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Rubén Aguilar Valenzuela

La violencia en Brasil y México: una comparación

En los últimos 30 años han sido asesinados un millón cien mil brasileños y los índices de violencia han aumentado de 11.7 asesinatos dolosos por cada 100 mil habitantes en 1980 a 26.2 en 2011, de acuerdo con el Instituto Sangari de Sao Paulo.
Los índices de violencia en México iban en sentido contrario a lo que ocurría en Brasil y así de 30 crímenes dolosos por 100 mil habitantes a principios de los sesenta, en una constante disminución, se pasó a ocho en el 2005, el más bajo en la historia del país.
La situación cambia de manera dramática con la llegada del presidente Felipe Calderón. En su gobierno los índices de violencia han pasado de ocho asesinatos dolosos por 100 mil habitantes a 18 en 2010, que supone un crecimiento de más del 100 por ciento.
Es el resultado del fracaso de su estrategia de guerra contra el narcotráfico, que ha producido en cinco años más de 50 mil asesinatos y a pesar de eso todavía resulta  inferior a la que registra Brasil.
En América del Sur la violencia de Brasil sólo es superada  por Venezuela, que es la más grande, con 70 homicidios dolosos por 100 mil habitantes, y Colombia con 40, de acuerdo con datos de organismos internacionales y también locales.
El estudio del Instituto Sangari muestra que los asesinatos ascienden a 137 por día y a cuatro por hora y también que la violencia ha aumentado, año con año, en todas los estados del Brasil salvo los casos de Río de Janeiro y Sao Paulo.
Los estados pobres del noreste brasileño, que en los últimos diez años han recibido las mayores inversiones económicas y donde se han implementado todas las políticas sociales, son los que sufren los mayores niveles de violencia.
En el estado de Bahía el índice de violencia ha crecido en 303 por ciento y en Paraná en 252 por ciento. Los expertos sostienen que el aumento de la criminalidad está asociado al desarrollo económico en la región que atrae al crimen organizado.
Los crímenes dolosos por 100 mil habitantes han pasado en el estado de Río de Janeiro de 51 a 26.2, que coincide con la media nacional, y en Sao Pablo de 42.2 a 13.9, que es la mitad de la media.
La explicación que dan los expertos es que en estos estados ha funcionado la campaña de desarme de la población, la política de inversión en seguridad pública y las políticas estatales contra la violencia.
A pesar de que los índices de violencia de Brasil han sido y son superiores a los de México, a nivel local poco se habla de los mismos y a nivel internacional es un tema que tiene muy escasa exposición en los medios.
La percepción distinta sobre la violencia radica en el tipo de cobertura de los medios, pero sobre todo, en la importancia que los gobiernos dan al tema. En la agenda del presidente Calderón es el central y para los presidentes de Brasil, simplemente no existe.
@RubenAguilar

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