrio, otra perrita obtuvo el segundo lugar al presentarse disfrazada de soldadera de la Revolución Mexicana, ataviada con vestido, rebozo, sombrero, carrillera y rifle, que no se quedó atrás y dio la batalla en la competencia.
Y el tercer sitio fue para otro can disfrazado de minero del barrio de Pedro Martín, con casco y luz sorda a la cabeza, además de un carro para transportar el mineral, del que el cronista de la ciudad dijo que representaba al pueblo de Taxco y citó la lucha de más de siete años y la huelga que han enfrentado ante la empresa.
El sábado la fiesta fue protagonizada por la fauna taxqueña como personajes estelares que atraparon al público local y a los visitantes con la gracia, la creatividad y originalidad de los atuendos confeccionados por sus acompañantes que cumplieron con la cita para mantener viva esta expresión de la cultura popular y el imaginario colectivo.
Muchos llegaron con rigurosa puntualidad, incluso antes de la hora establecida para darse tiempo y estar presentes en una cabalgata que se realizó de La Garita al Zócalo; otros llegaron después para la ceremonia de la bendición en el atrio de la parroquia de Santa Prisca, en donde el sacerdote asignado soltó por doquier el agua bendita.
Sin proponérselo, el festejo compitió también con una fiesta de una quinceañera, casi a la misma hora, lo que no le afectó en lo más mínimo para seguir adelante con el protocolo y la algarabía de la gente entre los ladridos, que fueron los que predominaron en el ambiente.
A la hora indicada, después de la bendición y la ceremonia litúrgica, la directora del Centro Cultural Taxco-Casa Borda, dependiente de la Secretaría de Cultura, Rosario Cambray García, dio comienzo en el Zócalo con la conducción del concurso en el que una a una las 30 mascotas registradas pasaron con parsimonia al escenario e hicieron una pasarela con sus acompañantes para mostrar su gracia, su porte y el disfraz que arrancaron continuos aplausos.
La tarde fue de la fauna local, con visitantes de los barrios y comunidades cercanas, reunidos todos en una fiesta popular, que es actualmente uno de los atractivos de Taxco en los primeros días del año y al que siguen en el calendario el festejo de los santos patronos Santa Prisca y San Sebastián del 18 al 20 de enero.
En el concurso la imaginación y creatividad rebasaron las expectativas y parecieron meter en aprietos en la calificación a los miembros del jurado para revisar y otorgar el mayor puntaje a los mejores, de los que se quedaron atrás un pescador, un tlacololero, un tecuán, varias princesas aztecas, una enfermera, dos jarochas, dos personajes catrinas de José Guadalupe Posada, una flor de Nochebuena, el cantautor Joan Sebastian, chinelos, una hada y no faltó entre ellos un policía federal, por aquello de la seguridad en esta demarcación, más otros que fueron eliminados al ser ya vistos en anteriores concursos.
A los premios económicos, aunque simbólicos de mil, 700 y 500 pesos, otorgados por el Ayuntamiento, el DIF –de quienes no llegó ningún representante– y la Secretaría de Cultura, se agregaron sendas despensas obsequiadas por políticos locales y la iniciativa privada como patrocinadores.
La fiesta continúo durante toda la tarde y noche donde poco a poco el centro histórico volvió a su actividad cotidiana y el rugir de los automóviles que inundan la zona.

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