Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Humberto Musacchio

LA REPÚBLICA DE LAS LETRAS

Novela que es una bomba

De Adolfo López Mateos se decía que había nacido en Guatemala, que su arribo al mundo ocurrió años después de muerto su presunto padre y otras cosas nunca suficientemente aclaradas. Con su hermana Esperanza ocurrió lo mismo, con la diferencia de que a ella no le interesaba hacer carrera política. Murió en 1951 y oficialmente lo suyo fue suicidio, aunque extrañamente hubiera sido de un balazo en la nuca. Alpinista, colaboradora de publicaciones literarias y autora de un libro de cuentos; traductora, representante y algo más del enigmático B. Traven o Ret Marut, el escritor anarquista que participó en la revolución de Baviera y a quien algunos de sus biógrafos suponen hijo del Káiser Guillermo. Esperanza era una mujer que tuvo una larga relación política con Vicente Lombardo Toledano, con Henry Schnautz, que fuera guardia personal de León Trotsky, y con los mineros de Nueva Rosita y Cloete, los de la Marcha del Hambre, cosa rara en tiempos en que los estalinistas mataban a los trotskistas y en que troskos y prosoviéticos detestaban a los anarquistas. Con esos y muchos otros datos, Adriana González Mateos ha construido una novela que expone más de un misterio y abre varias puertas para su comprensión o para dejarnos frente a enigmas dobles, triples y cuádruples. El libro se llama Otra máscara de Esperanza (Ed. Océano, 2015) y seguramente estará en el centro de un agitado debate.
Cazador de huesos y distinciones

Hay individuos –llamarlos personajes sería un contrasentido– que en otra vida seguramente se ejercitaron en las artes del trapecio, pues saltan felizmente de uno a otro hueso, como caricaturas de Vadillo, y reciben cargos, premios y distinciones por méritos nunca probados. Gonzalo Celorio es de esos: es quien más tiempo ha permanecido al frente de Difusión Cultural de la UNAM y no se recuerda qué hizo en el cargo; fue director de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM y ahí se dedicó a nadar de muertito, cayó en la dirección del Fondo de Cultura Económica y de los meses que estuvo en tan importante cargo sólo se recuerda que surtió la cava con caldos de alto precio. Desde 1995 es miembro de la Academia Mexicana de la Lengua sin que haya hecho algún aporte al español; tiene una cómoda chamba en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara sin que se conozca la causa, es autor de varias novelas –es un decir– que sólo reseñaron positivamente sus amigos o empleados más cercanos, recibió el Premio Nacional de Ciencias y Artes en un año en que la Academia Mexicana metió a los tres galardonados en letras y ahora, la cereza del pastel es que recibe el Premio Mazatlán de Literatura por su más reciente novela, que no sabemos quién le rescribió. ¡Felicidades!

El otro Scherer, según Gregorio Ortega

En su columna La Costumbre del Poder que aparece en www.almomentonoticias.mx, Gregorio Ortega, quien reconoce el aporte de Julio Scherer al periodismo, recuerda sus años de trato frecuente con él y la idea de éste de que “la intimidad no existe ni la lealtad”. Recuerda el articulista cuando, “obsequioso”, Scherer lo invitó a su casa para felicitarlo porque Javier Wimer lo había nombrado secretario particular y, aprovechando el viaje, le propuso “sustraer documentos para hacerlos públicos”, a lo que Gregorio, inteligente y digno, respondió: “Secretario viene de secreto, don Julio”. Otra anécdota narrada en el mismo texto se refiere a la ocasión en que el director de Proceso le propuso someter a “un juicio público y periodístico” al padre del columnista, Gregorio Ortega Hernández, director fundador de Revista de América, de la cual preguntó si había sido “factor de poder”, a lo que Ortega Molina respondió que sí, “en la misma medida que en la actualidad es Proceso”, lo que molestó a don Julio y lo hizo mentarle la madre a su interlocutor, de quien obtuvo recíproca sacudida de progenitora.

Becas para la gestión de museos

Está abierta la convocatoria para las becas de artes plásticas y las de comisariado de exposiciones y gestión de museos que otorga la Fundación Botín de conocido banco que, en efecto, considera un mero botín el patrimonio de sus clientes. Los plazos para recibir solicitudes se cierran el 30 de abril y el 8 de mayo, respectivamente. Las becas de artes plásticas son para formación, investigación y realización de proyectos y pueden participar aspirantes de 23 a 40 años. La dotación es de 16 mil euros sin cambio en el país de residencia y de 24 mil euros si el proyecto implica trasladarse a otro país. Las becas de comisariado de exposiciones y gestión de museos son para la capacitación profesional (curatorial studies) orientada al arte contemporáneo. Pueden solicitar las ayudas personas de 23 a 40 años que tengan trayectoria académica o profesional en el arte. Para mayores informes, los interesados pueden ocurrir a la página de internet www.fundacionbotin.org entre el 2 de febrero y el 8 de mayo de este año.

Breviario…

Mañana, a las 6 de la tarde, en el Colegio de San Ildefonso, el doctor Paul Garner, profesor emérito de la Universidad de Leeds, presentará su libro Leones británicos y águilas mexicanas. @@@ Dentro del ciclo El Barrio de La Merced, puerto de entrada que coordina Carlos Antaramián, del CIESAS, el historiador Carlos Martínez Assad presentará al cronista urbano Luis Everaerd Dubernard ofrecerá la conferencia Los franceses en el barrio de La Merced y otros asuntos relacionados. La cita es el próximo jueves a las 11 horas, en el Museo Nacional de las Culturas, de Moneda 13, en la misma manzana del Palacio Nacional. La entrada es libre. @@@ El Centro Musical Bartok anuncia que Sergio Berlioz impartirá el curso El mundo de los Carmina Burana que versará sobre la Edad Media, la vida y la obra de Carl Orff (“un compositor incómodo”) y su cantata, mediante la cual se ofrecerá “una visión histórica, cultural, literaria y musical del sentir europeo de los siglos XII y XIII”. Mayores informes en los teléfonos 5593-6268 y 5593-2341 o en [email protected] .mx y centromusicalbartok.com. @@@ Guadalupe Loaeza acaba de publicar, en coautoría con Verónica González Laporte, el libro Pepita, mon amour, profusamente ilustrado y editado en gran formato por Rodrigo Fernández Chedraui.

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