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El problema de los derechos humanos empaña el diálogo oficial entre Cuba y EU

Al margen de las diferencias, ambas partes calificaron las negociaciones como constructivas, aunque prevén un proceso largo y complejo. Aún sin fecha, la reapertura de embajadas de los dos países. Obama sostiene que su objetivo final es que haya libertad en la isla caribeña

DPA / Redacción

La Habana / Washington

Cuba y Estados Unidos mostraron ayer públicamente sus diferencias sobre el tema de los derechos humanos durante el diálogo que debe encaminar el previsto restablecimiento de las relaciones bilaterales.
Las delegaciones de ambos países hablaron en La Habana sobre derechos humanos. Pese a unas primeras declaraciones contradictorias, las jefas negociadoras de Washington y La Habana confirmaron que sí trataron el tema. Y ambas lo enfocaron a su manera.
“Como elemento central de nuestra política, presionamos al gobierno cubano para que mejore las condiciones de los derechos humanos, incluida la libertad de expresión y de reunión”, señaló la estadunidense Roberta Jacobson en una declaración preparada que fue repartida por su equipo al final de la jornada.
“Yo le confirmo que la palabra ‘presión’ no se usó. Tengo que decirlo. No es una palabra que se usa en este tipo de conversaciones”, replicó la jefa de delegación cubana, Josefina Vidal, poco después en una pregunta al respecto.
“Cuba ha demostrado a lo largo de su historia que, por supuesto, nunca ha respondido ni responderá a presiones, de ninguna parte que provengan”, agregó. “Sí le puedo confirmar que tuvimos un diálogo”.
En La Habana se especulaba con que la traducción de las palabras de Jacobson del inglés había dado un énfasis mucho mayor a la palabra “presión” en castellano.
Ambos gobiernos sí dejaron en todo caso claras sus diferentes interpretaciones sobre lo que son los derechos humanos. Mientras Estados Unidos reclamó por la falta de libertades individuales en la isla, Cuba replicó vinculando el tema a los derechos sociales, como suele hacer cuando recibe críticas internacionales en esa materia.
Las delegaciones abrieron ayer las conversaciones concretas del diálogo de alto nivel que mantienen para retomar sus relaciones diplomáticas rotas en 1961, después del histórico anuncio que hicieron al respecto en diciembre el presidente estadunidense, Barack Obama, y su homólogo cubano, Raúl Castro.
Al margen de las diferencias, ambas partes calificaron las primeras negociaciones como “constructivas”, “productivas” y “alentadoras”, aunque resaltaron que prevén un proceso “largo” y “complejo”.
Washington y La Habana no han fijado aún fechas concretas ni una hoja de ruta detallada para el proceso de diálogo que debe conducir a la reapertura de sendas embajadas en ambas capitales, tras décadas de ruptura y enfrentamiento ideológico.
Las partes volverán en las próximas semanas a la mesa de conversaciones, en una fecha aún por determinar, según comentó Vidal.
Por su parte, el presidente de EU, Barack Obama, difundió ayer un video en You Tube en el que defendió su política hacia Cuba y sostuvo que su objetivo final es que surja un cambio para mayor libertad en la isla.
Obama, quien inició una gira de apariciones personales luego de su mensaje sobre el Estado de la Unión, destacó que su gobierno autorizó inicialmente más viajes a Cuba, más visitas de familiares y remesas en los últimos años.
“Ahora lo que estamos diciendo es que normalizando las relaciones aún vamos a poner presión al gobierno de Cuba”, dijo.
“Pero también lo que pasará es que como habrá más visitantes a Cuba, telecomunicaciones en Cuba, Internet en Cuba, la mente dela gente empezará a cambiar, habrá más transparencia sobre lo que ocurre y con el tiempo, lo que va a hacer, gradualmente, es un cambio”, añadió.
En entrevista en You Tube, Obama señaló que no todo mundo en Cuba puede “escapar” a Estados Unidos por lo que “en última instancia, la meta es que haya libertad en Cuba, no sólo para los que han salido”.
Obama anunció en diciembre pasado un acuerdo encuba para iniciar la normalización de relaciones diplomáticas.
En su informe de gobierno del pasado martes, el presidente pidió al Congreso de mayoría del Partido Republicano iniciar este año los trabajos para poner fin al embargo económico de Estados Unidos hacia Cuba existente desde 1960 (Información de Agencias).

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