No hice proselitismo para el PRI, dice la mujer acusada por un perredista

Karla Galarce Sosa

La señora Ernestina Miró de Duarte, quien fue señalada por el perredista Joel Mendoza Maciel de realizar proselitismo a favor del PRI en la secundaria técnica 92, en Acapulco el viernes pasado, negó que la lista con nombres y números telefónicos que integró, fuera para promover algún candidato del PRI.
Aseguró que la lista era el registro de asistencia a la quinta de siete sesiones de la Escuela para Padres, que cada viernes se realiza en esa institución.
Aseguró que su interés es “únicamente por la estabilidad física y moral de los niños, no a ver a quién le vamos a dar el voto”.
Consultada vía telefónica luego de su visita a la Redacción de El Sur, Miró de Duarte explicó que ella es voluntaria del programa Escuela para Padres que realiza el DIF de Acapulco y que, por un error, llevó hojas con el membrete de José Luis Ávila Sánchez porque eran hojas para reutilizar.
Explicó que las listas son necesarias para que se entregue un reconocimiento a 25 padres de familia, de un total de 94, que comenzaron el curso.
“El curso para padres fue el viernes y el señor me arrebató la lista porque dijo que lo que estaba haciendo era proselitismo, pero las utilicé para reciclarlas, porque los nombres no estaban en el lado del membrete, sino atrás, en la parte blanca”, explicó la mujer quien dijo tener 68 años.
Consideró excesivo que una actividad que contribuirá a mejorar el estado anímico de sus hijos, sea tergiversado por un error: “Si al señor le hubiera importado el curso, lo hubiera tomado. Yo soy voluntaria del curso para padres, no soy ni del DIF, pero va la psicóloga del DIF, soy abuela de una de las alumnas y así, compuso toda una situación equivocada”.
Afirmó que como lo mencionó Mendoza Maciel, acudió a recordar a los alumnos para que avisaran a sus padres de la realización de la quinta semana del curso de Escuela para Padres, e indicó que los mismos maestros han pedido por los problemas como actitudes suicidas o por la falta de comunicación entre padres e hijos.
“No me importa un partido, que lejos de ayudarnos nos está llenando de cadáveres, pero me interesa que los padres abran los ojos, me interesa que decidan lo mejor para sus hijos”, exclamó.
Explicó que la lista de los asistentes debe ser entregada al DIF para la psicóloga, para la escuela y en otra de registro de los asistentes para saber qué padres han asistido.
“Pasé de salón en salón para que los niños les dijeran a sus papás y vinieran, para que ellos los entiendan, los comprendan, no para ver calificaciones, no para agredirlos, sino para saber cómo van a poder ayudarlos con amor, con la intención de entenderlos y saber cómo van a platicar”, argumentó.