Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Abelardo Martín M.

El súper secreto: ¡aplicar la ley!

La mejor definición de la política dice que es “el arte de lo posible”, lo que confirma no sólo su utilidad sino su importancia como el único camino para superar coyunturas o problemas aparentemente graves. Sin embargo, quienes debieran defenderla más bien se convierten en los mejores ejemplos de su desprestigio.
La política es despreciada porque la gran mayoría de quienes la ejercen se valen de ella para obtener prebendas, corruptelas, y no para su único objetivo: provocar el bien común, la justicia y la paz.
Es una paradoja, en este momento, estar convencido que la política es el instrumento para dar a Guerrero, a México y al mundo mejores condiciones de vida. No hay de otra, tiene que ser a través de la política como se resolverá la gravísima situación que se vive en la actualidad, especialmente en este estado sumido hace mucho tiempo en la ingobernabilidad.
En la teoría, el monopolio de la violencia (de la fuerza pública, pues) es exclusivo del gobierno, depositario de la construcción y preservación del Estado, la cúspide de la organización social civilizada.
Pues bien, la única razón de ser de ese monopolio es ¡la aplicación de la ley!, ningún otro, ya sea para garantizar su instrumentación, o bien para aplicar las sanciones correspondientes para quienes (o en singular) las transgreden, incumplen o violan.
En Guerrero, azotado por el hambre, la marginación, la pérdida de oportunidades, el gobierno dejó de cumplir su tarea hace tiempo y la impunidad comenzó a invadir la cosa pública. Pequeñas y grandes violaciones a la ley configuraron un sistema en donde la corrupción fue ganando y ocupando espacios hasta borrar esa línea entre “los buenos y los malos”.
Ahí nacen todos los problemas, en la negociación de la ley por esos mismos que tienen como única tarea aplicarla. También ahí se pierden las únicas prioridades de las políticas públicas, salud, educación, empleo y progreso.
Gobiernos van y vienen, pero la cultura política es la misma, por lo que se dificulta y es imposible distinguir un gobernador de otro, un partido de otro. Ahora, el gobernador suplente, Rogelio Ortega Martínez rechazó que la petición de declinar la acción penal contra Nestora Salgado sea un acto de simulación, como lo plantean organizaciones sociales.
En Chilpancingo, el jefe del poder Ejecutivo local manifestó su respaldo a las acciones pacíficas que se han impulsado para reclamar la liberación de los presos políticos, entre ellos varios integrantes de la Policía Comunitaria (PC). “Permitir que algunos de ellos recuperen su libertad, disminuye la polarización social que actualmente prevalece”, dijo el mandatario.
Continúa la información: “Respecto a la crítica planteada por el Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, en el sentido de que la declinación de la acción penal en contra de Nestora Salgado es una mera simulación, porque solamente se avanza en dos de cuatro delitos, el mandatario estatal indicó que se trata de una ruta jurídica no sencilla, pero que ya comenzó a caminarse.
“Hay otras rutas, una de ellas la de los derechos humanos, de los pueblos originarios y la voluntad política, que de parte del gobierno de Guerrero existe”, apuntó.
Recordó que en el caso de Nestora hay sectores agraviados que están litigando para evitar que salga de prisión, por eso es que su administración se maneja en la ruta de la armonía, en la búsqueda de los consensos entre las partes.
“No olvidemos que hay actores a favor y en contra de la libertad de Néstora; hay un despacho en Seattle, Organizaciones no gubernamentales y legisladores que solicitan que se le favorezca, aunque también hay más de 50 personas agraviadas que litigan para que permanezca en prisión”.
Lo que debe hacer el gobierno en este caso, de acuerdo al gobernador interino, es buscar las salidas adecuadas en el asunto.
“Lo que pretendemos es la búsqueda de la armonía, hablar con las personas agraviadas, propiciar la reparación del daño y encontrar la salida más adecuada”.
El sistema de gobierno, según se aprende en la escuela, descansa en el equilibrio y el respeto entre los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial. La falta de cumplimiento de sus responsabilidades desequilibra y rompe el orden, la armonía, de donde se origina la violencia, el imperio del desorden, la ingobernabilidad, pues.
De ahí que, también en la teoría, parezca posible superar por la vía de la política, la grave problemática que viven el estado y el país, pero eso sólo es viable si los gobernantes, es decir los funcionarios públicos tienen en cuenta y se comprometen, a aplicar la ley. ¡Nada más, pero nada menos!

468 ad