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Retrata la cinta Despertar el polvo la violencia sin glorificarla, dice su director

Mario Abner Colina / Agencia Reforma

Ciudad de México

Desglorificar la violencia y también reflexionar sobre la situación de miseria y desigualdad en México fue lo que intentó el cineasta Hari Sama con su película Despertar el polvo.
“El cine a veces vuelve tremendamente atractiva a la violencia. Pareciera que la violencia es gloriosa. No es cierto. Yo tenía el interés de que la violencia se viera cruda, sin slow motion, sin grandes efectos”, dijo Sama en entrevista.
Mezcla de cine semidocumental y thriller ubicado en el fiero barrio de Campamento 2 de Octubre en Iztacalco, Despertar el Polvo sigue la monotonía de Chano (Donaciano Hernández), un indigente que deambula por las calles y pepena cartón y papel.
El enterarse de que su ahijado ha sido detenido acusado de violación y homicidio, hace que viva una transformación: que se consiga un arma y se aliste para delinquir.
Sama conoció a Hernández, quien vende periódicos disfrazado de diversos personajes, cuando realizó un video sobre el Campamento 2 de Octubre para una ONG y se dio cuenta de su capacidad histriónica.
Habitantes del barrio se convirtieron a la vez en participantes del filme, que se estrena en cines de arte y la plataforma digital Mubi.
“Hubo enorme pasión de la banda por participar. Mucha gente sale haciendo el papel que hace en la vida”, dijo Sama.

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