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Netzahualcóyotl Bustamante Santín

Más sobre el retorno de paisanos

El Inegi y el Consejo Nacional de Población (Conapo) han difundido estadísticas sobre el comportamiento del flujo migratorio de mexicanos hacia el exterior.
A través del levantamiento de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, el Inegi encontró que al primer trimestre de 2012 la tasa de emigración (los que salen) permanece sin cambio respecto a su nivel al cierre de 2011: aproximadamente 30 emigrantes de México al extranjero por cada 10 mil residentes. Una primera conclusión del estudio de una serie histórica es que durante el año 2010 el país perdió menos población por efecto de la migración (8.5 por cada 10 mil) y que para 2011 observa un incremento (11.6), sin embargo todavía permanece debajo del promedio de 13.9 registrado en el año 2009.
Mediantes datos oficiales recogidos desde 2006 por el Inegi, el cálculo de la edad promedio de los migrantes oscila entre los 28 y los 31 años.
En el periodo 2006-2007 (antes del inicio de la crisis inmobiliaria y financiera de Estados Unidos), ocurrió una considerable pérdida de población debido a la migración internacional.
En el periodo 2010-2011 se mantuvo una tendencia decreciente en cuanto a pérdida de población, fenómeno observado en estados como Querétaro, Guerrero, y San Luís Potosí. En Oaxaca y Sinaloa mientras tanto, el saldo debido a la migración pasó de negativo a positivo, lo que supone ganancia de población para ese mismo período.
Se dice que el Saldo Neto Migratorio (SNM) es cero cuando el número de personas que salen de un territorio se iguala con las que retornan. Por ello según el Inegi, el saldo neto migratorio internacional al primer trimestre de 2012 es cero por el número de nuevos residentes que arribaron desde el extranjero (29 por cada 10 mil habitantes) que rompe con la tendencia observada en 2011 (alrededor de 20 por cada 10 mil), que contrastado con la tasa de emigración descrita arriba (30 por cada 10 mil residentes) permite concluir que al comienzo de 2012 México no perdió población a causa de la migración internacional.
De acuerdo a datos del Consejo Nacional de Población, entre 2005 y 2010, la población de 5 años o más nacida en México que en 2005 vivía en Estados Unidos, y para 2010 ya residía en México era de 824 mil 414 personas.
Mientras que, del total de migrantes que iniciaron el éxodo en el quinquenio 2005-2010 (900 mil 477), 307 mil 783 personas, retornaron.
El Conapo presentó también un informe denominado Índices de intensidad migratoria México-Estados Unidos 2010, que presenta una valiosa serie histórica de datos de la década pasada. Un primer hallazgo del análisis de ese período es que se ha reducido la proporción de los hogares que reciben remesas, así como el número de viviendas que reportaban tener migrantes en el quinquenio anterior y la de migrantes circulares y por el contrario, ha aumentado la de migración de retorno, tal como lo hemos dado a conocer en artículos relacionados con el tema, especialmente en el texto Los paisanos están de vuelta en El Sur 25/4/12.
Y para completar el cuadro estadístico, en estas páginas el ex canciller Jorge G. Castañeda, contrastó el multicitado estudio del Centro Pew que refiere un masivo retorno de paisanos a nuestro país, especialmente después de la crisis del año 2008 en Estados Unidos. El también escritor señala que el gran cambio reside en el aumento descomunal de la migración legal (con documentos), pues tan solo en 2010 se produjeron 700 mil ingresos legales a Estados Unidos de trabajadores agrícolas o profesionales con visas NAFTA (Tratado de Libre Comercio de América del Norte), que confronta la información del Pew respecto de la baja del flujo de migrantes hacia Estados Unidos.
De acuerdo al análisis de Castañeda, los retornos a México se produjeron únicamente en 2009 y que además debe considerarse que el gobierno de Barack Obama ha decidido aumentar el número de ingresos documentados.
Castañeda cree que en realidad se está empezando a cumplir la propuesta enarbolada por él durante la administración Fox consistente en promover la residencia legal de la mitad de los 11 millones de mexicanos que viven allá, un plan conocido eufemísticamente como la whole enchilada.

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