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Con jazz, rock y danza contemporánea recuerdan el legado de José Revueltas

*De las evoluciones del montaje dancístico creado por Serafín Aponte a la fusión de jazz y rock de Julio Revueltas, recobra vida el Auditorio Sentimientos de la Nación

Óscar Ricardo Muñoz Cano

Chilpancingo

Una fusión de jazz, rock y “world music” fue la que presentó el músico mexicano Julio Revueltas, quien reiteró que “la música humaniza hasta al más malo”, con lo que se ganó el aplauso de las casi mil 500 personas que se dieron cita al interior del auditorio Sentimientos de la Nación, de la capital del estado.
Considerado uno de los mejores guitarristas del país y nieto del homenajeado José Revueltas, el músico “dio rienda suelta” a su habilidad con la guitarra y en compañía del grupo Rajineesch (Luis Huerta en la batería, Hugo Gutiérrez en el teclado, Davis Sosa en el bajo y Juan Gedovius en la percusiones), con el que interpretó algunos de sus temas de viejo cuño, además de los que integran su nueva propuesta musical de su disco homónimo.
Sonidos diversos que fueron desde los clásicos “requinteos” y que llegaron a asombrar a la gente que vio cómo Julio interpretaba su música de la mano de una guitarra-violín, fue lo que se pudo escuchar con este género musical que pondera la armonía de los instrumentos, minimiza o desaparece la voz, para crear en muchas ocasiones una atmósfera new age.
En un momento dado, el músico con mucha emoción recordó lo que a este diario había declarado días antes: La música sensibiliza al ser humano, incluso, subrayó, “al más malo”.
La presencia del músico en el auditorio se llevó a cabo como parte de las actividades organizadas para recordar los 100 años del nacimiento del autor de El apando y Los días terrenales.
Al término del concierto, se realizó la ceremonia de premiación de los ganadores del Premio Nacional de Ensayo Político José Revueltas; de manos del titular de la Secretaría de Cultura de Guerrero Arturo Martínez Núñez, el ganador en la categoría abierta Sigifredo Esquivel, y de Confesor Díaz Terrones, por parte de la UAG, la ganadora en la categoría universitaria María Colín, recibieron sus premios.

Danzas para Revueltas

Previo a la presentación musical, y con la participación de once bailarines bajo la dirección del coreógrafo guerrerense Serafín Aponte se presentó Danzas para Revueltas, que arrancó con la lectura dramatizada de una carta que escribiera José Revueltas luego de la masacre en Tlatelolco, misma que sirvió como pretexto para todo el trabajo dancístico que se presentó.
Así, desfilaron las danzas La carta, La emboscada, Los cuerpos y Los caídos que buscaron en todo momento expresar a través del grupo de bailarines una idea, un sentimiento, una emoción, respecto al movimiento estudiantil de aquel entonces.
El trabajo se desarrolló en medio de una atmósfera opresiva, sombría por momentos, pero festiva al final, cuando llegó el turno de La esperanza, coreografía que se basó en la canción Latinoamérica, del grupo puertorriqueño Calle 13, con la que concluyó, en medio de aplausos, la presentación.

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