Destituye Tsipras la cúpula responsable de las privatizaciones en Grecia

DPA / EFE

Atenas / Berlín

El nuevo gobierno de Atenas destituyó a la cúpula de la autoridad responsable de las privatizaciones en Grecia, TAIPED-HRADF, informó ayer la prensa griega.
Según se supo de círculos del Ministerio de Finanzas, se trata de “un primer paso de la nueva política de privatizaciones” del gobierno de Alexis Tsipras.
Tras el cese de las privatizaciones se suspendieron las ventas de parte de la sociedad de electricidad DEI y de contratos para utilizar los puertos del Pireo y Tesalónica. También se anularon las privatizaciones de ferrocarriles griegos y refinerías estatales.
Tampoco está claro si sigue en pie la compra acordada a finales de 2014 por el alemán Fraport de varios aeropuertos regionales de Grecia.
Con la destitución de la cúpula de TAIPED se pretende poner fin la política de venta mediante privatizaciones, según datos del gobierno.
En el futuro sólo tendrán lugar privatizaciones cuando éstas permitan crear nuevos puestos de trabajo y fomentar el crecimiento económico.
Las privatizaciones son una parte importante del programa de reformas aprobado por Grecia con sus socios del Eurogrupo a cambio del rescate. Sin embargo, el interés de los inversores y los ingresos que se esperaban se habían situado considerablemente por debajo de las expectativas.
Por su parte, el primer ministro griego, Alexis Tsipras, afirmó que se mantiene firme en sus compromisos electorales, tras una reunión de crisis con su equipo económico para valorar las visitas a Atenas del presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, y del dirigente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem.
Según fuentes gubernamentales citadas por la prensa local, Tsipras confirmó así que el gobierno mantiene su intención de renegociar el plan de rescate y las condiciones de la deuda con la troika de acreedores (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional).
La canciller alemana, Angela Merkel, descarta una quita de la deuda pública griega y exige a Atenas mantener ajustes y reformas en sus primeras declaraciones sobre Grecia desde la victoria electoral de Syriza el pasado domingo.